Después de su dimisión como editor de Breitbart y de que Simon & Schuster retirara el contrato de su libro por unas declaraciones sobre la pedofilia, el periodista de la alt-right Milo Yiannopoulos dijo al New Yorker que “todo lo que dije ahí era completamente defendible con apropiado contexto y explicación”. Muchas polémicas lo serían menos si se aportara su contexto, pero hay ocasiones en las que la apelación al contexto solo sirve para defender lo indefendible. Difícilmente puede Yiannopoulos aportar un contexto en el que decir que tener sexo con niños de 13 años suene aceptable. La defensa de Trump tras su grab by the p**** de que se trataba de una “broma de vestuario” no es un contexto que reste gravedad a lo que dice.
Algunos trumpistas intentan aportar el contexto que creen que hace falta a las medidas más regresivas de Trump. Como si un poco de contexto sobre la situación de los votantes blancos rurales, la corrección política, los supuestos excesos de la prensa o los atentados terroristas fuera a ayudarme a comprender el veto a los musulmanes en Estados Unidos. Steve Bannon fue marine y estuvo en Goldman Sachs, sí. Y es muy listo y leído. Eso no excusa en modo alguno su ultraderechismo y nacionalismo blanco.
Cuando hablo con amigos catalanes, generalmente de izquierdas y con simpatías por el independentismo, suelen decirme que partidos como Ciudadanos y asociaciones unionistas como Societat Civil Catalana son casi de ultraderecha. Si me sorprendo por la afirmación, suelen añadir que “en Madrid no les conocéis, nosotros les conocemos desde hace años”. Es un argumento que usa a menudo Gabriel Rufián. Os falta el contexto. Y el contexto es el procés, que altera y justifica todo. En cambio, el contexto que rodea al procés, la ideología de un partido como Convergencia, ahora Partit Demòcrata Català, el pujolismo, el 3%, el hecho de que el independentismo sea una estrategia de la burguesía catalana para sobrevivir en el poder, el porcentaje de hispanoparlantes en Cataluña o la brecha de clase entre el independentismo y el unionismo no son necesarios. El contexto es maleable. Parece que algunas cosas necesitan contexto, pero otras no. A veces es por disonancia cognitiva, otras es un olvido selectivo.
Sin contexto seríamos bárbaros. Está bien tener la capacidad de explicarnos, por ejemplo ante un tribunal. Tampoco entenderíamos muchas actitudes del pasado sin contexto, y correríamos el riesgo de tomárnoslo todo literalmente. Muchos chistes requieren de un contexto. Todo ocurre en un contexto, pero no necesito saber el contexto en el que se comete una injusticia para saber que es una injusticia. No voy a evitar que un autoritario o un racista se explique. Pero sabré lo que pienso antes de que aporte su contexto.
Ricardo Dudda (Madrid, 1992) es periodista y miembro de la redacción de Letras Libres. Es autor de 'Mi padre alemán' (Libros del Asteroide, 2023).
