Hay varias hipรณtesis sobre el adelanto electoral en Espaรฑa, anunciado esta maรฑana por el presidente Pedro Sรกnchez: las elecciones generales, que iban a celebrarse en diciembre, serรกn el 23 de julio. En primer lugar, es un anuncio que desvรญa la atenciรณn de los nefastos resultados del PSOE en las elecciones municipales y autonรณmicas, en las que el PP ha ganado en siete de las diez ciudades mรกs pobladas (se desmonta el mito de la izquierda urbana como dique frente a la derecha y la ultraderecha, supuestamente mรกs refugiada en feudos rurales) y en regiones clรกsicas del PSOE como Extremadura y, sobre todo, Andalucรญa (el PP tiene desde el aรฑo pasado mayorรญa absoluta en el Parlamento de Andalucรญa y ahora ha arrebatado al PSOE todas las capitales de provincia salvo Jaรฉn). Es una derrota tan mayรบscula, sin embargo, que no despistarรก por mucho tiempo, aunque sรญ cambia el foco en un momento clave: el presidente en vez de aparecer compungido lo hace en modo supervivencia y con ganas de dar la batalla.
La batalla es, como es habitual en รฉl, una guerra cultural y psicolรณgica. El segundo motivo del anuncio tiene que ver con la izquierda a la izquierda del PSOE, que tambiรฉn ha sufrido un batacazo. Su socio en el gobierno, Unidas Podemos, estรก en proceso de desapariciรณn (sus candidatos no han entrado ni en el ayuntamiento ni en la asamblea de la Comunidad Madrid, lugar de nacimiento del partido); la izquierda alternativa que ahora se reรบne alrededor de Yolanda Dรญaz (que ha apoyado a Compromรญs en Valencia y a Ada Colau en Barcelona, por ejemplo) tambiรฉn ha decepcionado (aunque Mรกs Madrid, por ejemplo, no deja de crecer). En vez de romper la coaliciรณn, Sรกnchez ha decidido forzar a sus socios de izquierda a entenderse en un contexto de divisiรณn radical. Segรบn la ley electoral, si la izquierda alternativa quiere ir en coaliciรณn el 23 de julio tiene diez dรญas para montar su candidatura. Sรกnchez busca cargarse a sus competidores en la izquierda para, si pierde las elecciones, convertirse en la รบnica oposiciรณn.
En tercer lugar, estรก la campaรฑa del miedo. El PP ha ganado con claridad las elecciones autonรณmicas y municipales, pero en muchos casos necesitarรก a Vox. Sรกnchez sabe que al lรญder del PP, Alberto Nรบรฑez Feijรณo, le molesta pactar con la ultraderecha (su perfil es mรกs tecnocrรกtico, una vuelta al PP que vende gestiรณn y no ideologรญa). La campaรฑa de las elecciones generales coincidirรก con el juego de pactos municipales y autonรณmicos entre PP y Vox, lo que permitirรก al PSOE explotar su discurso clรกsico de โnosotros o la ultraderechaโ.
Hay otra explicaciรณn, esencialmente sanchista. Como explica Ivรกn Gil en El Confidencial, โEl adelanto supone un escudo frente a la posibilidad de una rebeliรณn interna que pondrรญa en riesgo hasta su candidatura para los prรณximos comicios. Sรกnchez se blinda ante la peticiรณn de asunciรณn de responsabilidades por parte de las diferentes federaciones.โ Es ya un clรกsico del presidente: hace todo lo que puede para evitar la rendiciรณn de cuentas.
La รบnica explicaciรณn que nadie se cree, y que ni siquiera el gobierno promueve, es la que serรญa mรกs honrada: el presidente adelanta las elecciones ante la derrota que ha sufrido su partido. Es algo muy poco comรบn en Espaรฑa; la izquierda estรก hablando de autocrรญtica tras la derrota de ayer y esa autocrรญtica significa โson todos unos fascistasโ. Hay analistas que hablan de que Sรกnchez es un โresistenteโ, citan su libro Manual de resistencia. Es una manera de definirlo. Tambiรฉn es puro cinismo, la bรบsqueda desnuda del poder, la instrumentalizaciรณn partidista y personalista de las instituciones, la polรญtica como la promociรณn constante del estado de excepciรณn. Es un presidente muy tรกctico (todos lo son, pero algunos lo ocultan mejor que รฉl). Y venderรญa a sus socios por un plato de lentejas.