Las novelas de la Zona Cero /2

SegĆŗn Books in Print, entre 2001 y 2006 se publicaron 1.036 tĆ­tulos de no-ficciĆ³n sobre el 11-S. En ese mismo periodo se publicaron aproximadamente 30 novelas centradas en los ataques de ese dĆ­a.
AƑADIR A FAVORITOS
ClosePlease loginn

Entre los autores estadounidenses de primera fila que llevaron a la literatura el problema nine eleven, estĆ”n John Updike (Terrorist, 2006). Su novela dividiĆ³ opiniones, ganĆ”ndose el encono de un sector de estadounidenses por ir a la gĆ©nesis del terrorista ficticio Ahmad, nativo de las inmediaciones de Nueva York. La obra tiene mucho del bildungsroman, la novela de aprendizaje, tratando de un adolescente hijo de norteamericana y egipcio, que con el beneplĆ”cito de su madre Ahmad se convierte al Islam y asume las enseƱanzas del rigorista imam, el Sheij Rashid. Mediante su personaje, Updike cuestiona a la sociedad decadente, materialista y hedonista que le rodea; el joven Ahmad se debate entre la conciencia religiosa inculcada por Rashid, con claras insinuaciones a los actos terroristas, y los consejos de su asesor escolar, que ha sabido reconocer sus cualidades humanas e inteligencia. He ahĆ­ el conflicto de personaje planteado por Updike y mal interpretado de apologĆ­a por los lectores de algunos sectores estadounidenses. Fue la penĆŗltima novela de Updike, que buscando horadar en el nĆŗcleo humano con el taladro de la ficciĆ³n, se otorga un poco de luz a sĆ­ mismo.

Jay Mcinerney, uno de los novelistas estrella de los aƱos 80, conocido por su libros magistrales sobre el vino, asegurĆ³ en entrevista al USA Today: “Eventualmente habrĆ” una novela –o una serie de novelas– que darĆ” forma a nuestro conocimiento sobre estos eventos, de la misma manera –por ejemplo– que El gran Gatsbynos informa sobre el espĆ­ritu de los aƱos 20″. El mismo Mcinerney, tambiĆ©n en el 2006, publicĆ³ la novela The good life, secuela de Brightness Falls, en la que, a modo de triller, ubica a sus protagonistas, los Calloway, en la crisis de la mediana edad ente una prosa corrosiva de terroristas en aeroplanos. Su historia es de amor y desamor y esperanza; plantea una metĆ”fora de la caĆ­da del matrimonio con la de las torres gemelas; al caer las torres, sobrevive intacta la bodega de vinos del Windows on the World, en alusiĆ³n a la pervivencia del amor. En momento sublime es en el que bajo la Zona Cero, ente la confusiĆ³n, el polvo, el derrumbe, Like McGavock y Corinne Callaway se encuentran entre el polvo y Ć©l, aĆŗn aturdido, cree ver un Ć”ngel caminando sobre la tierra, se trata de su mujer. En suma, la novela construye una bella metĆ”fora entre el amor y los hechos catastrĆ³ficos. No linda en lo ideolĆ³gico ni lo moral. Mcinerney mismo asume que la suya, no es la novela definitiva sobre el 11S. Otro de los autores mĆ”s jĆ³venes que novelaron el 11-S es Jonathan Safran Foer, nacido en 1977. Su Tan fuerte, tan cerca (Extremely Loud and Incredibly Close), publicada en el 2005, cuenta la historia de Oskar, de 9 aƱos, cuyos abuelos paternos escaparon de los bombardeos sobre Dresde durante la Segunda Guerra, no asĆ­ sus padres, en la Torres Gemelas. Tras la muerte de su padre encuentra cierta llave en un jarrĆ³n con la inscripciĆ³n Negro. Con la suposiciĆ³n de que se trata de un mensaje emprende una bĆŗsqueda por la ciudad de Nueva York que acaba conformando la novela.

De quien todo mundo ansiaba leer al respecto, era del neoyorkino Don DeLillo, autor emblemĆ”tico que en su novelĆ­stica no solo ha retratado el alma de su ciudad, sino el espĆ­ritu norteamericano de la segunda mitad del siglo veinte. En Underworld, DeLillo habĆ­a plasmado de manera magistral un fascinante plano neoyorkino a travĆ©s del tiempo; por otros de sus escritos, al autor se le bautizĆ³ como el escritor del Apocalipsis. DeLillo esperĆ³ un poco mĆ”s para novelar; aƱos antes, en plena administraciĆ³n de Bush (esa que hizo tan manifiesta su nostalgia por la Guerra FrĆ­a, su anhelo por la Tercera Guerra), irrumpiĆ³ en el panorama con el texto breve En las ruinas del futuro, en el que asume el del 11-S como un problema moral, con una visiĆ³n totalizadora y autocrĆ­tica a partir de la catĆ”strofe. “Hay historias de heroĆ­smo y encuentros con el miedo –dice–. Hay historias que llevan alrededor de sus bordes el anillo luminoso de la coincidencia, el destino o premoniciĆ³n”. Sin piedad, el escritor coloca el dedo en la llaga observando que los Estados Unidos son ricos, privilegiados y fuertes, pero sus enemigos estĆ”n dispuestos a morir y su ventaja es la de la fe agraviada. “El escritor –afirma DeLillo en concordancia con Javier Cercas– trata de dar la memoria, la sensibilidad y sentido a todo ese espacio que aĆŗlla”. AƱos despuĆ©s, en busca de su propia simetrĆ­a, DeLillo decidiĆ³ tomar por asalto el 11-S con las herramientas infalibles de la novela, resultando Falling Man. Tal como en otras de sus obras, su punto de partida fue una imagen: cierto hombre caminando entre una nube de humo, polvo y ceniza, con un maletĆ­n en la mano. El reto consistiĆ³ en novelar a partir de un desvanecimiento en la distancia a medida que este hombre irrumpĆ­a en ella caminando. DeLillo refiere que al documentarse para su novela mirĆ³ en los periĆ³dicos de aquellos dĆ­as la foto pequeƱa de un hombre con un traje y un maletĆ­n. Su capacidad ficcionadora lo hizo aventurar que el maletĆ­n que ese hombre llevaba en la mano no era suyo. Ya estaba el germen de una historia, un misterio que DeLillo tuvo que resolver escribiendo; Newsweek se refiriĆ³ a Falling Man como “la primeranovela 9/11 que es una obra de arte”. Por supuesto, la de DeLillo no es aĆŗn la gran obra del 11-S si se considera que no rebasa el nivel de sus novelas anteriores, obras maestras indiscutibles.

