Pasaron alrededor de dos millones de aรฑos entre el surgimiento del Homo habilis y el Homo sapiens. Dos millones de aรฑos de una parsimoniosa y afanosa evoluciรณn, desde que los homรญnidos adquirieron ciertas habilidades manuales hasta alcanzar esa cima que ahora ocupamos de manera desigual. Se duplicรณ el tamaรฑo del cerebro al tiempo que se multiplicรณ casi infinitamente su capacidad. Por eso no me explico que incluso los mรกs sapiens de entre los Homo sapiens sientan tal admiraciรณn por el Homo habilis.
ยฟQue Messi se saliรณ del Barcelona? No tiene la menor importancia. Lo que maravilla es que parezca tan importante.
A diferencia de lo que se dijo en los primeros aรฑos del descubrimiento del Homo habilis, ahora muchos antropรณlogos sostienen que no fue antepasado nuestro. Pero la metรกfora funciona igual. Nos seducen las habilidades fรญsicas que se entregan fรกcilmente al mรกs bรกsico intelecto; en cambio no funcionan igual las virtudes mentales. La segunda ley de la termodinรกmica o Primero sueรฑo de Sor Juana son mรกs transcendentales que el gol legal o el ilegal de Maradona a Inglaterra en 1986; pero esa acciรณn del habilis es bastante mรกs conocida que el par que menciono del sapiens.
Pelรฉ naciรณ el mismo aรฑo que El desierto de los tรกrtaros, El poder y la gloria, La invenciรณn de Morel, Por quiรฉn doblan las campanas, El cero y el infinito, J. M. Coetzee, Gao Xingjian, J. M. G. Le Clรฉzio, Bernardo Bertolucci, Fleur Jaeggy, Russell Banks, Homero Aridjis, Joseph Brodsky, Eduardo Galeano. ยฟPor quรฉ es mรกs relevante el que patea una pelota? No lo pregunto con sorna sino con franca curiosidad y hasta envidia. Al propio Eduardo Galeano se lo preguntarรญa.
Pensaba en esto porque de vez en cuando se da ese milagrito de que la salida del Barcelona de un futbolista sea tan relevante, al menos en el apasionado activismo descomprometido de las redes sociales, como el cese o la contrataciรณn de un personaje de la cultura en Madrid. Con la clara diferencia de que los que opinan sobre Messi conocen la carrera del futbolista mientras que en asuntos de los personajes de letras se lanzan a opinan por opinar. En la cultura ofenden miles de pesos, cuando en el futbol se consideran bien ganados varios millones de euros.
Tambiรฉn pensaba en esto porque el dรญa en que Messi llegรณ a Parรญs, yo recibรญ noticias de mi editorial parisina. Me desechan porque โdespuรฉs de un periodo nefasto ya no queremos obras maestras sino libros fรกciles o muy bien subvencionadosโฆ Ya sabemos lo lamentable que resulta plantear el arte en estos tรฉrminos pero es lo que hayโ.
Por alguna razรณn el dinero del petrรณleo se ha metido en el futbol, pero no en la literatura. He publicado dos libros en Kuwait; el pago no me alcanzรณ para un mes de renta. Siempre quedรฉ esperando que un opulento jeque, agradecido por tan maravillosa lectura me enviara un Rolls Royce. Aรบn espero noticias desde ese mismo Kuwait tan apasionado por el futbol, cuyo jeque Fahd Al-Ahmad Al-Yaber Al-Sabah invadiรณ como un jรบligan la cancha para anularle un gol a Francia, despuรฉs como caballero pidiรณ disculpas a Michel Platini y al final muriรณ como hรฉroe cuando Sadam Huseรญn invadiรณ la cancha petrolera de Kuwait.
Francia era la esperanza cultural de los romรกnticos; pero ya se parece a cualquier sitio bajo el hechizo del homo habilis.
Ahora me vienen a la testa las famosas palabras de Truman Capote: โEstรก comprobado cientรญficamente que si vives en California pierdes cada aรฑo un punto de cociente intelectualโ. Habrรก que ver si la ciencia puede equiparar California con Messi. Pues ya se demostrรณ empรญricamente que Espaรฑa perdiรณ un punto de su cociente intelectual cada aรฑo que Messi jugรณ para el Barcelona. Es hora de ir midiendo el de Francia.
(Monterrey, 1961) es escritor. Fue ganador del Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores 2017 por su novela Olegaroy.