La temperatura se eleva tanto que respirar quema, el cuerpo se llena de pequeƱas gotas de sudor y, junto con este, sale tambiĆ©n el dolor. Dentro de saunas tradicionales, asĆ como de unos mĆ”s excĆ©ntricos -uno construido dentro de una caseta telefĆ³nica, una especie de sauna/tractor, un tipi sauna, etc.- hombres de distintas edades y profesiones -desde jĆ³venes hasta ancianos; santa closes, mineros, vagabundos o militares- expulsan sus demonios internos, utilizando el sauna como una especie de confesionario, todo con el fin de encontrar la paz interior.
Es difĆcil pensar en alguna pelĆcula en la que el gĆ©nero masculino sea retratado de forma tan vulnerable como en Vapor de vida. En el documental, varios hombres finlandeses se desnudan fĆsica y emocionalmente, narrando a un compaƱero o grupo de amigos alguna experiencia personal que haya tenido un efecto profundo en su vida. Hombres que a primera instancia intimidan y que poseen el temple mĆ”s frĆo, relatan historias de pĆ©rdidas de familiares o hijos, acontecimientos traumĆ”ticos y trĆ”gicos, mientras su compaƱero sĆ³lo escucha pacientemente. Como el agua echada a las piedras sobre la estufa del sauna, el dolor se evapora mientras se aproxima el fin de la historia. Al terminar, una cerveza y una mirada al infinito completan el proceso de catarsis, y la limpia corporal y espiritual termina.
Hasta hace 50 aƱos, este documental hubiera sido inimaginable. El sexo masculino ha sido retratado histĆ³ricamente como el sexo fuerte: seres estoicos capaces de controlar por completo sus emociones -excepto la ira, tal vez-, de quienes dependen las mujeres y sus hijos por completo para poder subsistir en el mundo. Y aunque en el mundo posmoderno es claro que estos son Ćŗnicamente estereotipos, en sociedades machistas como la nuestra todavĆa abunda esa imagen en varias comunidades y familias.
A pesar de la enorme carga emocional de las historias, Vapor de vida nunca se siente pesada. Los directores Joonas Berghall y Mika Hotakainen cuentan con un gran sentido del ritmo, entremezclando historias trĆ”gicas con otras mĆ”s cĆ³micas, evitando que la cinta sea abrumadora. Entre cada historia, geniales planos abiertos de paisajes finlandeses sitĆŗan al espectador en el contexto geogrĆ”fico, pero, junto con la sutil y melancĆ³lica musicalizaciĆ³n y el uso exclusivo de tomas fijas, se crea un proceso de inmersiĆ³n y una especie de hipnosis en el espectador que ayuda a que este se olvide por completo de su contexto psicosocial. AsĆ, en el momento en el que las cĆ”maras se introducen dentro del baƱo -los realizadores, junto con el camarĆ³grafo y el tĆ©cnico de sonido, tambiĆ©n se meten desnudos al sauna mientras filman las historias-, el espectador termina por sentirse como otro interlocutor.
El resultado final es un emotivo filme que no sĆ³lo muestra la importancia cultural que tiene el sauna en Finlandia, paĆs en el que fue inventado y en el que hay aproximadamente uno por hogar, sino que enseƱa que hasta el hombre con la mirada mĆ”s despiadada necesita a alguien que lo escuche. De preferencia, con una cerveza bien frĆa.
