Foto: Bryan Ledgard / CC BY 2.0

Seckou Keita y las variaciones de Goldberg africanas

El oficio del griot, equivalente al de los juglares y bardos europeos, tiene raรญces ancestrales. El senegalรฉs Seckou Keita ha contribuido a preservarlo y al mismo tiempo, gracias al contacto con otras tradiciones musicales, enriquecerlo y avivarlo.
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Los griots africanos, que abundan entre Mali y Senegal, han sido considerados el equivalente a los juglares y bardos europeos, aunque su papel en las sociedades de รfrica Occidental va mucho mรกs allรก de ello. En el siglo XXI su tarea se ha modificado sustancialmente, procurando adaptarse a un mundo donde la tecnologรญa parece rivalizar con su propia razรณn de ser, como guardianes de una tradiciรณn oral. En las historias que cuentan y los asuntos para los que fungen como mediadores estรกn acompaรฑados de su inseparable kora, una suerte de arpa africana.

โ€œLa kora es un instrumento que tiene tres almasโ€, explica el senegalรฉs Seckou Keita, consagrado como uno de los mejores intรฉrpretes del instrumento a nivel global. โ€œEstรก la calabaza (el cuerpo o caparazรณn) y la madera โ€“que son la parte vegetalโ€“, el cuero โ€“que es la parte animalโ€“ y el intรฉrpreteโ€. La interacciรณn entre esas tres almas forja y refleja la singularidad de cada griot.

Desde que naciรณ, Keita parecรญa destinado a ejercer dicho oficio: del lado de su madre, pertenece a una de las familias mรกs consagradas de griots africanos, con destacados ancestros desde tiempos del imperio maliense del siglo XIII. El linaje de su lado paterno se puede trazar hasta la realeza fundacional de dicha civilizaciรณn.

El mรบsico senegalรฉs aprendiรณ a tocar de la mano de su abuelo Jali Kemo, quien era cรฉlebre no sรณlo por ser un gran korista, sino por su forma tradicional y efectiva de enseรฑar a tocar el instrumento a las nuevas generaciones. โ€œPara dominar ciertos movimientos, melodรญas y poder improvisar, hay que llevar a cabo un entrenamiento riguroso. La primera pieza complicada que uno debe aprender es โ€œKelefabรกโ€, que es un patrรณn de cincoโ€, explica el griot. Eso quiere decir que con cuatro dedos hay que tocar cinco partes y al mismo tiempo hay que cantar. โ€œUna vez que dominas eso, una buena parte de las otras piezas resultan muy fรกcilesโ€.

Pero Keita, pese a su aprendizaje riguroso, tenรญa mucho interรฉs por explorar otros acercamientos a la mรบsica. Ya en la adolescencia tenรญa la firme intenciรณn de estudiar en Dakar, fascinado por el sistema que permitรญa pasar los sonidos que emanaban de sus instrumentos a tinta y papel: la notaciรณn musical, indispensable dentro de la mรบsica clรกsica occidental.

โ€œMe entrรณ gran curiosidad por saber cรณmo se procesaba la mรบsica para ser leรญdaโ€, recuerda. โ€œEn la adolescencia revolucionรฉ las cosas en mi familia cuando le dije a mi abuelo y a mi tรญo que querรญa estudiar en el Conservatorio de Dakar, para aprender a leer y escribir mรบsicaโ€. Su familia se opuso vehementemente. Entre los principales detractores estaban su abuelo y su tรญo, quien le asegurรณ que ese tipo de estudios no eran algo que รฉl necesitara. Y su tรญo era ni mรกs ni menos que Solo Cissokho (1953-2019), uno de los mรกs grandes intรฉrpretes senegaleses de la kora en el siglo XX. Asรญ que por mรกs rebelde que fuera, el joven Keita no iba a ir al conservatorio: el linaje griot se lo prohibรญa y sus ancestros de la nobleza del imperio maliense tampoco habrรญan estado contentos con dicha decisiรณn.

Sin embargo, Solo Cissokho sรญ apoyรณ a su sobrino para integrarse a la escena de la world music, y en 1996 lo conectรณ con mรบsicos de India, Cuba y Escandinavia para presentarse en una serie de festivales en Noruega. Poco a poco se fue abriendo camino y para 1998 ya era baterista de la banda Baka Beyond, en su momento una de las mรกs respetadas dentro de los circuitos de la world music en Europa.

