Eternos extranjeros

Los divagantes

Guadalupe Nettel

Anagrama

Barcelona, 2023, 168 pp.

Aร‘ADIR A FAVORITOS
ClosePlease loginn

Guadalupe Nettel (Ciudad de Mรฉxico, 1973), autora de El huรฉsped (2006), Pรฉtalos (2008) y El matrimonio de los peces rojos (2013), entre otros libros, publicรณ este aรฑo un nuevo e inquietante volumen de cuentos que se gestan bajo la consigna de cuestionar el pequeรฑo lugar de seguridad que habita en cada uno de sus personajes, la refutable idea de realidad que sostiene, unifica y amarra, utilizando el recurso ya no de lo fantรกstico y la fisura de todas las lรณgicas semรกnticas y espaciotemporales de esos mismos personajes, sino con base en pequeรฑos quiebres de una realidad que sobrevive firme frente a esa existencia e interpela la cosmogonรญa de quien lee. Junto con esto, y con una sรณlida fuerza narrativa, Nettel horada y fractura la forma de pensar y representar lo literario, para instalar nuevamente su poรฉtica, que se funda en desestabilizar seguridades y en la inserciรณn de pequeรฑas cรกpsulas de lo extraรฑo, lo inusual y lo raro. Asรญ, Los divagantes en su conjunto es una reflexiรณn acerca de la estabilidad de lo real, su fragilidad y el desamparo.

En cada uno de estos ocho relatos nos enfrentamos al advenimiento de un hecho insรณlito, una escena o situaciรณn que aparece y descoloca a quien la enfrenta, como la apariciรณn de un grafiti que aflora intempestivamente en una pared o la apariciรณn de sujetos, animales y plantas que agonizan y mueren; situaciones que llevan a los personajes a interrumpir lo cotidiano, las relaciones de pareja y los vรญnculos familiares. Tambiรฉn, por ende, hay un quiebre en la mirada de quien la lee, con el fin รบltimo no solo de sellar un compromiso con la fisura de lo real, sino de poner en primer plano la metรกfora y figura del divagante, del extranjero, el perdido, y cรณmo el mundo que habita se fractura y se entra en otro plano, tan real como el primero, pero teรฑido de esa apertura.

Desde el primer cuento, โ€œLa improntaโ€, se ve clara la utilizaciรณn de este recurso. Una mujer visita en el hospital a la madre de su mejor amiga, Verรณnica, y en esas visitas se encuentra de forma inesperada, hospitalizado y agonizante, a Frank, un tรญo que se desvinculรณ hace aรฑos de la familia y al que le habรญan perdido el rastro. La apariciรณn intempestiva de Frank hace tambalear el mundo de la protagonista y la lleva a buscar en fotografรญas el rastro y causa de esa separaciรณn que nunca logrรณ explicarse del todo, y a entender, mediante ese pequeรฑo suceso, el recorrido de su propia vida, como una viajera que hace espejo de sรญ en ese otro viaje inesperado. En otro de los cuentos, โ€œLa cofradรญa de los huรฉrfanosโ€, aparece un cartel deย se buscaย pegado en un parque. Este elemento hace que quien lo protagoniza recuerde la historia de su propia orfandad y todo el dolor oculto en esos recuerdos. Veremos en todo el conjunto este mismo recurso del espejo y la imagen que le devuelve a los personajes. Otro cuento notable es โ€œLa vida en otro lugarโ€, donde un actor frustrado se inmiscuye en la cotidianidad de una familia cuya casa quiso comprar pero le fue arrebatada. Asรญ llega al encuentro de un excompaรฑero de la carrera de teatro, que lo lleva a desear no solo su piso, sino tambiรฉn esa otra vida exitosa, su carrera, cuidar a sus hijos, vivir ahรญ y quedarse con su mujer.

Lo que interesa en estos cuentos no es necesariamente la transmutaciรณn ni el quiebre de la lรณgica espaciotemporal y, aunque la haya por descarte, no es ese el objetivo รบltimo. No se busca ese escรกndalo de la razรณn, ni la transformaciรณn para el arribo a esa frontera en que quedamos suspendidos, eso de lo que tan bien nos hablaron Todorov, Hoffmann y otros, pero que es ya un procedimiento manido. Los cuentos se centran en la vida de los divagantes, y en cรณmo en esos viajes enloquecidos, y entre unos y otros personajes, aparecen analogรญas y espejos de sus propios recorridos.

Ahora bien, sรญ encontraremos en el volumen un cuento mรกs ligado directamente al mundo de la fantasรญa, que se desenmarca levemente del realismo de los otros y presenta un tono fantรกstico mรกs radical. En โ€œLa puerta rosadaโ€, un hombre de 63 aรฑos traspasa por curiosidad esa puerta y come ciertas golosinas que lo llevan a alterar los ritmos vitales, el registro del suceder el tiempo y la relaciรณn con su mujer. Este relato, sin duda, nos hace recordar la pequeรฑa puerta por donde se traslada Alicia y las pรณcimas que bebe para entrar al mundo maravilloso, irracional e ilรณgico.

De esta forma, la tradiciรณn del cuento latinoamericano fantรกstico respira a la vez que agoniza en cada uno de estos bordes. La autora baila y se congracia con esa tradiciรณn como diciendo ya te dominรฉ y me retiro, bailรฉ aquรญ y allรก con Borges, con Ocampo, Wilcock y Bioy Casares, en esa frontera donde se fragua la resistencia a la concepciรณn positivista de lo real. Nettel apunta mรกs bien a esa pรฉrdida de brรบjula que aparece tras un acontecimiento que nos arraigaba fuertemente a la realidad para transmutar en la alteraciรณn de la ruta y la seguridad del trazado.

Por otro lado, el libro estรก poblado de metรกforas para anunciar los recorridos de esos divagantes. Las mรกs bellas son sin duda la del bosque, las raรญces, el fuego y los albatros. Elementos que nos hablan de la pรฉrdida (el albatros que se ha perdido en la lejanรญa de los polos), de cรณmo se arrasan las realidades (el fuego que quema todo sin compasiรณn), รกrboles milenarios como la araucaria (la fuerza de las raรญces y la fragilidad de lo que estรก a la vista) y el bosque (reflejo del extravรญo).

Estos ocho cuentos, que representan la fragilidad del ser humano y de la naturaleza, muestran el quiebre de la realidad a propรณsito de eventos imprevistos; el conjunto enfila a los personajes en el lugar del divagante, del perdido, del ausente, del eterno extranjero. ~

+ posts

(Rancagua, Chile,
1978) es narradora, ensayista y editora. Su
libro mรกs reciente es Historia de mi lengua
(Comisura, 2023)


    ×

    Selecciona el paรญs o regiรณn donde quieres recibir tu revista: