Honda montaña,
entre los arces rojos.
El ciervo brama
y al oírlo, de pronto,
se entristece el otoño.
Sarumaru
Corté estos brotes
del campo, en primavera,
por complacerte,
y mis mangas enteras
se cubrieron de nieve.
El Emperador Koko
Si las cortara,
las cortara con una
corazonada:
flores de crisantemo
blancas bajo la escarcha.
Oshikochi no Mitsune
Es insondable
el corazón del hombre,
pero en mi pueblo
huelen igual que antes
las flores del ciruelo.
Ki no Tsurayuki
No se ha cerrado
la noche y ya amanece:
es el verano.
¿Y dónde, entre las nubes,
la luna se ha alojado?
Kiyohara no Fukayabu
Boca de Yura.
Igual que el marinero,
roto el timón,
voy al pairo y no veo
a dónde va mi amor.
Sone no Yoshitada
Como las olas
que furioso echa el viento
contra las rocas:
así estoy yo, deshecho,
entre mis pensamientos.
Minamoto no Shigekuyi
Aunque amanezca,
lo sabemos, la noche
siempre regresa.
¡Pero cómo es odiosa
la débil luz primera!
Fujiwara no Michinobu
Calló hace mucho
la voz de la cascada,
pero su nombre
corre aún por el mundo
y acrecienta su fama.
Fujiwara no Kinto
La aurora rasga
la niebla y en el Uji
surgen las cañas
de las redes de pesca
en los vados clavadas.
Fujiwara no Sadayori
Por almohada
tu brazo en breve sueño
de primavera…
¡y que mi nombre a nada
después se redujera!
Suo Nakako
No es lo que quiero.
Pero si en este mundo
cambiante quedo,
de esta noche y su luna
conservaré el recuerdo.
Sanjyo, emperador retirado
La tempestad
sobre el monte Mimuro:
fluye un brocado
de hojarasca de arce
río Tatsuta abajo.
Noin, monje
Qué soledad.
De mi cabaña salgo
para encontrar
lo mismo en todos lados:
otoño en el ocaso.
Ryosen, monje
El Takasago,
con cerezos en flor
sobre las faldas…
¡No suban, por favor,
nieblas de la montaña!
Masafusa
Nubes viajeras
por el viento de otoño
de pronto abiertas.
Claridad de la luna
a través de una grieta.
Sakyo no Daibu Akisuke
El cuco canta,
pero al volver la vista
no encuentro nada.
Una pálida luna
en el cielo del alba.
Fujiwara no Sanesada
No se han secado
las gotas del chubasco
en los cipreses
y la niebla se extiende:
es otoño, y ocaso.
Jakuren, monje
Noche escarchada.
Cantan cerca los grillos.
Tiendo mis ropas
sobre la estera helada:
nadie duerme conmigo.
Fujiwara no Yoshitsune
Viento en los robles
por el río de Nara
en el ocaso.
Hacen sus abluciones:
el verano no acaba.
Fujiwara no Ietaka
Traducción de Aurelio Asiain
Mis versiones, que no se toman libertades con el sentido de los versos, conservan la métrica original y, a cambio de los juegos fonéticos que es imposible reproducir,
introducen la rima. A.A.