Huellas/ trayectos es una revisión de media carrera, que perfila de manera minuciosa y reveladora más de tres décadas de trabajo de la artista mexicana Perla Krauze. A partir de la exploración de materiales, volúmenes, superficies y resquicios cotidianos, Perla entreteje herencias disímiles: del arte povera al minimalismo, de la abstracción matérica a la intervención efímera de sitios. La naturaleza efímera o permanente de las formas, se alterna y se sobrepone en un sinnúmero de soportes y sustancias.
Estructuras/ Ordenes
La obra de PK establece su nodo procesual, en devenir, a través de articulaciones de materiales, gamas, formas y texturas; y de ciertos motivos estructurales u organizativos. Mesas, estanterías en muestrario, escaleras, continuum, depósitos, y ordenamientos aleatorios (en correlaciones rizomáticas o en constelaciones) explicitan el carácter de flujo de su trabajo. Toda su obra pareciera someterse a una compulsión taxonómica o clasificatoria, (quizá relacionada con su formación de antropóloga) cuyos órdenes o lógicas responden a registros cotidianos, elecciones circunstanciales, memoria personal, o sintonías entre valores plásticos y/o emocionales.
Trayectos/
Una de las pautas persistentes en PK –y que relacionan las ideas de paisaje, de marca y de lugar– es intervenir sitios específicos mediante la elección de elementos mínimos como grietas, superficies texturadas, ramas, hierbas, semillas o flores silvestres. PK además replica en una sustancia alterna, o en calco sobre papeles o resinas, la manera en que una entidad de sitio es percibida. Krauze crea especie de clones escultóricos, que conversan espejeando su materialidad, sea natural o facturada. Las recolecciones, extracciones o “excavaciones” de PK, ocurren como registro de un trayecto personal, cotidiano; como la bitácora de un paisaje apropiado.
Entornos/ Sitio específico
Las piezas de PK nunca se cierran sobre sí, en su auto-referencialidad contemporánea; más bien contaminan y tejen de manera aleatoria el proceso que las entrelaza como un todo, a partir de materiales, soportes, formas, series y semejanzas; desde géneros y técnicas muy disímiles entre sí. Toda pieza es parte de un discurso amplificado: su investigación. Un entorno-espacio-laboratorio que de algún modo es la metonimia de una arqueología mayor. La idea del entorno como paisaje es fundamental a su motivación escultórica; y el sitio específico siempre queda plasmado o sintetizado de manera residual, como reliquia o como huella.
Materiales/Texturas
El lienzo crudo, la madera, el plomo, las piedras, las resinas, y el hierro, han sido desde siempre los materiales elegidos en la obra de PK. La relación entre las cualidades plásticas del material y sus sensaciones táctiles y visuales, y el modo en que sus formas y ordenamientos se relacionan o entrelazan, es fundamental a esta búsqueda. Un interés cuyo soporte pictórico se trasluce en gamas equivalentes, siempre tendiendo a los neutros, y a las gradaciones sutiles de grises, blancos, negros y sepias. La idea de superficie, en tanto piel; y de la textura entendida como una tactilidad latente al espectador, hacen que muchos de estos trabajos sean legibles a la vez como pinturas y/o como esculturas alternativamente. La fortaleza física de su materialidad, despoja de ilusionismo pictórico o de referencialidad a las superficies, a pesar incluso de su sutileza visual.
Huelas/trayectos se expone en el MAM del 9 de diciembre de 2010 al 6 de marzo de 2011