Nadie escribe como quiere, se escribe meramente como se puede. La libertad juega poco en la creatividad artรญstica: la jaula estรก adentro, en el impulso, en la inventiva, el talento mismo es una forma de restricciรณn.
Arriba la callada roca gris de las montaรฑas, de tonos discretos, matizados; abajo el Tonale, rรญo joven aquรญ, aventurero, lleno de ganas de viajar; enfrente de mรญ Franco responde โla mitad de lo que dice estรก, a la italiana, en los gestos y ademanes: โNo, no se puede, infinitos modos.โ Yo le habรญa preguntado: โยฟSe puede saber de cuรกntos modos se prepara la pasta en Italia?โ
Arriba las montaรฑas de roca; me arrepiento de haberlas juzgado grises en mi precipitaciรณn, cuando los tonos delicados, ambiguos, admitirรญan desde el pรบrpura claro, hasta, no sรฉ, algรบn verde deslavado prรณximo a las tierras ligeras, o a un รญndigo aguado, y ahรญ, entre esos tonos, pura, brillante, definitiva, la nieve, que puntea aquรญ y allรก, excepto en el glaciar, donde se acumula dura, lisa y precipitante; y a un lado, manejando el coche, Franco viene explicando: โEl mozzarella se hace en el sur, y no, no, la bรบfala es una vaca, un tipo de vaca, no la hembra de ese animal selvรกticoโ, y me refrescรณ el uso de este adjetivo, โselvรกticoโ, pronunciado con energรญa y aplicado al bรบfalo.
Estรก nublado, aquรญ, donde se desarrolla la reuniรณn, una suerte de congreso, el Tonalestate, Ponte di Legno, esta estaciรณn invernal de esquรญs; en verano, densas nubes, y allรก arriba, entre las rocas, el mรกs filosรณfico de los fenรณmenos meteorolรณgicos, la niebla, rubrica sus comentarios entre los picos; llueve un poco, hace algo de frรญo. Nos cobijamos en un cafรฉ. Ordeno, de seguro mal, y el mesero se me queda mirando, confuso. Aldo Giobbio, periodista culto โlos hay, al menos aquรญ en Italiaโ viene en mi ayuda y me explica que latte, โlecheโ, en italiano, es masculino, se dice, il latte fredo, โel leche frรญo, y no frรญaโ, en femenino, como yo insistรญa en decir, sin duda por estimar, no sin razones, que la leche es atributo, mรกs que eso, producto, de las hembras de los mamรญferos.
Conrado Corghi, viejo polรญtico liberal, de impresionante elocuencia, habla en las sesiones de la tentaciรณn del poder por el poder, distinguido del poder para servir. En Mรฉxico, ยฟhace cuรกnto todos han sido vencidos por el impulso acariciador de mandar por mandar, y de paso hinchar con ganas la bolsa?
Despuรฉs de cenar, impulsados por los que quieren fumar, pocos, pero insistentes, pasamos al bar; me conformo con un cafรฉ descafeinado, los demรกs beben grappa, grappa marca Francoli. La grappa es aguardiente de orujo es decir, de la cรกscara de la uva; por eso, supongo, es mรกs barata. Aquรญ, segรบn mi experiencia, se bebe desde luego vino, tinto, y si beben otra cosa, es grappa โexcepciรณn hecha de algรบn teรณlogo sonriente que pidiรณ whiskey, sin hielo ni agua, asรญ, puro, de gaznate aventurero, como decรญan en las cantinas.
La carretera que va de Ponte di Legno a Trento, ciudad conciliar, recorre el que fue el frente italiano en los Alpes durante la Primera Guerra Mundial. A todo lo largo se batieron รฉstos con los tedeschi, o tudescos, como decรญan en Espaรฑa a los austriacos, adversarios tradicionales del norte de Italia โque lo ocuparon, no sin resistencia, durante siglosโ, y en el camino todavรญa pueden verse solitarias fortificaciones de piedra, y allรก arriba, bajo el glaciar, que se estรก descongelando, me dicen, se encuentran armas, llantas, proyectiles, cascos, y hasta cadรกveres de los pobres soldados que ahรญ quedaron.
Europa, madre de tantas maravillas de arte, civilizaciรณn y cortesรญa, es tambiรฉn, no conviene olvidarlo, protagonista de las guerras mรกs enconadas y despiadadas de que se tenga memoria.
Las fantasรญas que nacen de nuestro miedo y debilidad no nos dejan percibir el miedo y la debilidad de los otros. ~
(Ciudad de Mรฉxico, 1942) es un escritor, articulista, dramaturgo y acadรฉmico, autor de algunas de las pรกginas mรกs luminosas de la literatura mexicana.