El Servicio de Administración Tributaria (SAT) de la Secretaría de Hacienda (SH) informó a la comisión de Hacienda de la cámara de Diputados que en el año de 2008 unos 400 grupos empresariales –el 3.3 por ciento de los grandes contribuyentes activos– pagaron 85 mil millones de pesos sobre ingresos acumulados de 4 billones 960 mil millones de pesos, como informa aquí el diario con el mejor lectorado de México.
Dice el SAT que en 2008 esos 400 grupos empresariales pagaron en promedio un impuesto sobre la renta (ISR) equivalente apenas al 1.7 por ciento. Si esos grupos empresariales hubieran pagado no el 1.7%, sino el 5%, la federación habría recibido 250 mil millones de pesos en vez de los 85 mil que recibió. ¿Por qué es así? Porque esos grupos empresariales están “amparados por el régimen de consolidación fiscal”.
Ahora bien, me declaro radicalmente ignorante de las leyes fiscales y de sus regímenes. Es más, ante la frase “amparados por el régimen de consolidación fiscal”, me declaro ignorante hasta de la lengua castellana. Lo que sí entendí es que consolidar fiscalmente significa que hay empresas que si acumulan ingresos por mil pesos le pagan al fisco sólo 17 pesos.
¿Por qué las personas físicas pagamos hasta 280? ¿Por qué a mí me quitan quince veces más sin darme chance de regimentearme ni mucho menos de consolidarme? A falta de mejor respuesta, supondré que obedece a que no soy un gran empresario, sino un pinche causante cautivo.
Con todo, según el SAT, los (pinches) causantes cautivos somos los que más aportamos a la recaudación de impuestos: el 49.9% del tributo en el primer semestre de 2009. Pagamos 139 mil 517 millones de pesos mientras que las empresas pagaron 96 mil 538 millones.
Al parecer, según la SH, el tal régimen de consolidación fiscal (creado por Luis Echeverría en 1973) “Consiste en un diferimiento del impuesto, por lo que el gasto fiscal que se reporta se compensa en futuros ejercicios fiscales”. Pues si en 1973 ese “futuro” era 2009, ya estuvo que algo salió mal, pues la SH cataloga al tal régimen como “la sexta fuente de pérdida recaudatoria más importante.”
Pero hay quienes opinan, claro, de otro modo.
Por ejemplo el señor Víctor Keller, vicepresidente del Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), se mete aquí en serios líos para no reconocer abiertamente que el tal régimen consolidado ayuda a evadir impuestos, y aún así reconoce que supone “prácticas permitidas para pagar menos impuestos, en algunos casos”.
En la misma página, el señor Herbert Bettinger, especialista en impuestos del ITAM, declara que “los impuestos diferidos implican millones de pesos que se le deben al fisco, el cual no puede cobrarlos por los tiempos.”
Ahí mismo se citan fuentes de la SH que estiman “que por la consolidación fiscal México dejará de recaudar el año que viene 13 mil 134 millones de pesos” (una cifra bastante inferior a lo que hubiera entrado si esos 400 grupos hubieran pagado el 5%, según el SAT).
Por su parte, el señor Carlos Cárdenas, “socio fiscal de Ernst & Young”, sostiene que el tal régimen “no les regala un peso a las empresas ni las subsidia” y que “mutilar” el régimen de consolidación “inhibiría la competitividad de México” pues traería una desventaja para las empresas mexicanas con respecto a las extranjeras”, y agrega:
Si con el ánimo de recaudar, en este momento, las empresas se ven disminuidas con las extranjeras, a la larga habrá menos recursos para las empresas, menos impuestos para el fisco y se perderían empleos.
Sigo sin entender nada. ¿Pagan impuestos o no pagan, a la larga o a la corta? Y si pagan ¿por qué hay lío? Y si no pagan, ¿por qué no pagan?
El señor Alejandro Werner, subsecretario de Hacienda y Crédito Público, declaró por su parte que se reformará el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) y el mismo ISR para que más empresas cumplan con sus obligaciones fiscales. Se trata, dijo Werner, de que los impuestos empresariales alcancen los 70 mil millones, 26 mil de los cuales resultarían de las modificaciones al famoso “régimen de consolidación fiscal”. Pero ¿no es eso menos que los 96 mil que ya pagaron?
Así que continúo sin entender: si hay empresas que no cumplen, no les reforme nada, señor Werner: ¿tenían que pagar y no pagaron? Métalos al bote, y listo.
Y obviamente no pagaron, pues de otro modo el SAT no diría que “por casi tres décadas el fisco federal ha venido financiando a los contribuyentes de este régimen”…
En fin, que por lo que a mí toca está muy bien que se trate de acabar con los sindicatos cuyos excesos paga el erario, pero deja de parecerme bien cuando hay grupos empresariales que adelgazan al erario no pagándole.
El que a pie se halla, mire no se caiga…
Es un escritor, editorialista y académico, especialista en poesía mexicana moderna.