Fue entonces que comenzรณ a conocer mรกs de la mรบsica clรกsica occidental. Durante las giras, y mientras no estaban en los escenarios, Keita tocaba la kora en su cuarto de hotel. Uno de sus compaรฑeros de banda lo escuchรณ mientras improvisaba y le dijo que sonaba como Bach. En ese momento Keita se indignรณ, pero tras una larga discusiรณn cayรณ en cuenta que se referรญan a uno de los grandes mรบsicos en la historia de occidente, y no a un โ€œBahโ€, que en รfrica Occidental es un apellido vinculado a familias de vendedores y vaqueros, totalmente ajenos al mundo de la mรบsica.

Con el tiempo, Keita se estableciรณ en Inglaterra y comenzรณ a presentarse en vivo y realizar grabaciones de kora. Su prestigio desde entonces ha crecido, y ha logrado hallar un camino hacia la mรบsica clรกsica occidental que tanto le habรญa llamado la atenciรณn desde la adolescencia. Esto, gracias a su colaboraciรณn con la renombrada arpista galesa Catrin Finch, a quien conociรณ en 2012.

Su trabajo conjunto ha logrado destacar entre las fusiones de mรบsicas del mundo comunes en estos tiempos de hiperconectividad trasnacional, entre las cuales es complicado hallar propuestas que vayan mรกs allรก del simple toque โ€œexรณticoโ€. Ambos han estado apostados desde la infancia en la mรบsica clรกsica de sus respectivos paรญses y al mismo tiempo han decidido experimentar con ellas mรกs allรก de sus lรญmites convencionales, tal y como puede oรญrse en su รกlbum Clychau Dibon, de 2013.

La innovaciรณn a partir de un vasto conocimiento de sus tradiciones le da gran profundidad a este proyecto conjunto. Asรญ como Keita aprendiรณ a tocar la kora de la forma mรกs rigurosa y formal, Finch aprendiรณ a tocar el arpa a los seis aรฑos. Desde entonces se dedica de lleno al instrumento y ha recibido una enorme cantidad de reconocimientos a su labor, incluyendo el haber sido la primera Arpista Oficial del Prรญncipe de Gales. Tanto Finch como Keita son considerados entre los mรกs grandes intรฉrpretes de sus instrumentos a nivel mundial, y son respetados dentro de la denominada mรบsica culta de sus paรญses. Lo que hace posible este crossover es que, a pesar del fuerte arraigo a su tradiciรณn, ambos han desarrollado una actitud de apertura hacia otros รกmbitos musicales. Finch lo ha llevado a la prรกctica colaborando con el grupo de joropo colombiano Cimarrรณn o con el maestro maliense de la kora Toumani Diabatรฉ. Respecto a cualquier colaboraciรณn mรกs allรก del mundo de la mรบsica mandinga, Keita lo tiene muy claro: โ€œsi lo que un intรฉrprete toca โ€“sin importar que sea famoso o noโ€“ me habla musicalmente, yo le respondoโ€.

Pieza clave para entender la dinรกmica entre Keita y Finch es โ€œBach to Baรฏssoโ€, del segundo disco que han lanzado, SOAR (2018). La pieza inicia con el aria de las Variaciones de Goldberg, que a travรฉs de la improvisaciรณn virtuosa de Keita se va transformando en una melodรญa tradicional del repertorio griot de Senegal y Gambia, que solo alguien con mucha experiencia con la kora puede tocar. De pronto se escucha una bella voz inconfundiblemente africana que se acopla perfectamente al contexto armรณnico, sin sobresaltar a aquellos que no estรกn tan familiarizados con la obra de Bach.

โ€œBach to Baรฏssoโ€ partiรณ de la visiรณn de ambas tradiciones. Finch lanzรณ en 2009, para Deutsche Grammophon, las Variaciones de Goldberg transcritas al arpa por ella misma, por lo cual es un repertorio que domina a la perfecciรณn. Keita evoca el momento de creaciรณn de la pieza y con ello revela la primera gran diferencia entre las tradiciones musicales africana y europea: โ€œCatrin tenรญa un libro (de partituras) y yo hacรญa anotaciones en una hoja sobre cรณmo entender la pieza; apuntรฉ los aspectos bรกsicos y lo demรกs tuve que memorizarlo. Al iniciar la interpretaciรณn repasaba el papel con mis anotaciones, para entenderloโ€. A partir de esa estructura, comenzaba a fluir su improvisaciรณn. โ€œEs un acercamiento distinto y espero, como Catrin ha dicho, que a Bach no le importe, si anda por ahรญโ€, dice, y suelta una breve carcajada afable que revela algo de esa privilegiada voz. โ€œHa sido un proceso asombroso el tocar mรบsica clรกsica y al mismo tiempo poder improvisarโ€.

