La metamorfosis y Pedro Pรกramo son dos obras maestras, ambas parecidamente breves. Me vinieron a la mente mientras esto escribo porque de pronto se me ocurriรณ que, aunque amo ambos libros, aunque los he leรญdo varias veces, el de Juan Rulfo no suele aparecรฉrseme a la vuelta de la esquina; en cambio el de Kafka viene a mรญ en muchas situaciones de la existencia. Gregorio Samsa me habla de la soledad, el encierro, la pobreza de un empleo oficinesco, la compasiรณn, el amor por la mรบsica, lo mucho que nos puede empequeรฑecer una desgracia o enfermedad, la grisura que puede alcanzarse en la vida, y la frรญvola cotidianidad que vuelve tras la tragedia, entre otras cosas. La metamorfosis me invita a filosofar. En cambio Pedro Pรกramo se me muestra como una joya esplendente.
Esto debe de hablar mรกs de mi alma que de los propios libros. ยฟDe quรฉ tiene necesidad mi alma, o la de usted, y con quรฉ libros encuentra su alimento?
Muchas mujeres leen ficciรณn femenina, pero apenas ellas sabrรกn explicar por quรฉ les atrae. El libro de ese gรฉnero que en Espaรฑa se encuentra en primer lugar busca seducir con esta frase: โAmanda Sinclair descubre en internet que su padre la ha comprometido con el mayor sinvergรผenza de todos los tiempos, el atractivo Derek Hamiltonโ. Disfrรบtenlo, amigas.
Muchos leen literatura policiaca porque esta les da algo de comer a sus almas, pero yo no paso de la pรกgina cuatro. Encima, la novela policiaca que se halla en primer lugar en la Madre Patria, tambiรฉn es ficciรณn femenina, pues el editor la anuncia asรญ: โUna women’s fiction detectivescaโ. Disfrรบtenla, amigos y amigas.
Con frecuencia se tuerce aquella vieja frase de โDime con quiรฉn andasโฆโ por โDime quรฉ lees y te dirรฉ quiรฉn eresโ, frase muy osada, pues habrรญa que conocer a aquellos con quiรฉn andas o aquellos que lees. Pero hay forma de combinar ambos dichos: โDime con quรฉ libros andas y te dirรฉ quiรฉn eresโ.
Yo ando con La metamorfosis, pero no con Pedro Pรกramo. Muchas veces me he sentido un Gregorio Samsa pero nunca un Juan Preciado. Admirar un texto no implica contagio ni romance ni metรฉrselo en las venas. Hay libros que nos acompaรฑan siempre, hay otros que solo leemos con placer y embeleso; tal como hay amigos del alma y otros con los que la pasamos bien. Y, por supuesto, hay mejores compaรฑรญas que otras. No es opiniรณn, sino verdad irrefutable si digo que don Quijote es mejor compaรฑรญa que Derek Hamilton.
Don Quijote me resulta mejor compaรฑรญa que Jesucristo. Y los padres, antes que una Biblia, habrรญan de darles a los hijos un Quijote como regalo por haber venido al mundo. El caballero de la Mancha anda por la vida con una visiรณn mรกs letrada, certera, terrenal y autรฉntica que el nazareno; lo supera en valentรญa, รฉtica y sabidurรญa. Para andar por los tiempos en que nos tocรณ vivir, mejor maestro es don Quijote.
Y ya metidos en el tema, llevo agua para mi molino: la literatura rusa es la mรกs provechosa para el espรญritu, porque muchos de esos escritores se asumieron como artistas profetas, no meros contadores de historias. Se decรญa que el ruso tenรญa el alma grande y quien tenga un alma grande necesita alimentarla bien. Por eso en sus notas sobre las letras de su paรญs, el sabio crรญtico ruso Belinski escribiรณ: โSea lo que fuere nuestra literatura, tiene mucho mayor importancia de la que aparenta: ella, y solo ella, contiene la totalidad de nuestra vida intelectual y toda la poesรญa de nuestra vidaโ.
Sรญ, Belinski, en la gran literatura existe algo grandioso y esencial, mucho mรกs relevante que descubrir al asesino o conocer la suerte de Amanda Sinclair.
Cada lector con su tema.
(Monterrey, 1961) es escritor. Fue ganador del Premio Xavier Villaurrutia de Escritores para Escritores 2017 por su novela Olegaroy.