Señor director:
Me gustaría compartir algunas reflexiones sobre el modo en que los opositores al gobierno cubano podemos desarrollar nuestra lucha. No se puede enfrentar a la fiera de frente y con el fusil en la mano. Por el contrario, hay que amansarla y usar sus mismas estrategias. Sabemos cómo actúa el gobierno cubano: con una guerra de palabras que hace colándose en las casas de todos. No es posible imaginarse la cantidad de sitios Web que han proliferado dentro de Cuba en el último año y la promoción que el gobierno hace de ellos. Todos ellos para seguir lavando cerebros en Latinoamérica y Europa, donde muchas veces se concentran los grupos de apoyo al régimen, amparados por lindas palabras como “solidaridad”. Pongo un ejemplo: en Suecia opera desde hace muchos años la Asociación de Amistad Cubano-Sueca, con su cuartel general en la calle más céntrica de la capital. Tienen una revista que sale cuatro veces al año (Kuba), reciben ayuda financiera de organizaciones de ayuda internacional, tienen una librería donde se vende Granma y todos los libros que se distribuyen dentro de Cuba: Diario del Che, Vida de Fidel, etcétera. Esas gentes, que muchos son suecos y otros son latinos comunistas, se han dedicado por años a apoyar al régimen, y han hecho un lavado de cerebro en la población. El arma más fuerte que tenía y tiene esta Asociación es que, al haber suecos en ella, dominan a la perfección el idioma de ese país, y por ende llegan más lejos: se dedican, por ejemplo, a mandar artículos a los periódicos más importantes y muy pocas veces los cubanos que allí estamos les podemos responder, por nuestro escaso dominio de la lengua.
Con esto quiero decir que todos debemos tomar iniciativas propias y llevarlas a cabo. Por ejemplo, Internet es un arma muy poderosa. Mandando e-mails a todas las personas que han sido engañadas bastará para que poco a poco haya un cambio de mentalidad. ~
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