Lo importante es urgente.
Josรฉ Lรณpez Portillo, Sexto informe de gobierno (1982)
El futuro es la materia prima de la polรญtica a la mexicana, esa laboriosa procrastinaciรณn. En tiempos no muy remotos, el titular del ejecutivo leรญa ante el “Honorable Congreso de la Uniรณn” su informe anual. Solรญa terminar con un pรกrrafo mรกs o menos estrepitoso que abrรญa las esclusas de la “la nutrida ovaciรณn”. En la retรณrica clรกsica ese pรกrrafo final se llamaba “la perorata”. Las peroratas de los informes presidenciales son una radiografรญa de la anhelante Patria: el invariable anuncio de que el futuro se aproxima, de que el destino estรก a la vista y de que la esperanza nunca mengua. Una inminencia que, lejos de arredrar a la voluntad, presagia el orgullo de presentir “lo que somos capaces de hacer”. Las peroratas solรญan salirles tan bien a los titulares del ejecutivo como los aplausos a los otros poderes, y a las fuerzas vivas, que las escuchaban. No debe extraรฑar: Mรฉxico lleva doscientos aรฑos acercรกndose al futuro…*
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Agustรญn de Iturbide al instalar el congreso (1821)
Permitidme, pues, que en las tiernas efusiones de mi corazรณn sensible os felicite una y mil veces ofreciendo el tributo de mi obediencia a una corporaciรณn que reconozco cual suprema autoridad, establecida para regir provisionalmente nuestra Amรฉrica, y consolidar la posesiรณn de sus mรกs preciosos derechos. Unidos mis sentimientos con los del Ejรฉrcito Imperial, os ofrezco tambiรฉn su mรกs exacta sumisiรณn. รl es un robusto apoyo, y declarado por tan santa causa, no dejarรก las armas hasta no ver perfeccionada la obra de nuestra restauraciรณn. Caminad, pues, ¡oh, Padres de la Patria!, caminad a paso firme y con รกnimo tranquilo; desplegad toda la energรญa de vuestro ilustrado celo; conducid al pueblo mexicano al encumbrado solio a donde lo llama su destino, y disponeos a recibir los laureles de la inmortalidad.
Agustรญn de Iturbide se declara Emperador (1822)
Sรญ, Pueblos: he admitido la Suprema Dignidad a que me elevรกis, despuรฉs de haberla rehusado por tres veces, porque creo seros asรญ mรกs รบtil; de otro modo preferirรญa morir a ocupar el Trono. ¿Quรฉ alicientes tiene este para un hombre que ve las cosas a su verdadera luz? La experiencia me enseรฑรณ que no bastan a dulcificar las amarguras del mando las pocas y efรญmeras satisfacciones que produce: de una vez, Mexicanos, la dignidad Imperial no significa para mรญ mรกs que estar ligado con cadenas de oro, abrumado de obligaciones inmensas: eso que llaman brillo, engrandecimiento y majestad son juguetes de la vanidad. ¡Y quรฉ podrรฉ decir de mi agradecimiento a una Naciรณn tan generosa! ¡Las pasiones no tienen idioma conocido! ¡Mi corazรณn late…! ¡La ternura no me permite articular…! ¡Gran Dios! ¡No suceda que yo olvide jamรกs que el Prรญncipe es para el Pueblo y no el Pueblo para el Prรญncipe!
Guadalupe Victoria (1825)
¡Ciudadanos de ambas Cรกmaras de la heroica Naciรณn Mexicana! ¡Que no sean perdidas para nosotros las conquistas de la revoluciรณn! ¡Que los secuaces del poder tirรกnico tributen a las ideas del siglo y a los adelantos de la civilizaciรณn en Amรฉrica los testimonios de su forzado y tardรญo arrepentimiento! ¡Que vuestro ardiente celo por la Constituciรณn, que vuestro constante amor a la Patria y a la Libertad, que vuestra previsiรณn y energรญa os facilite el dulce placer de elevar a los Estados Unidos Mexicanos al alto punto de prosperidad y grandeza que ha decretado el รrbitro Supremo de los Destinos!
