Sr. director:
Solicito respetuosamente la publicación de las siguientes líneas en respuesta a lo escrito por Ricardo Cayuela Gally en la sección “Desde la redacción” en el número 133 de Letras Libres, enero de 2010.
Desde su aparición en 2006 la revista Folios, publicación de discusión y análisis editada por el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana del Estado de Jalisco, se ha trazado como línea editorial el debate y el respeto al disenso y a la diferencia de opiniones. Los contenidos que se han hecho públicos en la misma son, por tanto, responsabilidad de sus autores y se publican como parte de un ejercicio de tolerancia y pluralidad.
En el número 15 de la revista Folios (otoño-invierno 2009) abordamos el tema del cincuenta aniversario de la Revolución cubana. En dicha entrega intentamos mostrar diversas opiniones sobre los haberes y deberes de la mencionada revolución. Si bien es cierto que algunos colaboradores presentaron una visión apologética del acontecimiento, también es cierto que se publicó, por lo menos, otra colaboración con un tono crítico hacia el régimen cubano, colaboración que por cierto Cayuela Gally no vio, no leyó o no quiso ver. Desde su limitada perspectiva, ya que únicamente analiza una parte de nuestra publicación, nos trata de hacer pasar como defensores del “totalitarismo desde el consenso de los partidos políticos, esos tristes representantes de la democracia formal y burguesa”.
En Folios lo único que defendemos es la pluralidad de voces y opiniones y en esa pluralidad cabemos muchos (liberales, conservadores, socialistas, demócratas, revolucionarios, reformistas, etcétera) aunque le pese a Cayuela Gally. Los académicos referidos en el comentario del jefe de redacción de Letras Libres decidirán por sí mismos si responden a las alusiones que se hicieron sobre sus trabajos.
Atentamente, ~
– Víctor Hugo Bernal Hernández
Consejero electoral y director de Folios
Sr. director:
La crítica de Ricardo Cayuela “Crisis académica”, sobre el dossier dedicado a la Revolución cubana (Folios núm. 15), merece algunos apuntes aclaratorios. En ese confeti crítico de citas descontextualizadas, epítetos e ironías que el autor arroja a algunos de quienes colaboramos en aquel dossier, percibo algunas inconsistencias. 1) Concluir “la academia no está en crisis. La academia es la crisis” no significa nada. La referencia a mi grado académico en el ensayo es un dato biográfico y no un “disfraz”, porque yo no escribí como académico (no lo soy: la revista dice: “Licenciado…” en tal y “estudia la maestría…” en tal). 2) De entre las diez cuartillas de mi ensayo, el autor cita un párrafo. Este, lejos de elogiar el castrismo, es una crítica del fracaso de los grandes programas políticos de la modernidad. Ni la Cuba “comunista” ni nuestras democracias liberales son la Arcadia de la libertad, sostengo tras un balance histórico de la práctica y el discurso castristas. ¿Esto me hace defensor del “totalitarismo”? 3) Que el pueblo de México pague con sus impuestos la UNAM o la UANL, ¿hace una diferencia en esa caracterización de la “crisis académica”; es un argumento? Me parece, más bien, que es un síntoma de prejuicios velados bajo el disfraz de la “libertad” y la “crítica”. Si el autor quería afirmar que la academia (pública) está en crisis, no precisaba del collage: bastaba hablar de aquellos “académicos” e “intelectuales” “libres” que no se atreven a hablar de Cuba más allá de la condena pura.
Respetuosamente, ~
– Silvano Cantú
Sr. director:
Basado en el derecho a réplica, solicito la publicación de las siguientes líneas en relación al texto “Crisis académica”, escrito por Ricardo Cayuela Gally, en el número de Letras Libres de enero de 2010.
Siguiendo su anacrónica vocación de inquisidor, el editor de Letras Libres realiza una crítica al número de la revista Folios dedicado al análisis del 50 aniversario de la revolución cubana, en el que varios académicos opinamos sobre este trascendente acontecimiento latinoamericano.
Aclaro en primera instancia que no tengo “heroico cubículo” (gastado cliché neoconservador, que pretende pasar por ironía) en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, de la que soy profesor de asignatura desde 1996. Además de constituir una de las áreas temáticas que abordo en mis trabajos de investigación (sin disfraz alguno), como profesor de tiempo completo de la UACM y miembro del sni, conozco a Cuba y su revolución a partir de labores de trabajo voluntario (que sí existe), como integrante de la Brigada Lázaro Cárdenas, que me han permitido acercarme a la rica y multifacética cotidianidad cubana de manera directa.
Las distorsiones sobre Cuba del editor de Letras Libres, nada novedosas viniendo de esta publicación, son de alguien que no sólo desconoce esa realidad, sino que comparte plenamente la perspectiva del sector más recalcitrante del exilio cubano radicado en Miami.
En el momento en que Cayuela cataloga el contenido de la revista Folios de totalitario (cuando de hecho se expresan posiciones plurales y algunas bastante encontradas) y decreta que la academia “es la crisis” (¡ah profundidad!), se entiende que su opinión es la única aceptable. Entonces, pregunto: ¿Quién realmente es el totalitario? ~
– Dr. Nayar López Castellanos
Aparte de las pertinentes correcciones en los brillantes currículos académicos de los articulistas (que deberían dirigir a la revista Folios, porque de ahí los tomé), me reafirmo en lo dicho: es una vergüenza que una revista patrocinada por un instituto electoral dedique un dossier a festinar irresponsablemente la dictadura más vieja de América. Calificarla de dictadura no es una ocurrencia neoliberal mía. Human Rights Watch, Reporteros Sin Fronteras, Amnistía Internacional, el visitador de Derechos Humanos de la ONU y Freedom House, entre otras agencias del imperialismo, piensan lo mismo. Por cierto, no dije que la revista Folios sea totalitaria, sino que hace la apología de un régimen totalitario, gracias, entre otros, a los sesudos y objetivos análisis de los académicos López Castellanos y Cantú. ~
– Ricardo Cayuela Gally