Frases como “Luke, soy tu padre” y “que la fuerza esté contigo” no pertenecen ya a la famosa saga de Star Wars, sino a la vida misma. Rodeados de referencias y alusiones sobre el clásico de George Lucas, vivimos con sus personajes casi tanto como con algunos héroes históricos e incluso contemporáneos, de carne y hueso. Las referencias a los jedi están en todas partes: desde la caja del cereal hasta la película de culto, pasando por varios capítulos de Los Simpson y alguna sátira en Southpark. ¿Qué podríamos pensar sobre Star Wars, sin haberla visto, a partir tan sólo de esos datos dispersos? The Guardian le propuso el ejercicio de imaginación a uno de sus colaboradores, que redactó esta breve sinopsis de la saga sin haber visto jamás ni media película.
J.J. Abrams, famoso por crear la serie de televisión Lost, nunca fue un fan de Star Trek. Los personajes no le provocaban la empatía que sí ha llevado a miles y miles de personas a adoptar la serie de ciencia ficción como su patria emocional. Un dato irrelevante, sin duda, de no ser porque Abrams es el director de la última película de la serie –de la franquicia como dicen los avezados en el lingo cinematográfico. Star Trek está próxima a estrenarse; es una precuela y veremos a los personajes clásicos en sus años mozos; parece, además, distinguirse por ser un largometraje que apuesta por la ligereza. Esta inclinación hacia el optimismo, sin importar lo evasivo o forzado del sentimiento, parece señalar algo más: una consonancia con los tiempos políticos que corren. Mark Simpson escribe sobre Star Trek en la era de Obama.
– La redacción
