Para Edeisy
Un desayuno con Dios debe de ser así,
imprevisto,
doblado el paño sobre la mañana.
La leche en el fogón, tibia,
como cuando frotas las manos
contra el frío matinal:
un ligero ademán de resistencia.
Y Dios hablando,
suave la conversación,
sus palabras, pan al horno en las primeras horas
para el viajero inesperado.
Afuera el sol, en el atrio.
Dentro la penumbra,
la cocina, lugar santísimo, humildísimo.
Dios limpiando las palabras con el delantal.
Con voz de anciana amable
lee, comenta.
Respira pleno un sorbo de soledad
durante la visita.
La familia de Dios también ha emigrado.
Escribe cartas.
No me deja limpiar las migajas de mi porción:
qué me quedará —pregunta— cuando te vayas.
No dice adiós con el abrazo.
Limpia las tazas. Sonríe.
Agrupa los platos sobre el fregadero
y sonríe. ~
(Pinar del Río, 1982) es coautor de Ballet clásico y tradición grecolatina en Cuba (Aduana Vieja, 2019) y editor de la antología bilingüe Equívocos / Misconceptions. Poetas cubanos de inicios del siglo XXI (kýrne, 2021). Este poema forma parte de Koûros Habana, de próxima publicación.