Vicente Guerrero (1829)
¡Ciudadanos! La patria recibe un nuevo ser, y en sus aras se han sacrificado ya todos los intereses; no hay ni la seรฑal mรกs ligera de desuniรณn. ¡Loor eterno al patriotismo y al buen juicio de los mexicanos! ¡Sea enhorabuena, ciudadanos Senadores y Diputados! Continuad vuestras importantes y รบtiles tareas: dad dรญas de gloria a la patria y de confusiรณn a sus enemigos. ¡Sostened con firmeza las instituciones adorables que tan a su placer rigen al pueblo mexicano! Contad en todo con la fiel adhesiรณn del Ejecutivo y con la protesta solemne que hoy repite, de no tener jamรกs otro norte ni mรกs guรญa que la Constituciรณn y la ley.
Anastasio Bustamante (1831)
Los pueblos todos, fatigados de las inquietudes frecuentes que por desgracia hemos sufrido, reconocen que la felicidad de las naciones no se disfruta sin la fiel observancia de las leyes y el respeto debido a las autoridades constituidas. Una triste experiencia les ha hecho ver que los excesos de la demagogia no son menos ruinosos que la opresiรณn de la tiranรญa, y que solo el orden y la moderaciรณn aseguran el bien general de las sociedades, asรญ como el particular de sus individuos. Fomentad, seรฑores, estas excelentes disposiciones con la sabidurรญa de vuestros acuerdos, y el pueblo mexicano serรก, en breve, el mรกs feliz del Universo.
Antonio Lรณpez de Santa Anna (1835)
¡Ciudadanos representantes! Un grande acto de justicia, de polรญtica y de clemencia os pido. Otorgad un universal olvido a los delitos polรญticos cometidos hasta el momento de vuestra feliz instalaciรณn. Fรญjese por ella una รฉpoca de reconciliaciรณn y de consuelo; restitรบyase a las leyes su vigor; que lo pasado carezca de recuerdos aflictivos; que para lo futuro no existan otras esperanzas que las del deber, que las merecidas por el talento y por la virtud. ¡Representantes de la naciรณn! Cordialmente os felicito en este dรญa de gozo nacional. Sabรฉis que soy amigo de mi generosa patria. Llegue su prosperidad al tรฉrmino a que aspiran mis deseos.
Benito Juรกrez (1862)
Alentad, ciudadanos diputados en el seno de vuestras familias, la mรกs profunda seguridad de que el Gobierno se esforzarรก, con diligente solicitud, en corresponder a la expectaciรณn del paรญs y de sus dignos Representantes, defendiendo, a todo trance, la independencia de la Repรบblica y sus hermosas instituciones.
Sebastiรกn Lerdo de Tejada (1873)
Puede el Ejecutivo tener la satisfacciรณn de decir que no existe ahora en todo nuestro territorio ningรบn grupo armado contra la ley y la autoridad, gozรกndose de los beneficios de la paz en toda la extensiรณn de la Repรบblica. Podรฉis volver a vuestros hogares, ciudadanos Diputados, con la satisfacciรณn de haber correspondido a la confianza del pueblo mexicano. Recibid mis felicitaciones, con mis fervientes votos por la prosperidad nacional.
Porfirio Dรญaz (1877)
Sed vosotros, ciudadanos Diputados, os lo ruego, los intรฉrpretes de los sentimientos de mi gratitud hacia vuestros comitentes, por la inmensa confianza que en mรญ han depositado, elevรกndome a la Primera Magistratura de la Repรบblica. Aseguradles en mi nombre que todos los esfuerzos que pueda hacer un mexicano que ama a su Patria, que conoce los infortunios que la agobian y desea con ardor verla prรณspera, respetada y feliz, los harรฉ yo para corresponder, hasta donde mi capacidad alcance, a las esperanzas de dicha que han fincado en mi elevaciรณn al Poder.
