Sonido virgen
The vacant text glows white on pages that are black.
Peter Redgrove
Arrojo la Biblia al río y
desde la altura del puente
veo que el lomo azul
ondea como espinazo
de criatura viva. Intrigado
no pierdo de vista el recorrido;
cuando ella navega, el agua
se agita y babea espuma.
El libro tras darse vuelta
pasa las hojas como quien
se lee a sí mismo y
memoriza los versos,
luego las letras se abren
y elevan cual remolino
de cenizas. El texto es ahora
terreno baldío, pluma de cuervo.
Desde su sitio, las estrellas—
todas en primera fila—
se emocionan ante el ascenso
de las invitadas. Un perro aúlla.
Una rata con visible apuro
pasa a mi costado y desciende a
la ribera. A medida que la
noche avanza mi libro se debilita.
Como aluvión de agua negra
el cielo desborda el cauce.
De pronto un hombre con ropa raída
surge del río. Lleva en las manos
lo que ahora es un cuaderno
abierto en la primera página.
Me mira entonces a los ojos,
pronuncia mi nombre y en
taquigrafía documenta el himno
que brota de estos labios:
rumor en lengua nunca antes vista.
Combustión espontánea
La urgencia súbita de reparar,
de atender el dolor de corazón,
de enunciar un propósito de enmienda.
La rehabilitación de mordeduras
que, desde el techo y las paredes, brillan;
donde las cámaras y los ladridos
cuelgan de redes de alambre de púas.
Tus manos resemblan un cernícalo—
tigre como todo pájaro—cuyos
nudillos de piedra, enardecidos
por las plumas, buscan alzar vuelo:
la combustión espontánea que surge
de los latidos de cada promesa.
Tus rodillas se clavan en el lodo
con elegancia digna de escultura,
no obstante, nada permanece donde
nosotros queremos—los platos rotos
pegados con saliva. El apetito
por el sol se extiende: la rebelión
de nuestros días bajo luz de vela.
(Arequipa, 1983) es autor de Brame el fuego (Vinciguerra, 2009) y Naturaleza muerta con langosta (Buenos Aires Poetry, 2018).