Tiene unos 27 años, se ha trasladado de una ciudad pequeña a una más grande, su origen es humilde, no se identifica con una etiqueta, ha vivido dos crisis económicas y se encuentra ante una pirámide poblacional en franca regresión: este es el perfil del millennial español, según los autores de Millennials. La generación emprendedora, coordinado por José María Álvarez Monzoncillo y Guillermo de Haro, y que acaba de publicar Fundación Telefónica en su Colección Ariel.
Como todos los jóvenes, los millennials se hacen adultos en una sociedad diseñada por otros. Pero, a diferencia de otras generaciones, no tienen una visión de un futuro mejor. Piensan que tendrán un menor nivel de vida que sus padres.
Frente a esas ideas, y al tópico que presenta a los millennials como una generación apática, los autores también son optimistas. Destacan la búsqueda de ideas simples y mejoras, y sostienen que es una generación colaborativa y aficionada a compartir ideas, sobre todo en redes sociales. Abrazan la innovación digital bajo una óptica aparentemente contradictoria: la importancia de la individualidad y el gusto por compartir. Es también una generación cada vez más transnacional y cosmopolita.
Según los autores, esa transnacionalidad da a los millennials un punto de vista distinto de la realidad, más rico y diverso. La potencial creación de una cultura europea transformadora como oportunidad de generación de talento supone a la vez un riesgo que las empresas deberán afrontar. Al volver a su país de origen, los millennials aportan una riqueza e intangibles que debemos aprender a valorar y que se pueden aprovechar. No solo por las empresas sino también por toda la sociedad. Intangibles como la diversidad, variedad, networking y conocimiento de otros países, principalmente europeos, son factores que también se relacionan habitualmente con la creatividad y la innovación.
Además, sus altas tasas de educación universitaria les mantienen en el promedio de los países de la OCDE y por encima de las ratios medias del conjunto de la población tanto en la OCDE como en la UE22. En cuanto a competencias, destrezas y habilidades, la generación millennial también destaca por su alta cualificación.
Es la primera generación en abandonar el consumo masivo de televisión mostrando su preferencia por el contenido online, especialmente por YouTube en contraposición a la tradicional televisión en directo. La costumbre de leer la prensa en papel ha caído de manera dramática.Los millennials consumen las noticias a través de dispositivos conectados, con una preferencia cada vez mayor por los dispositivos móviles. Se muestra muy activa, pero a su vez sufre de una gran cantidad de ruido, con una continua aparición de rumores y la generación de noticias falsas o alternativas.
Aunque las redes sociales son la vía para descubrir las noticias, es frecuente también el consumo directo o indirecto de los principales diarios digitales para estar al día de sus contenidos. Su cabecera de referencia en el entorno digital es El País, seguida de El Mundo y eldiario.es. Su consumo de la prensa digital medido en tiempo es muy reducido. La mayoría (53%) no dedica al día más de quince minutos a la lectura de la prensa en la red. Son la primera generación que ha empezado a abandonar la televisión y mostrar su preferencia por el contenido online. Buscan la información rápida y breve, pero en el grupo hay un colectivo relevante que valora un periodismo de calidad y una lectura calmada.
Buscan más el entretenimiento que la información en la televisión y en la radio, y la cadena de televisión más vista por los millennials es Tele5. Sus informativos de referencia son los de Antena 3 y sus programas preferidos destacan por romper las estructuras rígidas que antaño mostraba el periodismo y por proyectar los contenidos en las redes sociales. El consumo radiofónico se centra en la radio musical, pues la atención que conceden a este medio como vehículo informativo es escasa, especialmente los millennials más jóvenes.
El capítulo final ofrece una entrevista al profesor de la Universidad del Sur de California Henry Jenkins, autor de Cultura transmedia, Convergence culture o Fans, bloggers y videojuegos, que desgrana aspectos generacionales de los millennials. Jenkins plantea la importancia del activismo y otros factores culturales que los definen. A su juicio, esta generación se caracteriza por participar en la economía colaborativa y por desenvolverse en la llamada cultura transmedia.
Eso implica estudiar más en profundidad el fenómeno de los fans y cómo los contenidos creados por los usuarios se han convertido en un evento social que las empresas se quieren apropiar mientras que muchos de ellos pretenden monetizar. De ese conflicto surgen muchas de las tendencias que explicarán el futuro: cuestiones como la privacidad o la propiedad intelectual y el entretenimiento en general, que han dado lugar a fuentes de oportunidades emprendedoras importantes.