Francisco Leรณn de la Barra (1911)
Termino formulando un vehemente deseo que es a la par consoladora esperanza: que todos nos unamos en un mismo sentimiento y en un mismo deber, que demos al olvido disensiones y rencores, que aliemos nuestros esfuerzos y nuestras voluntades y que reclinemos nuestras fatigadas cabezas en el amoroso regazo de la Patria.
Francisco I. Madero (1912)
El Ejecutivo se siente orgulloso de contar con tan dignos colaboradores, y abriga la firmรญsima convicciรณn de que entre ambos Poderes reinarรก siempre una muy cordial armonรญa, que le permitirรก afrontar, lleno de fe, los mรกs arduos problemas. Ante uniรณn tan estrecha y legรญtima todos los obstรกculos se desvanecerรกn y la Repรบblica podrรก marchar firmemente hacia los grandes ideales que constituyen la aspiraciรณn suprema de los hijos amantes de la Patria.
Victoriano Huerta (1913)
Como Jefe interino de la naciรณn, dirigiรฉndome a vosotros, que sois sus representantes, y a ella, que es la soberana, declaro que no habrรก para mรญ, soldado del pueblo y servidor de la patria, dรญa mรกs glorioso que aquel en que entregue la suprema investidura al elegido de la naciรณn, para empuรฑar de nuevo la espada, que, con las de todos los miembros del Ejรฉrcito Federal y de los individuos que componen los cuerpos de antiguos revolucionarios, formarรกn un muro de acero en torno del santuario de la ley.
Venustiano Carranza (1917)
En el frontispicio de la academia del genial Platรณn habรญa esta leyenda: “Aquรญ solo entra el que sabe geometrรญa.” A este recinto augusto no debe llegar jamรกs el ruido de las pasiones bastardas, cuyo oleaje tempestuoso no debe trasponer sus umbrales, para que en รฉl solo se escuche la voz serena de la razรณn que busca la verdad, y los sonoros acentos del patriotismo que exige que la Naciรณn sea grande. Por eso, para cumplir con vuestra misiรณn, debรฉis siempre tener presente que aquรญ solo debe entrar el que no tenga mรกs que una idea: la del bien pรบblico; una sola preocupaciรณn: hacer al pueblo libre; una sola pasiรณn: el amor a la patria.
รlvaro Obregรณn (1921)
En los momentos actuales, la naciรณn exige a sus representantes un amplio y alto espรญritu de reforma y el propรณsito firme de trabajar para reconstruir el paรญs, restaurar el crรฉdito nacional y lograr la desapariciรณn de aquellos males tradicionales que han importado una franca paralizaciรณn en todas las fuerzas vivas de la Repรบblica. El porvenir de millones de seres estรก vinculado en la actuaciรณn del Poder Legislativo, y no es extraรฑo, por lo tanto, que la opiniรณn pรบblica exija un esfuerzo, รญmprobo, tenaz y coordinado para resolver todas las cuestiones que la naciรณn tiene ante sรญ y de cuya soluciรณn depende el futuro de la Patria.
Plutarco Elรญas Calles (1928)
Abrigo la esperanza de que vosotros y el pueblo mexicano que os ha conferido su representaciรณn sabrรฉis estimar la labor que he llevado a cabo y os darรฉis cuenta de que puse toda mi voluntad y esfuerzo para el mejor servicio de mi patria. Si asรญ es, me retirarรฉ a la vida privada satisfecho de haber cumplido mi deber.
