Hace meses me afané en hallar en YouTube videos del virtuoso guitarrista de jazz Pat Metheny interpretando “Electric Counterpoint”, la pieza del compositor estadounidense Steve Reich que estrenó aquél en la Brooklyn Academy of Music a fines de los años 80. Para mi decepción, sólo encontré un video amateur –de esos con pulso de maraquero- de una ejecución de Metheny de escasos dos minutos y 26 segundos, cuando la obra completa dura aproximadamente 15 minutos.
En este mundo de observadores insaciables, de voyeurs sobreestimulados, de glotones homo videns, yo quería ver al detalle manos, dedos, movimientos corporales y gestos de Methehy, egresado de la Berklee School of Music, al despachar con destreza toda la composición del minimalista.
Nada encontré. O muy poco. Hallé videograbaciones –ninguna de óptima calidad- de ensambles irlandeses, filipinos, y de solistas de diversas nacionalidades, acometiendo la obra citada, y una valiosa joyita: las imágenes, con un audio aceptable, de Jonny Greenwood, el inventivo guitarrista de Radiohead, interpretando con brillantez el “Contrapunto Eléctrico” de Reich, judío neoyorquino con permanente gorra beisbolera.
El hallazgo no me sorprendió. Me pareció natural que alguien con la creatividad, la amplitud de miras (y oídos), y el loable sentido de aventura de Greenwood -indiscutible renovador, con Thom Yorke y compañía, de ese animal llamado rock and roll- se hubiera animado a dar su versión de una obra que, desde la primera vez que la escuché, me conmovió hasta las lágrimas y me hospedó para siempre en el mundo sonoro de Steve Reich.
La aparición este 2014 de Radio Rewrite, en el confiable sello Nonesuch -el brazo arriesgado y vanguardista del conglomerado Warner Music- atestigua la conexión de dos de las fuerzas creativas más relevantes de la escena musical de los tiempos que corren: Radiohead y Steve Reich. Resulta que hace un lustro, en el festival Sacrum Profanum, efectuado en Cracovia, Polonia, el minimalista estadounidense quedó sorprendido ante la interpretación que hizo Greenwood de su pieza y se dio a la tarea de escuchar, por primera vez (“llegué retrasado”, confesó en una entrevista) la música del combo que ha venido proponiendo el mejor rock, si acaso todavía es válido ese membrete, durante los últimos tiempos.
¿El resultado? Reich, amigo de la recreación y la remezcla y entusiasta de la asimilación de las más diversas influencias, tomó fragmentos de dos canciones de Radiohead, “Jigsaw Falling into Place” del In Rainbows (2007) y “Everything in Its Right Place”, incluida en ese indiscutible parteagüas del rock contemporáneo llamado Kid A (2000), y con ellos cimentó “Radio Rewrite”, una obra de casi 20 minutos estructurada en cinco movimientos. Hay que decir que ambas canciones devienen en una lejana evocación, meros puntos de partida, guiños apenas perceptibles. Además, la entrega completa incluye una magnífica versión del “Electric Counterpoint”, con Jonny Greenwood, grabada por Graeme Stewart en los legendarios estudios Abbey Road, y otra del “Piano Counterpoint”, con un arreglo de Vincent Corver, en manos de la pianista canadiense Vicky Chow.
Reich ha sido un guerrero incansable en la lucha por eliminar distancias entre la “alta” y la “baja” cultura (entre lo high y lo lowbrow); ha llevado los sonidos de las calles a las salas de conciertos, manipulado ruidos y exclamaciones, e invitado a los instrumentos eléctricos -guitarras, bajos, órganos y sintetizadores, entre otros- a recintos que antes se escandalizaban con su corta o larga visita. En uno de sus artículos publicados a mediados de la década pasada en The New Yorker, el crítico Alex Ross, autor de los indispensables libros El ruido eterno y Escucha esto, recordó que en 1973, cuando el director Michel Tilson Thomas dirigió “Cuatro órganos” de Reich en el Carnegie Hall neoyorquino, una mujer trató de interrumpir la ejecución golpeando el escenario con el pie una y otra vez. Los años han pasado y el “Contrapunto eléctrico” ya hasta lo interpretó en nuestro Palacio de Bellas Artes Mark Stewart, de los Bang On A Can All Stars, en el XXII Festival de México en el Centro Histórico, algo que habrá que agradecerle por siempre a José Areán y a José Wolffer.
La música de Reich, nunca estará de más decirlo, ostenta el poderoso influjo de Pérotin, Bach, Stravinsky, Coltrane, Davis y las percusiones africanas. Y es indiscutible que ha tocado no sólo a creadores de música de concierto, también a jazzistas, rockeros, hip-hoperos y DJs. Radio Rewrite tal vez no sea una grabación tan refrescante, asombrosa y contundente como Double Sextet / 2X5 (Nonesuch, 2010) que en el año de su aparición ofreció música más aventurada y liberadora que la de cualquier banda de rock que atiborrara estadios y arenas y vendiera montones de camisetas y sudaderas; y a pesar de ello Radio Rewrite es, sin duda, uno de los lanzamientos más sobresalientes de este año. El campaneo de una guitarra eléctrica se entreteje con el de otras, muchas, pregrabadas. La sensación puede ser la de viajar por el ciberespacio. Si se pudiera arriesgar un equivalente visual podrían ser los motivos, incesantes, de la serie “México bajo la lluvia” de Vicente Rojo extendidos hasta el infinito. Es el “Contrapunto Eléctrico” de Steve Reich y Jonny Greenwood. La música de concierto y la música popular en franca conversación. Algo digno de escucharse. Se vale llorar.
Ernesto Flores Vega (Huichapan, Hgo., 1964) es un melómano ecléctico. Ha ejercido el periodismo y la comunicación corporativa.