Evocando su adolescencia, Keita recuerda que no estaba nada feliz con la decisiรณn que se le impuso para evitar que estudiara en Dakar. โ€œSin embargo, ahora que reflexiono al respecto, creo que querรญan que conservara algo que tambiรฉn es importanteโ€. A lo que se refiere es a que, como encargados de preservar la historia de sus pueblos, los griots deben ser capaces de tocar un inmenso acervo de piezas musicales. Transcribirlas resultarรญa un insulto a la memoria oral, piedra angular de esta tradiciรณn.

Tambiรฉn existรญa el temor de que aprender el sistema occidental de notaciรณn pudiera coartar la creatividad y dinamismo del korista en ciernes; sus familiares no estaban en contra de la innovaciรณn en el gรฉnero, simplemente querรญan que partiera desde un conocimiento profundo de la tradiciรณn.

โ€œLa tradiciรณn es vida cotidianaโ€, considera. โ€œLo que mi abuelo sabรญa se lo enseรฑรณ a mi tรญo y despuรฉs a mรญ; pero todos pertenecemos a una generaciรณn distinta, es otro contexto, y por lo tanto hay adaptaciรณn. Mi tรญo (Cissokho), por ejemplo, quien fue uno de los campeones de la kora en Senegal, fue la primera persona en tocar la kora de pie, y esa fue parte de la marca de su generaciรณn. Fue algo similar a lo que sucediรณ (en Occidente) cuando se tomรณ una guitarra y se comenzรณ a rockearโ€.

A la generaciรณn de Keita, nacido en 1978, le ha tocado lidiar con las transformaciones culturales que trae consigo la globalizaciรณn y asegurar un futuro para los griots y la kora. โ€œMis primos y hermanos menores estรกn muy metidos en la fusiรณn con el rap y mรบsica electrรณnica, algunos de ellos incluso estรกn estudiando y repasando a travรฉs de รกlbumes en los que he grabado. Entonces es como un ying-yang: estรก cambiando mucho, pero es importante tener el buen entrenamiento tradicional, porque asรญ la huella musical que dejas es mรกs fuerteโ€. Keita, por su parte, renueva la tradiciรณn desde varios frentes: estรก el maridaje con la mรบsica de Occidente que hace junto a Finch, pero tambiรฉn ha colaborado desde hace unos cinco aรฑos con el gran pianista cubano Omar Sosa, en una suerte de reencuentro de la mรบsica afrocubana con sus raรญces en el continente negro.

Las colaboraciones son algo que mantiene al senegalรฉs andando, lo motivan y le permiten expandir tanto el alcance de la kora como el rol del griot. Una de sus mรกs recientes composiciones, โ€œNow or Neverโ€, fue grabada junto con decenas de mรบsicos de todo el mundo, con el objetivo de recaudar fondos para ayudar en la lucha contra la covid-19. โ€œLos griots somos mensajeros, mediadores; en muchas ocasiones participamos en momentos felices como bodas o bautizos, pero tambiรฉn hay tiempos tristes y debemos salir y levantar nuestra voz. Asรญ que durante el confinamiento pensรฉ en ello y decidรญ cumplir con mi deber de componer una canciรณn sobre lo que estรก pasandoโ€. Asรญ, gracias a la labor de personas como Seckou Keita, por la aldea global merodean esos juglares, bardos o griots, alzando su voz y cumpliendo un papel milenario, aunque sea a travรฉs de las pantallas, en estos tiempos de eventos virtuales.

 

Catrin Finch y Seckou Keita se presentarรกn este 14 de octubre a las 12 del dรญa, en un concierto en lรญnea desde Gales, en el marco del 48 Festival Cervantino. Mรกs informaciรณn aquรญ.

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Sociรณlogo, etnomusicรณlogo, periodista y DJ.


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