Lanzado en el 2007, el sitio web Medici.tv es actualmente líder en la transmisión de eventos de música clásica alrededor del mundo. Hervé Boissière, su fundador, declara que el espíritu detrás del proyecto es hacer llegar música a la mayor cantidad de personas posible y de esto no hay duda: además de ofrecer contenido gratuito, cuenta con un acervo de conciertos, festivales y documentales.
Medici TV destaca por ser la única plataforma que tiene acceso irrestricto a los principales festivales de música clásica del mundo, aquellos en los que virtuosos y genios se codean uno con otro y participan en colaboraciones imaginables solo en un mundo similar al del fantasy football. Boissière arrancó fuerte en julio de 2007, transmitiendo 29 conciertos del Festival de Verbier en Suiza: en un instante, 132 países pudieron entrar a la sala de conciertos en la que se presentaban Martha Argerich, Evgeny Kissin, Mischa Maisky y Hélène Grimaud entre otros. Pasó poco tiempo para que las cámaras de Medici TV tuvieran acceso al Festival de Lucerne, el Festival d’Aix-en-Provance y, por supuesto, al indispensable Festival de Salzburgo.
Si bien el streaming en HD es atractivo, hay que mencionar que el archivo esconde joyas, tales como la insuperable serie de documentales que Christopher Nupen hizo de uno de los rat packs más memorables de este ámbito. Me refiero a las grabaciones que hicieron Jacqueline Du Pré, Daniel Barenboim, Pinchas Zuckerman e Itzhak Perlman, entre las que destacan el Quinteto La trucha de Schubert y el trío con piano conocido como Fantasma de Beethoven. El trabajo de Nupen es considerado un referente sobre cómo darle un pequeño extra al delicado arte de filmar un concierto.
Boissière destaca cuatro hitos en la historia de Medici TV: la ya mencionada apertura con el Festival de Verbier, la interpretación de Marion Cotillard como Juana de Arco en el oratorio de Arthur Honegger, el íntimo concierto que transmitieron desde el departamento del violinista Joshua Bell y, finalmente, el concierto que la Filarmónica de Nueva York ofreció en un escenario improvisado en la fábrica de Volkswagen, en Dresden. Yo agregaría la transmisión del Réquiem de Mozart que dirigió Abbado en el Festival de Lucerne en 2012 con la soprano Anna Prohaska.
El proyecto no es el único de su tipo. Ante la posibilidad de ganar adeptos a través del internet, la música clásica comienza a presentar una cara mucho más fresca. La Berliner Philarmoniker lleva 6 años promocionando el Digital Concert Hall, para el cual es posible comprar un abono y disfrutar la temporada completa vía Smart TV, Tablet o Smartphone. La Deutsche Grammophone, la firma de música clásica por excelencia, comenzó a elaborar atractivos micrositios para sus intérpretes, los empujó a usar Facebook y Twitter, además de regalar previewsde lanzamientos a los fans más leales.
Las plataformas digitales no solo facilitan el acceso a las salas de conciertos, sino que también persiguen una tarea mucho más difícil, el posicionamiento de la música e intérpretes contemporáneos. Promover composiciones como las de Sofía Gubaidulina, John Adams, Jennifer Higdon o incluso André Previn representa un reto. Como bien señaló el crítico musical Alex Ross, la sombra de Beethoven se extiende sobre sus predecesores y eso hace que le tengamos poca fe a quienes representan el futuro de la música. Además, la atonalidad parece erizar todavía la piel de la mayoría de las audiencias.
Si existe alguna área de oportunidad para Medici TV podría ser en relación no solo a su comunicación, la cual necesita ser un poco más fresca y reiterativa, sobre todo si quiere hacerse de adeptos más jóvenes. También debe comenzar a explotar su acervo con mucha más fiereza: explicar que son uno de los pocos sitios en los que se puede disfrutar a un joven Menuhin o ver dirigir a Toscanini y ahondar en por qué es relevante.
El año pasado, Medici TV cerró una alianza fabulosa con el Carnegie Hall en Nueva York. De manera gratuita, los usuarios del sitio web pudieron disfrutar de tres conciertos premium de la temporada en curso: el primero fue el recital de la mezzo-soprano Joyce DiDonato y el pianista David Zobel, el segundo fue el de la gran violinista Anne-Sophie Mutter y sus estudiantes, los Mutter Virtuosi y el último fue el de la pianista asiática Yuja Wang y el violinista Leonidas Kavakos. A medida que crecen las alianzas y la presencia en la red, el sitio gana suscriptores y existe la esperanza de que este tipo de música gane más adeptos. Los compositores tradicionales son una puerta a los contemporáneos y no explorar esa posibilidad existiendo tantas facilidades en la red es, en cierto modo, un desperdicio.
Maestra en filosofía, publicista y aficionada a la música clásica
