el cine japonés de horror versión remake (ahora cortesía del brasileño Salles) continúa tropezando con la más inconveniente de las piedras del género: la repetición. Nada hay peor que lo predecible cuando uno va en busca de un buen susto. Agua turbia debería marcar la decadencia de la moda del llamado “Jhorror“. No es casualidad, quizá, que todo en la propia película sea decadencia y descomposición. Dahlia (Jennifer Connelly) se muda a un decadente apartamento en la decadente isla Roosevelt de Nueva York sólo para enfrentarse a los demonios de su decadente matrimonio y a (¡sorpresa!) una niña de larga cabellera que emerge de entre aguas encharcadas para aterrorizar a cuanto incauto se cruce por su camino. Todo lo hemos visto antes. Y aburre. Al final, sólo diez minutos de inesperada ternura salvan, para los muy indulgentes, la cinta. Con Tim Roth como un abogado… decadente. -L.K.
Louise Bourgeois (1911 – 2010)
Todavía hace una semana, la escultora y pintora Louise Bourgeois seguía trabajando en su estudio. Tenía 98 años. Habiendo presenciado casi todo el siglo XX y algunos años del XXI, su obra se…
¿Cómo entender la producción del No Grupo? (II)
Sol Henaro, curadora de la exposición del No Grupo en el Museo de Arte Moderno (Ciudad de México)
José Emilio Pacheco, renacentista
Para Cristina Pacheco Abrir tarde o temprano, el volumen que recoge toda la obra poética de José Emilio Pacheco, detener la vista al azar en alguna de sus páginas, nos revelará una de sus…
Reminiscencia del “ojo clínico”
El diagnóstico de enfermedades dependió, hasta hace no mucho tiempo, de la agudeza sensorial del médico. Lejos de la nostalgia, este ensayo pide recordar la relación que los doctores solían…
RELACIONADAS
NOTAS AL PIE
AUTORES