Lรกzaro Cรกrdenas (1934)
Todos los auspicios nos son favorables: inspirados en las necesidades de nuestro pueblo; apoyado en la ley y en nuestro partido, y con el mรกs hondo propรณsito de merecer en todo instante la confianza de las clases trabajadoras, llego a la presidencia del paรญs invocando de todo el pueblo que me ha elevado a un puesto de tan grande responsabilidad su cooperaciรณn entusiasta y su fe en los destinos de la Repรบblica.
Manuel รvila Camacho (1946)
Y os digo, con todo aprecio: siempre que algรบn obstรกculo ideolรณgico surca entre vosotros, preguntaos cuรกl es el sendero que lleva al paรญs a la realizaciรณn suprema de Mรฉxico, como pueblo y como naciรณn, y seguidlo entonces sin reticencias. Y verรฉis que el sendero a que aludo pasa muy alto, muy por encima de nosotros, muy por encima de todas las diferencias y de todos los desacuerdos circunstanciales. Porque la vibraciรณn de los intereses y las doctrinas debe medirse, limpiamente, con el diapasรณn unรกnime de la Patria.
Miguel Alemรกn (1948)
Llegada la Revoluciรณn a su madurez, garantizadas todas las libertades y consagrados todos los derechos por la Constituciรณn Polรญtica que nos rige, debemos, todos los mexicanos, dedicarnos a producir lo necesario para la satisfacciรณn de las necesidades vitales; a sujetar nuestra conducta a las normas morales; a templar nuestra decisiรณn ante las circunstancias adversas, y a fortalecer nuestra nacionalidad y nuestras instituciones, trabajando sin descanso y poniendo una inquebrantable fe en nosotros mismos; en la conciencia de que los destinos de las generaciones que nos sucederรกn estรกn en nuestras manos. De lo que ahora hagamos depende el maรฑana de la patria.
Gustavo Dรญaz Ordaz (1968)
Sigamos juntos construyendo una patria a la medida de nuestros sueรฑos y de las luchas seculares que nuestro pueblo ha librado para asegurar su destino.
Luis Echeverrรญa (1974)
La verdadera dimensiรณn de lo alcanzado estรก aรบn en la entraรฑa del tiempo. Serรก fecunda si, como estoy cierto, con la Revoluciรณn Mexicana y con la Constituciรณn de 1917 proseguimos, todos, ¡arriba y adelante!
Josรฉ Lรณpez Portillo (1980)
Mรฉxico tiene que saber que es ejemplo demostrativo. No puede, en estos momentos, derrumbarse por la pendiente de las ineficiencias, al perder rumbo y conculcar valores, o al admitir servilismos; ni siquiera imitaciones. Traicionarรญa su razรณn de ser e incluso causarรญa incalculables desequilibrios en la sociedad internacional. La batalla de Mรฉxico por su progreso e independencia es la que libra el mundo en desarrollo. No la podemos perder. Serรญa darles la razรณn a los zaratustras. Casi tanto como nosotros mismos, el mundo amigo desea que seamos eficientes y espera que sigamos siendo libres. No nos vencerรกn ni el viento de la inflaciรณn, ni las tinieblas de nuestros demonios interiores. Todos a luchar contra esos fantasmas. Venzรกmoslos ahora y aquรญ. Con nuestra fuerza y decisiรณn. Por nosotros y para nuestros hijos. A crecer con justicia. Por Mรฉxico, para Mรฉxico. ¡Viva Mรฉxico! ¡viva mรฉxico!
Miguel de la Madrid (1984)
Que no nos amarguen ni nuestros problemas ni nuestros errores. No tenemos derecho a ser pesimistas ni a desconfiar de nosotros mismos. Tenemos conciencia y fuerza para corregir y para construir. Estamos saliendo adelante y saldremos vencedores, como lo hicieron las generaciones que nos dieron y mantuvieron una Patria independiente y libre. Asรญ la entregaremos nosotros a nuestros hijos: mรกs independiente y soberana, mรกs grande, mรกs libre, mรกs justa, mรกs digna. A esta hermosa tarea convoco nuevamente hoy a todos los mexicanos. ¡Viva Mรฉxico!
