El boom no representó ni el nacimiento de la literatura hispanoamericana ni su consagración. Fue apenas un afortunado momento editorial que puso en el escenario a un puñado de narradores de indudable calidad. “Nosotros los metecos”, sentenció Onetti con cierto malestar, “estamos condenados a ocupar el territorio de la literatura mundial”. Uno de los efectos contraproducentes de tal éxito fue que una parte de la literatura escrita en la región fue leída desde el boom. Este número quiere celebrar la riqueza de la narrativa hispanoamericana más allá de las etiquetas. La que ha sido escrita a la luz del boom, pero también a su sombra.

El boom no representó ni el nacimiento de la literatura hispanoamericana ni su consagración. Fue apenas un afortunado momento editorial que puso en el escenario a un puñado de narradores de indudable calidad. “Nosotros los metecos”, sentenció Onetti con cierto malestar, “estamos condenados a ocupar el territorio de la literatura mundial”. Uno de los efectos contraproducentes de tal éxito fue que una parte de la literatura escrita en la región fue leída desde el boom. Este número quiere celebrar la riqueza de la narrativa hispanoamericana más allá de las etiquetas. La que ha sido escrita a la luz del boom, pero también a su sombra.