Bebo la oscuridad del incrédulo
del vaso de tu boca. Tomo por hueso
el beso, que es desnudo y es del muerto
el habla, y es del vivo adorno, es rulo,
verdad, afeite, máscara y desnudo.
Recibo del abrazo el rasgón. Sueño
de tu ojo la afección por mí, luego
el consuelo y el amor. Tiemblo. Dudo.
Quiero beber, tomar, recibir. ¡Dame,
golpea tu espada en mí, abre, hiéreme,
riega lo que ningún líquido lave!
Márcame, rásgame con el filo de tu sable.
Quita matando lo que cobarde teme
la temerosa de mi nombre. Te digo, ¡dame! –— Del libro La bebida, por aparecer
en El Taller Martín Pescador.
Los experimentos soviéticos con la historia
El relato promovido por el Kremlin reproduce lugares comunes de la política histórica soviética de los años veinte y treinta, sustituyendo conceptos y eludiendo ciertos acontecimientos. Los…
Las constelaciones oscuras
“En diciembre del año 2001 –ha señalado Patricio Pron– una serie de acontecimientos hizo pensar que el país que habitualmente llamamos Argentina llegaba a su fin.” Una aguda crisis económica…
Historias de cuando éramos del Exilio
La muerte de Franco fue para los refugiados un día triste. El noble, heroico exilio, se volvía anécdota, historia pasada. No había habido justicia histórica ni justicia inmanente ni justicia a secas.
RELACIONADAS
NOTAS AL PIE
AUTORES