Carlos Salinas de Gortari (1988)
Reafirmemos el orgullo de ser mexicanos, no pidamos que nos den confianza, hay que dรกrsela a Mรฉxico; no escatimemos nuestro esfuerzo a la Naciรณn, hay que entregarlo sin reserva, generosamente y sin condiciรณn; no esperemos soluciones, aportรฉmoslas; miremos a los ojos de nuestros hijos y hablรฉmosles con orgullo de lo que fuimos y de lo que somos capaces de hacer, encabecemos el justo reclamo de los jรณvenes por un mejor porvenir; recobremos el รกnimo, mostremos el optimismo; sigamos dando la lucha con alegrรญa. Mรฉxico vive erguido y firme porque tiene ante sรญ la victoria; tengo fe en los mexicanos; presidirรฉ su esfuerzo, defenderรฉ su dignidad, alentarรฉ su emociรณn. Constituimos una gran Naciรณn; mostrรฉmosla con orgullo ante el mundo. Frente al desafรญo, demostremos, una vez mรกs, en los hechos, la grandeza mexicana. ¡Nuestra Patria triunfarรก! ¡Que viva Mรฉxico!
Ernesto Zedillo (2000)
Ya nadie puede asumirse eternamente en la oposiciรณn, ni nadie eternamente en el gobierno. Por lo tanto, ahora todas las fuerzas polรญticas, sea en la oposiciรณn, sea en el gobierno, deberรกn tener un mayor incentivo para contribuir a los cambios que aceleren el desarrollo de nuestra Naciรณn. A todos conviene cuidar la casa. No solo porque es de todos; sino porque ahora cualquiera puede ser responsable de ella. Y nunca debe olvidarse que esta casa nuestra, esta Patria, Mรฉxico, no solo tiene una gran historia, sino que promete un gran futuro. Por esa historia que es de todos y por ese gran futuro que merecen nuestros hijos confรญo en que los mexicanos seguiremos trabajando unidos y con ahรญnco.
Vicente Fox (2000)
Nadie nos arrebatarรก la fuerza de nuestra esperanza. Haremos un Mรฉxico tan grande como nuestros sueรฑos. Nadie puede apostar a ganar solo. La apuesta es que todos ganemos. Los mejores tiempos de Mรฉxico estรกn por venir, pero no vendrรกn solos. Hay que ir por ellos. ¡Hoy! Todos tenemos una trinchera que cubrir para hacer realidad nuestros anhelos y esperanzas. Sin el apoyo de todos, nada cambiarรก. Con el apoyo de todos, no habrรก nada que no podamos cambiar. Ganemos el futuro, ¡hoy! Comencemos las tareas, ¡hoy! Hagamos efectiva la Revoluciรณn de la Esperanza, ¡hoy! En esta tarea Mรฉxico cuenta con todos nosotros. Hoy y siempre. ¡Viva Mรฉxico! ¡Mรฉxico ya!
Vicente Fox (2004)
Ante la actitud de un grupo de legisladores que hace imposible la lectura del mensaje que he preparado para esta ocasiรณn me retiro de este Recinto.
Felipe Calderรณn (2007)
La democracia nos da hoy la oportunidad de construir una Naciรณn donde todos vivamos mejor. Construyamos juntos un Mรฉxico a la altura de nuestra historia, a la altura de nuestro tiempo, de nuestros desafรญos, a la altura de nuestros sueรฑos, un Mรฉxico a la altura de nuestra dignidad. Sรญ es posible transformar a Mรฉxico, con la fuerza de lo mucho que nos une, con la fuerza de nuestras coincidencias, tomemos las riendas de nuestro destino y juntos conduzcamos a Mรฉxico al futuro.
¿…? (2013)
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Es un escritor, editorialista y acadรฉmico, especialista en poesรญa mexicana moderna.