Sergi Pàmies y el tiempo

'A las dos serán las tres' es la nueva colección de cuentos de Sergi Pàmies, en los que aborda el paso del tiempo y algunas cuestiones del oficio de escritor.
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El libro más reciente de Sergi Pàmies es A las dos serán las tres (Anagrama, 2024; Quaderns Crema, 2023). Pàmies escribe y se traduce y dice que se traduce como si fuera otro escritor y no él mismo: con distancia y respeto. Dice que es un modo de ahuyentar la tentación de cambiar o de reelaborar o de decir de otro modo lo que ya dijo. Tiene sentido porque él plantea los libros como una especie de retrato del escritor.

El libro reúne diez piezas, entre las que hay cuentos que responden de manera más evidente a lo que se entiende como tal, como “La táctica de la avestruz” o “Te quiero”, y otras piezas que ensanchan la idea de relato, jugando a mezclarlo con la crónica, la memoria, de la que dice que “es un monstruo de tentáculos mutantes”. 

El tiempo es el gran asunto del libro, como sugiere el título del volumen. No es tanto que los cuentos traten de contar el paso del tiempo, que también, sino que el paso del tiempo es conditio sine qua non para que los cuentos se escriban: “Hay momentos en la vida en los que todo adquiere un sentido que no te será revelado hasta muchos años más  tarde”. Por eso aparece la memoria, el recuerdo, la crónica mediada por el paso del tiempo. Explica Pàmies que el hecho de que escriba sobre Vázquez Montalbán ahora, veinte años después de su muerte, es lo que convierte la pieza en literaria. Si lo hubiera escrito en el momento, sería una crónica prisionera de la inmediatez. La pieza forma parte de un díptico, “Ferias y congresos”, que es una estructura que usa en otras piezas, “Días históricos” o “Díptico bivitelino”. Otro tema que reaparece es el oficio de escritor, con sus luchas internas (escribir o no de un tema sensible como el atentado de las Ramblas, cosa que el protagonista decide no hacer tras escuchar una canción de La oreja de Van Goh que mezcla una trama romántica con el 11M) y sus prebendas: las ferias y congresos, las conferencias en otros países, las mesas redondas con escritores a los que admiras, la discreción y la timidez, el síndrome del impostor y los “ataques de importancia”, que según Pàmies, le daban de vez en cuando a su madre, la escritora Teresa Pàmies, otro gran personaje de este libro. La madre aparece en “Por qué no toco la guitarra” y en la última parte de “Tres periodistas”. “Dos alpargatas” también tiene algo de cuento sobre el oficio: un dramaturgo acude a recoger un premio, cuya existencia desconocía antes de saberse merecedor del galardón, al pueblo en el que la madre de su madre murió ahogada: “Después de poner la llave de contacto, escucha el rugido reconfortante del motor y el bufido de la calefacción, celebra que esto sea un cuento y no una película y haber evitado que el narrador omnisciente lo obligara, como tantas otras veces, a confundir las servidumbres de la imaginación con los placeres de la fantasía”. 

A las dos serán las tres es un libro especialmente disfrutable para lectores y escritores; pero permite otro acercamientos, habla de la relación con los hijos (un primer viaje solo con ellos, que ya son adultos y en el que ven Boyhood, cuya mención no es casual, diría) después de haber pensado en la relación que él tuvo con sus padres (“la intimidación es una forma de educación”; y luego: “la manipulación también es una forma de educación”). 

Copio el párrafo final del libro: “Necesita escribir, confiando en que los recursos de la narrativa breve le ayudarán a entender, a través de este libro, lo que todavía es una incógnita”. 

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