Señor director:
Sobre la ilusión del progreso (número 72, noviembre), pienso que vale de ella la autoeducación como fiel del desarrollo cultural alcanzado. Porque, parodiando el apotegma hipocrático, aunque hay enfermedades, lo importante es el enfermo. Y la encuentro como cuando sobre el espejo de un lago cae una piedra. Resultan a priori prácticamente inmensurables las amplitudes culturales, sociales, comunitarias que alcancen las ondas. Durante la ejecución de un concierto de la OFUNAM, una viola aumenta los decibeles de su parte sin responder a las indicaciones del director; entonces éste, con amable gesto, la invita a ocupar el sitio del solista terminando la total partitura, con la ovación del público cuando llegó a su final.
Atentamente
Todo está escrito con espejos
Las malditas ventanas no tienen cristales, sólo celosías. La luz de la bujía parece que se apaga sin haber aire alguno. Pero no se apaga. Debe de hacer un calor de todos…
Hidetada Sato (cuento)
Donald Richie sirvió en la Marina de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra y en 1947 llegó a Tokio, donde inició una formidable obra literaria como crítico de cine de Pacific Stars and…
En que propongo la “Crónica Malevitch” de u n g o c e i n d i v i s o
Sordos ciegos mudos: sóloen tocar oler gustary así flotando a la deriva nadadoresde una tibieza sin ahorani aquí de un no saber ni dónde empiezan mi tu…
Maryanne Amacher: Una bocina pequeñita dentro del oído
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