Argentina se encuentra conmocionada por la muerte de Alberto Nisman, fiscal a cargo de la investigaciรณn de los atentados terroristas de 1994 contra un centro de la comunidad judรญa en Buenos Aires. En dรญas pasados, el fiscal habรญa lanzado una acusaciรณn directa contra la presidente Cristina Fernรกndez de Kirchner, seรฑalรกndola como responsable de entablar negociaciones secretas con el gobierno de Irรกn para encubrir a los responsables del atentado a cambio de petrรณleo para Argentina.
La retรณrica oficial –siempre aplastante con sus enemigos– cayรณ sobre Nisman como rayo. El Jefe de gabinete, brazo derecho de la presidente, dijo que esta denuncia era: "disparatada, absurda, ilรณgica, irracional, ridรญcula” y el resultado de una confabulaciรณn desestabilizadora y golpista de “grupos empresariales, grupos de inteligencia internacionales y tambiรฉn de intereses estratรฉgicos internacionales en contra de la Repรบblica Argentina”. Hasta aquรญ todo iba dentro del clรกsico guiรณn kirchnerista: si alguien se atreve a criticar a Cristina y al gobierno, en vez de generar certidumbre y confianza presentando sus argumentos y evidencia, o defendiรฉndose legalmente por vรญas institucionales, opta por destruir retรณricamente a sus crรญticos. Un mandamiento clave de la comunicaciรณn polรญtica habรญa sido violado: No harรกs acusaciones que no puedas probar, o perderรกs la confianza de tu audiencia.
Como en las letras de los tangos, las cosas en Argentina siempre tienden a complicarse en giros dramรกticos e inesperados. Despuรฉs de ser declarado enemigo del gobierno, y un dรญa antes de presentar su acusaciรณn ante el Congreso, el 18 de enero el fiscal Nisman fue hallado muerto en su departamento. Y una vez mรกs, Fernandez de Kirchner sacรณ su manual de lo que no debe hacerse en una crisis y fue siguiรฉndolo paso a paso. Primero especulรณ sin informaciรณn sobre la causa de la muerte del fiscal, pintandolo como un desequilibrado mental que, abrumado por la culpa de hacer acusaciones sin sustento, se quitรณ la vida. Otro importante mandamiento violado: No alimentarรกs el fuego de la crisis con especulaciones. Por eso, el resultado fue completamente contrario a lo que supongo esperaba: en vez de apoyarla, gran parte de la sociedad argentina pensรณ que el gobierno era el sospechoso nรบmero uno de haber matado a Nisman.
A medida que la investigaciรณn avanzaba y se iba haciendo mรกs dรฉbil la hipรณtesis del suicidio, la Presidente cambiรณ de opiniรณn y comenzรณ a especular en sentido contrario, seรฑalando que estaba convencida de que el fiscal no se habรญa matado. El 27 de enero, dio un largo mensaje a la Naciรณn en el que Nisman dejรณ de ser un golpista demente y se convirtiรณ en un instrumento al servicio de oscuros intereses operando desde las entraรฑas del propio gobierno, especรญficamente desde la Secretarรญa de Inteligencia de Estado(SIDE). Vestida completamente de blanco, y mostrรกndose vulnerable en una silla de ruedas debido a una reciente lesiรณn, la Presidente se dijo vรญctima de un grupo de confabuladores, entre los que se encuentran aquellos que la han seรฑalado por posibles actos de corrupciรณn: "Comenzaron a sucederse denuncias con un ritmo de vรฉrtigo, con la complicidad de grupos de fiscales, grupos de jueces, denunciadores anรณnimos y tambiรฉn de periodistas. Esto se comenzรณ a hacer desde algunas oficinas del propio gobierno nacional”. Asรญ, justificรณ su decisiรณn de desaparecer la SIDE y sustituirla por una nueva Agencia Federal de Inteligencia. De paso, tambiรฉn especulรณ sobre la posible culpabilidad material de Diego Lagomarsino, el asistente de Nisman que le consiguiรณ el arma encontrada en su departamento. La Presidente dijo que Lagomarsino la insultaba en su cuenta de Twitter. En su visiรณn del mundo, si alguien la critica no puede ser sino una persona sin moral: un asesino en potencia.
Al final, el anรกlisis de la retรณrica de la Presidente y su equipo muestra que, para el gobierno argentino, la muerte de una persona es lo de menos. En el mensaje ni siquiera hubo un pรฉsame a los deudos del funcionario. Tampoco importa cuidar las formas institucionales, la divisiรณn de poderes o el respeto a la presunciรณn de inocencia o al debido proceso judicial. Lo que importa es cรณmo hacer que la historia les beneficie, o cรณmo darle un giro para que no les afecte. Pero ni con ese pragmatismo a ultranza parece que logran lo que quieren. Su imagen sigue en caรญda, dentro y fuera de Argentina. Se cumple la mรกxima de la comunicaciรณn polรญtica: You can’t win only with spin, es decir, no se puede ganar la batalla por la credibilidad solamente dรกndole vueltas retรณricas a los argumentos y a los hechos.
Los argentinos estรกn expectantes y exigen saber lo que ocurriรณ y hasta dรณnde llega la culpabilidad de parte o de todo el gobierno kirchnerista. Este tiene la casi imposible tarea de demostrarle a una ciudadanรญa escรฉptica que ni era culpable de la acusaciรณn de Nisman, ni es culpable de su muerte, pero al intentar hacerlo solo estรก destapando una cloaca de conspiraciones reales e imaginarias que a la gente le cuesta mucho trabajo entender y creer. ¿Quiรฉn gana? La incertidumbre y la desconfianza.
La lecciรณn es muy clara: la comunicaciรณn de un gobierno democrรกtico debe abonar a la construcciรณn de la confianza de la sociedad. Cuando desde el gobierno se violan mandamientos bรกsicos de la comunicaciรณn, no pierden los funcionarios o sus opositores, pierde toda la sociedad, al dejar de creer en la voluntad y la capacidad de sus lรญderes para manejar situaciones complejas y recuperar el orden. Cuando el poder ve conspiraciones ahรญ donde hay crรญtica, se transmite debilidad y se pierde el respeto de los gobernados. Cuando desde el poder se acusa sin fundamento y se destruye al que disiente, se pierde la confianza. Cuando el gobernante se muestra mal informado y especulativo, se genera incertidumbre. Al final, la emociรณn que le queda al ciudadano que mira este espectรกculo es de miedo al futuro: si ni un fiscal estรก seguro ¿quรฉ nos espera a nosotros? Si la persona que estรก a cargo del paรญs estรก rodeada de traidores y no lo sabรญa ¿quรฉ mรกs puede pasar? ¿dรณnde comienza la verdad y dรณnde termina la mentira?
Este es el costo de los frecuentes pecados de comunicaciรณn polรญtica del gobierno kirchnerista. ¿Los expiarรก en las urnas en octubre? Habrรก que verlo. Sin duda, Argentina seguirรก dando mucho de quรฉ hablar este 2015.
Especialista en discurso polรญtico y manejo de crisis.
