No pasĆ³ mucho tiempo despuĆ©s de la toma de posesiĆ³n de Joe Biden para que se reactivara la versiĆ³n en espaƱol del sitio web de la Casa Blanca. Esta decisiĆ³n era esperada y es significativa, porque revirtiĆ³ una de las primeras acciones del gobierno de Trump: la desactivaciĆ³n de la versiĆ³n en espaƱol del sitio web, la cual habĆa existido ininterrumpidamente desde la presidencia de George W. Bush. (Curiosamente, el equipo de comunicaciones de la Casa Blanca de Trump mantuvo la cuenta @LaCasaBlanca en Twitter para publicar anuncios esporĆ”dicos en espaƱol.)
TodavĆa es pronto para decir cuĆ”les serĆ”n las polĆticas lingĆ¼Ćsticas de la administraciĆ³n de Biden, pero ya se han visto otros cambios positivos. Luego de que durante la investidura la bombera Andrea Hall pronunciara el juramento a la bandera simultĆ”neamente en inglĆ©s y en lenguaje de seƱas, las conferencias de prensa de la Casa Blanca ya van acompaƱadas con la traducciĆ³n simultĆ”nea a este lenguaje (lo cual ya ha dado pie a controversia, cuando se descubrieron los vĆnculos de la primera intĆ©rprete con la extrema derecha). TambiĆ©n se ofrecen subtĆtulos en el canal oficial de YouTube. Todo esto indica un compromiso con la equidad y la transparencia, y con tomar en serio las necesidades de las minorĆas lingĆ¼Ćsticas y la comunidad de personas con discapacidad.
La administraciĆ³n pasada sirve como ejemplo para comprender lo que las decisiones aparentemente pequeƱas, como la accesibilidad idiomĆ”tica, revelan acerca de polĆticas mĆ”s amplias. Visto en retrospectiva, el sitio web de Trump, disponible solo en inglĆ©s, presagiaba las polĆticas lingĆ¼Ćsticas deliberadamente negligentes de su gobierno. Estas vieron sus puntos mĆ”s bajos en la crisis causada por la falta de traductores calificados en la frontera entre Estados Unidos y MĆ©xico, y la escasez de informaciĆ³n de salud pĆŗblica actualizada en las lenguas mĆ”s habladas dentro del territorio estadounidense durante las primeras semanas de la emergencia de la covid-19.
Si se deja de lado el sitio web de la Casa Blanca, la comunicaciĆ³n entre el gobierno y sus ciudadanos sigue siendo sobre todo en inglĆ©s. Aparte del Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano y (parcialmente) el Departamento del Tesoro, los sitios web de los departamentos a nivel de gabinete no ofrecen versiones accesibles en espaƱol, mucho menos en otros idiomas. Agencias como el Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglĆ©s), una unidad del Departamento del Tesoro y la AdministraciĆ³n de Seguridad de Beneficios Laborales de los Empleados (EBSA, por su siglas en inglĆ©s), en el Departamento de Trabajo, hacen mejor el trabajo de brindar versiones en espaƱol de sus servicios, pero la mayorĆa todavĆa son solo en inglĆ©s.
En realidad, lo Ćŗnico que empuja a las agencias de gobierno a ser multilingĆ¼es es la buena voluntad y un memorando emitido en los Ćŗltimos meses del gobierno de Obama acerca de la accesibilidad de los sitios web. El TĆtulo VI de la Ley de Derechos Civiles, que prohĆbe la discriminaciĆ³n de cualquier tipo, y la Orden Ejecutiva 13166, que amplĆa la Ley de Derechos Civiles de 1964 para mejorar el acceso a los servicios pĆŗblicos a personas con dominio limitado del inglĆ©s, garantizan que los servicios federales brinden asistencia lingĆ¼Ćstica gratuita a quien lo solicite. Algunos sitios web de departamentos gubernamentales, incluido el Departamento de EducaciĆ³n o incluso la Oficina de Derechos Civiles que supervisa esta disposiciĆ³n, dirigen a los visitantes hacia este servicio obligatorio de asistencia de idiomas. Cualquier ciudadano estadounidense que haya tenido la experiencia de ayudar a un familiar anciano a emigrar a Estados Unidos, por ejemplo, estarĆ” familiarizado con este servicio, que permite la presencia de un intĆ©rprete durante el proceso de solicitud de residencia y ciudadanĆa.
En Ćŗltima instancia, la disponibilidad de informaciĆ³n pĆŗblica en otros idiomas depende del capricho de cada agencia. Un memorando del 8 de noviembre de 2016, de la Oficina de AdministraciĆ³n y Presupuesto, detalla las recomendaciones para la accesibilidad de los sitios web e insta a las agencias federales a utilizar la guĆa proporcionada en la Orden Ejecutiva 13166, para determinar quĆ© contenido de sus sitios se debe ofrecer en otros idiomas. Sin embargo, su impacto durante la administraciĆ³n de Trump fue limitado.
