135
Se aprende el agua por la sed.
La tierra – por los mares navegados.
Por el dolor, el rapto –
La paz – por sus batallas referidas –
El amor, por el marco del recuerdo –
Por la nieve, los pájaros.
288
¡Soy nadie! ¿Tú quién eres?
¿Eres – nadie – también?
¿Ya somos dos, entonces?
¡No lo digas! podrían descubrirnos – ya sabes.
¡Qué fastidio – ser – alguien!
¡Qué impudicia – lo mismo que una rana –
Decir tu nombre – todo el santo junio –
A un pantano pasmado!
516
La belleza – no es causada – sólo es –
Dale caza, se eclipsa –
No la caces, se queda –
Atrapan las arrugas
En los prados – el viento
Le desliza sus dedos –
La deidad velará
Para que nunca lo hagas –
644
Me dejaste – Dios mío – dos legados –
Un legado de amor –
Un padre celestial habría bastado
De habérselo ofrecido –
Me dejaste fronteras de dolor –
Extensas como el mar –
Entre el tiempo y lo eterno –
Tu inteligencia – y yo –
686
Dicen que “el tiempo aplaca” –
Nunca el tiempo ha aplacado –
Un sufrimiento de hoy se fortalece
Igual que los tendones, con la edad –
El tiempo es una prueba del dolor –
Y no un remedio –
Si esto se prueba, también prueba
Que no existía enfermedad –
1233
De no haber visto el sol
Podría yo sobrellevar la sombra –
Pero la luz un más joven desierto
Mi desierto ha creado –
1251
Silencio es todo nuestro miedo.
Hay un rescate de una voz –
Silencio, empero, es infinito.
Él mismo no posee rostro.
1379
Su mansión en la charca
Abandona la rana –
Se sube sobre un leño
Y da sus conferencias –
Su auditorio, dos mundos
(Descontándome a mí) –
El orador de abril
Está ronco actualmente –
Lleva en los pies mitones
Y carece de manos –
Su elocuencia, burbuja
Como ha de ser la fama –
Aplaudidlo y veréis
Para disgusto vuestro
Que se esfuma Demóstenes
En aguas verdinosas –