En 1980 fue acuรฑado por primera vez el tรฉrmino Trastorno por Estrรฉs Postraumรกtico que designaba lo que hasta entonces se conocรญa como neurosis traumรกtica, pero que aรบn no formaba parte de los manuales de psiquiatrรญa. Era una dolencia conocida. Se sabรญa, principalmente, por los soldados supervivientes de la Primera y Segunda Guerra Mundial, y otros conflictos bรฉlicos de la segunda mitad del siglo XX, pero estaba entre el divรกn, algunos libros de psicoanรกlisis y poco mรกs.
Hoy, sin embargo, esta reacciรณn emocional intensa ante un suceso experimentado como traumรกtico estรก a la orden del dรญa. Y no hace falta irse a la guerra. El รบltimo caso: ayer mismo, en la celebraciรณn de Sant Jordi en Barcelona. Un Dรญa del Libro pasado por la consulta del psiquiatra.
Ya desde por la maรฑana, la alcaldesa Ada Colau puso sobreaviso y dictรณ sentencia: โNo es un dรญa normalโ. Ataviada con los sรญmbolos amarillos โeste aรฑo, ademรกs, tambiรฉn la rosa amarilla, de la cual se vendieron 700.000, segรบn el gremio de floristas, lo que supone el 10% del total de las rosas vendidas, un 7% mรกs de lo habitualโ, recordรณ el artรญculo 155, la falta de gobierno en Cataluรฑa y todos los males que se ciernen sobre la regiรณn desde octubre pasado. Por si a alguien se le habรญa olvidado el trauma y todo lo que se viviรณ en aquellos dรญas de manifestaciones, concentraciones y votos extraรฑos de los que parece no haber responsabilidad ninguna en el Parlament catalรกn y el Govern de entonces.
Dicen las crรณnicas que despuรฉs el dรญa fue muy bien. Que a Sant Jordi no le puede nadie. Que se paseรณ, se vendieron libros y que lo del procรฉs estaba pero no estaba. Que las rosas rojas ganaron por goleada a las amarillas. Que, segรบn el Gremio de Libreros, Marรญa Dueรฑas fue la mรกs vendida en castellano con su nueva novela, Las hijas del capitรกn โel despliegue mediรกtico en las รบltimas semanas ha sido espectacularโ , que Fernando Aramburu mantiene el tipo con Patria en segundo puesto, y que sigue pegando fuerte la poesรญa juvenil con chavales como Cรฉsar Brandon (Las almas de Brandon) y Laura Escanes (Piel de Letra). En catalรกn, en ficciรณn el ganador fue Martรญ Gironell con La forรงa dโun destรญ, la historia de un hombre hecho a sรญ mismo โlas novelas sobre el self-made manโ ganadora del รบltimo premio Ramon Llull.
En cualquier caso, hasta ahรญ, lo normal. Lo que pasarรญa en cualquier feria en cualquier parte del paรญs.
Ahora llega lo que ya tiene mรกs motivos de consulta mรฉdica. En la no ficciรณn los mรกs vendidos giraron en torno al 1-O, al referรฉndum y a esos dรญas que hoy se investigan, desde la actuaciรณn de la Guardia Civil a la de los Mossos, el Govern y cรณmo fue pagado todo aquello. Xavier Tedรณ y Laia Vicens arrasaron con Operaciรณ Urnes (Columna), que se vende como la crรณnica periodรญstica de la operaciรณn clandestina que permitiรณ llevar las urnas a los colegios electorales y cuenta cรณmo miles de voluntarios se organizaron para que sucediera. La รฉpica. La batalla. El trauma posbรฉlico. El segundo mรกs vendido fue Bon dia, sรณn les vuit!, de Antoni Bassas, autor, por cierto, del prรณlogo del anterior. Este libro se detiene en la historia del programa de la radio pรบblica El matรญ de Catalunya Rร dio (1995-2008), que, como indica la editorial Destino,โforma parte de la memoria colectiva de un paรญsโ. Y en unos aรฑos cruciales para lo que pasarรญa despuรฉs. El tercero mรกs vendido fue Dies que duraran anys, de Jordi Borrร s (Ara Llibres), una selecciรณn de fotografรญas de aquellos dรญas de octubre. La portada muestra a unos ciudadanos enfrentรกndose a la policรญa nacional. A los ciudadanos libres que querรญan votar, claro.
Como dice Tzvetan Todorov, โnadie quiere ser vรญctima, pero todos quieren haberlo sidoโ. Siempre es mรกs fรกcil contar el discurso desde ese lado. Lo que muestra que estos libros hayan sido los mรกs vendidos es que da cierto gusto que la herida siga abierta, que el trauma siga existiendo. Un regodeo en los excesos sentimentales โla memoria colectiva, la repressiรณ como nunca antes se ha vivido en ningรบn otro territorio espaรฑolโ de los que, por otra parte, ya hablรณ el periodista Enric Juliana con respecto a Cataluรฑa.
Dicen las crรณnicas que no hubo altercados en las calles. Que fue un dรญa festivo y bonito. Que ganaron los libros. Pero el anรกlisis final da un cierto resultado alterado. Como si algo no acabara de ir del todo bien. En un artรญculo publicado hace tres aรฑos en El Paรญs, Ignacio Vidal-Folch seรฑalaba cรณmo ese nacionalismo, que hace un siglo era โaceptable para cรญnicos, carlistas y cuatro frikisโ, se habรญa ido gestando en la sociedad catalana en las รบltimas dรฉcadas, con el pujolismo y la torpeza de la izquierda. La รบnica soluciรณn para esto, parafraseando a Julio Caro Baroja โaunque el escritor hablaba del terrorismo en el Paรญs Vascoโ, era que acudieran trenes llenos de psiquiatras al territorio enfermo. Y lo que parece, a estas alturas, es que el paciente todavรญa necesita medicaciรณn.
es periodista freelance en El Paรญs, El Confidencial y Jotdown.