Con todo, si se toma en cuenta la diversidad lingĆ¼Ćstica presente en la vida diaria de los estadunidenses, es asombroso ver la poca informaciĆ³n que el gobierno tiene disponible en otros idiomas. Desde hace tiempo, algunos gobiernos estatales y locales ofrecen versiones multilingĆ¼es de sus sitios web. Aun si esas traducciones, realizadas por traductores automĆ”ticos, a menudo no son confiables, al menos intentan ayudar de algĆŗn modo a los ciudadanos. En muchas partes del paĆs se suelen ver letreros para la prevenciĆ³n de la covid-19 en varios idiomas, no solo en inglĆ©s y espaƱol. Las escuelas bilingĆ¼es han florecido durante la Ćŗltima dĆ©cada, habiĆ©ndose recuperado de los reveses legislativos que afectaron a la educaciĆ³n bilingĆ¼e en los noventa. Los lingĆ¼istas y profesores de idiomas han estado trabajando con paisajes lingĆ¼Ćsticos en sus investigaciones y proyectos de clase desde hace aƱos.
PermĆtanme reconocer, a regaƱadientes, a aquellos que dirĆan que no deberĆamos sobrecargar a las instituciones con el lastre del multilingĆ¼ismo, ya que cualquiera que viva en Estados Unidos deberĆa aprender inglĆ©s. He aquĆ algunas razones por las cuales es importante la accesibilidad multilingĆ¼e dentro de las mismas. Para empezar, el multilingĆ¼ismo no es una amenaza para el inglĆ©s; practicamente todos los que han emigrado a ese paĆs saben que estarĆ”n mejor si lo aprenden. Siempre habrĆ” alguien que necesite ayuda con el idioma. El refugiado reciĆ©n llegado que hoy requiera asistencia en este sentido para navegar, digamos, el sistema educativo para sus hijos, puede que ya no necesite ese apoyo dentro de cinco, diez o veinte aƱos, pero siempre habrĆ” alguna otra familia que lo harĆ”. De hecho, es mĆ”s probable que negar el apoyo lingĆ¼Ćstico o de otro tipo, provoque una desigualdad persistente en lugar de acelerar la integraciĆ³n, lo que sea que eso signifique. Por Ćŗltimo, el acceso de los angloparlantes a informaciĆ³n en su lengua no se verĆ” afectado por el hecho de que quienes hablan, por ejemplo, espaƱol o criollo haitiano encuentren menos obstĆ”culos para obtener la misma informaciĆ³n en sus respectivos idiomas.
Hay otra razĆ³n por la cual es importante que la administraciĆ³n de Biden se diriga hacia el multilingĆ¼ismo cĆvico. Estimulados por un presidente que explotĆ³ un sentimiento antiinmigrante, particularmente antihispĆ”nico y antimusulmĆ”n, los actos de odio, incluido el acoso a hispanohablantes, crecieron durante los aƱos de Trump. Es poco probable que esta tendencia se revierta de la noche a la maƱana, pero al menos el que el nuevo gobierno estadounidense presente un modelo de polĆticas lingĆ¼Ćsticas mĆ”s inclusivas es un cambio positivo.
ĀæCĆ³mo serĆan esas polĆticas? Para empezar, serĆa bueno que mĆ”s agencias gubernamentales siguieran el ejemplo del sitio web de la Casa Blanca. Y mientras lo hacen, serĆa aĆŗn mejor si tradujeran su contenido a mĆ”s lenguas. El sitio web del Internal Revenue Service, que estĆ” disponible en siete idiomas, es un buen modelo a seguir. Las herramientas legales para expandir el alcance multilingĆ¼e en las agencias federales de Estados Unidos ya existen. Revisar o al menos presionar por una implementaciĆ³n mĆ”s consistente del memorando de accesibilidad de la era de Obama contribuirĆa en gran medida a lograr ese objetivo. El sitio digital.gov proporciona una serie de recursos y guĆas de mejores prĆ”cticas para el diseƱo web multilingĆ¼e.
Durante las primarias del Partido DemĆ³crata, se hablĆ³ bastante sobre el hecho de que un nĆŗmero rĆ©cord de candidatos hablaba mĆ”s de un idioma. Al final fue Joe Biden, que habla solo inglĆ©s y que en el pasado ha expresado puntos de vista asimilacionistas bastante comunes sobre la lengua y la migraciĆ³n, quien ganĆ³ la nominaciĆ³n y la presidencia.
El resultado es el mismo. Importa menos si el presidente habla espaƱol, Ć”rabe o coreano. Lo que importa es que Ć©l (y algĆŗn dĆa ella) adopte polĆticas lingĆ¼Ćsticas que fortalezcan la unidad entre las comunidades; una agencia federal y un sitio web a la vez.
Este artĆculo es publicado gracias a la colaboraciĆ³n de Letras Libres con Future Tense, un proyecto de Slate, New America y Arizona State University.