Jornada 1, Fase de Grupos
EspaƱa 0 ā Suecia 0
Los serios problemas de EspaƱa de cara a porterĆa evitaron que la selecciĆ³n sumase su primer triunfo en la Eurocopa mĆ”s atĆpica de la historia. Fue, no obstante, una buena puesta en escena la del equipo entrenado por Luis Enrique, y quizĆ”s mereciĆ³ mĆ”s suerte en el resultado final ante la rocosa Suecia, pero el marcador de La Cartuja no se moviĆ³ en ningĆŗn momento. La enorme sequĆa es un lastre preocupante.
Nadie esperaba un inicio tan avasallador por parte del equipo local. Solo se ha escuchado ruido en torno a la concentraciĆ³n de la selecciĆ³n, fruto de muy diversos motivos: la no convocatoria de Sergio Ramos, los casos positivos de coronavirus, el affaire de la vacunaciĆ³n a los jugadores y la acuciante falta de confianza general en el equipo llevaban a pensar que EspaƱa, como en los viejos tiempos, se la podĆa pegar en el debut, como cuando Zubizarreta ese gol en propia contra Nigeria. De hecho, se ha comparado mucho la EspaƱa actual con la que dirigiese, otrora, Javier Clemente. Son muchas las diferencias entre ambos tĆ©cnicos pero, quizĆ”s, la mĆ”s hilarante es que al asturiano le encanta un Sarabia y el otro odiaba a otro Sarabia.
Lo que sĆ tenĆa la EspaƱa del tĆ©cnico vasco era mĆ”s gol que la actual. Luis Enrique se obstina por dejar en el banquillo a Gerard Moreno, campeĆ³n de la Europa League y uno de los mĆ”ximos goleadores a nivel continental en la presente temporada, con mĆ”s de treinta tantos. En su lugar saliĆ³ Morata, cuya relaciĆ³n con el gol se podrĆa definir, de modo cariƱoso, como conflictiva. Tuvo en sus manos el delantero una ocasiĆ³n de esas que es mĆ”s fĆ”cil meter que marrar, pero Morata hizo de Morata y mandĆ³ el esfĆ©rico fuera. Un sentido homenaje a su propia trayectoria que el pĆŗblico āparte de los 12.000 asistentes en la calurosa noche sevillanaā premiĆ³ con los primeros silbidos de la noche.
No fue la clara ocasiĆ³n desperdiciada por el actual futbolista de la Juventus de TurĆn la Ćŗnica que tuvo el equipo en la primera contienda. Olmo y Koke estuvieron cerca de inaugurar el conteo pero, algunas veces la mala suerte y, otras, la excelente actuaciĆ³n del portero Olsen evitaron que la hinchada celebrase. Si bien, el ritmo frenĆ©tico presagiaba que el gol debĆa estar al caer. Incluso Luis Enrique parecĆa disfrutar sentado en su nevera, y hasta el espectador con mĆ”s imaginaciĆ³n esperaba que el asturiano, de un momento a otro, abriese el refrigerador portĆ”til y cogiese una cerveza para bebĆ©rsela tranquilamente mientras disfrutaba del espectĆ”culo.
Los suecos no pasaban del medio del campo. De hecho, sin temor a equivocarse se podrĆa afirmar que la presencia en el Ć”rea espaƱola durante la primera parte fue, incluso, de menor duraciĆ³n que el āencuentro bilateralā mantenido por Pedro SĆ”nchez y Joe Biden en la cumbre de la OTAN. De la tiranĆa espaƱola en la primera mitad solo se salvĆ³ el buen hacer del meta Olsen, el gran trabajo defensivo de Olsson y Ekdal āeste Ćŗltimo, con innegable nombre de mueble de Ikea, como constatĆ³ con ironĆa y finura Manuel Arias Maldonadoā y la velocidad de Isak. El delantero de la Real Sociedad, al filo del descanso, pudo marcar el que habrĆa sido un 0-1 doloroso, pero su remate con carambola acabĆ³ golpeando el palo.
La ocasiĆ³n de Isak destapĆ³ ciertas fragilidades a las que, en los Ćŗltimos torneos, el aficionado espaƱol se ha acostumbrado de forma preocupante. No hace falta mĆ”s que fijarse en la porterĆa. Unai SimĆ³n, dubitativo, no parece despertar una confianza total a nadie, y si se mira el banquillo encontramos a un guardameta desconocido para la inmensa mayorĆa āes difĆcil que alguien que no sea oriundo de Brighton y aficionado al equipo de la ciudad inglesa haya visto algĆŗn partido del joven arqueroā y De Gea. De este Ćŗltimo se recuerdan sus continuas estatuas en el Mundial de Rusia de 2018, y si se echa la vista varios aƱos atrĆ”s, se puede recordar el ridĆculo de Ćker Casillas en Brasil, cuando PaĆses Bajos le endosĆ³ cinco y Robben lo puso a bailar. Ante el esperpento en la porterĆa, una soluciĆ³n original podrĆa pasar por poner a SimĆ³n en el medio del campo, como Clemente āde nuevo, el vasco, pioneroā hizo con Molina. No hay que olvidar que casi le marca un gol a Noruega, justo lo que este equipo tanto echa en falta. ĀæPor quĆ© no probar suerte con SimĆ³n? Igual funciona mejor que Morata.
La euforia del inicio se apagĆ³ de forma paulatina conforme el cansancio lĆ³gico hizo mella y, pese al empuje en los Ćŗltimos compases, el empate inicial fue el que imperĆ³ a final de los noventa minutos. Pese a los buenos tramos de buen juego, deberĆa preocupar al aficionado espaƱol la pĆ³lvora mojada āo inundadaā. Los tres puntos contra Polonia, el prĆ³ximo sĆ”bado, son decisivos si EspaƱa aspira a ser primera de grupo en este, a priori, sencillo grupo E.
Elios Mendieta es periodista. Es autor de 'Memoria y guerra civil en la obra de Jorge SemprĆŗn' (Escolar y Mayo).