Respecto al cuĆ”ndo conseguirĆ”n los norteamericanos plasmar el sentir del atentado es una cuestiĆ³n difĆ­cil de responder, mucho mĆ”s si se aborda el tema sin despojarse de la solemnidad que imprime la afectaciĆ³n. Esto resalta cuando se voltea a la mirada extranjera sobre el 11-S y las novelas que arrojĆ³, posiblemente mĆ”s logradas por la distancia espacial y cultural de sus autores. Windows on the World es una novela francesa inspirada en el suceso, escrita con dos aƱos de distancia del atentado. Su autor, un irreverente y corrosivo FrĆ©dĆ©ric Beigbeder no reivindicĆ³ vĆ­ctimas, ni victimarios, sino que se instalĆ³ en el gĆ©nero 11-S. Windows on the World narra las historias de varios personajes que desayunaban en el conocido restaurante del piso 107 de la torre norte en el momento del atentado. Como hilo conductor de las historias, Beigbeder emplea al personaje Carthew Yorston, agente inmobiliario divorciado, alter ego del propio Beigbeder, quien se retrata a sĆ­ mismo durante la factura de su novela mientras se bebe un cafĆ© en el piso 56 de la torre Montparnasse, en ParĆ­s. Pese a su abordaje lĆŗdico, la novela, no deja de ser prolĆ­fica en detalles descriptivos de la destrucciĆ³n de las Twin Towers, incluida la perspectiva de quienes las ocupaban.

A Windows on the World siguiĆ³ en el 2004 otra novela francesa: 11-S de Jean-Jacques Greif. 11-S, una narraciĆ³n juvenil, refiere las peripecias que vive un grupo de adolescentes en el momento de los atentados, y la reconstrucciĆ³n de los hechos que realizan como cientĆ­ficos amateurs. Al igual que la de Beigbeder, la novela estĆ” escrita en un tono fresco y festivo, sin dejar de referirse a lo desastroso y terrorĆ­fico de los acontecimientos; en ciertos fragmentos de la novela, los materiales de las Torres Gemelas, vigas de acero, cristales, bloques de cemento y tornillos de juntura, sometidos al proceso del fuego incandescente, establecen un diĆ”logo lleno de disertaciones y especulaciĆ³n, antes de precipitarse en el derrumbe absoluto.

Digna de menciĆ³n es la novela del inglĆ©s Ian McEwan, SĆ”bado. Aunque su temĆ”tica principal no es el 11-S, inicia con una alusiĆ³n directa a esa fecha cuando el protagonista de la novela, un mĆ©dico que ha rebasado la medianĆ­a de la edad, observa en la madrugada londinense un aviĆ³n incendiado en pleno aire, y supone inicialmente que es un astro, luego una nave que ha sido atentada, remitiendo a la paranoia que imperĆ³ tambiĆ©n en Inglaterra poco despuĆ©s del 11-S. Posteriormente, con una prosa corrosiva, afilada, Thomas Lehr, autor alemĆ”n, publicĆ³ September fata morgana, sumando un tĆ­tulo extranjero mĆ”s a lo novelado sobre el tema.     

Es patente el problema de cualquier escritor al valerse de ese dĆ­a de fuego y escombros como materia narrativa. El artista enfrentado a la dificultad inicial de cualquier escritura, tiene el reto de luchar contra todo este imaginario popular acumulado, esto es, de no contaminar de realidad su escritura. Posiblemente corresponda a una generaciĆ³n posterior de novelistas transformar el 11-S en literatura. Se dice que Tolstoi escribiĆ³ sobre las Guerras NapoleĆ³nicas mĆ”s de cincuenta aƱos despuĆ©s de sus grandes batallas. Al respecto del tiempo como tamizador y catalizador de sucesos novelables (todo es novelable), podemos atenernos a lo expresado por otra de las lumbreras estadounidenses en el campo de la novela: Philip Roth. El respecto, el autor nos dice: “Algunos escritores se han valido del 11-S en sus libros. En general, la literatura no funciona asĆ­. El paso del tiempo deja espacio para la cavilaciĆ³n y llega una generaciĆ³n de escritores que pueden capturar el hecho, y no suele ser la misma que estaba en su madurez cuando ocurriĆ³”. Roth propone un margen de 65 aƱos como el “apropiado” para escribir sobre un suceso crucial, lo que implica que, al menos, el escritor de la Gran Novela del 11-S es demasiado joven o estĆ” por nacer.

……………………………………………………………………………….………………………………………………………………………………….

En el nĆŗmero de octubre de 2001, a unas semanas de los ataques terroristas, Letras Libres publicĆ³ sus primeras reacciones ante la tragedia. Estos son algunos de los textos destacados: 

  • Tanto el periodista Pete Hamill, el escritor Eliot Weinberger y el historiador Enrique Krauze escribieron crĆ³nicas desde Nueva York. AquĆ­ los textos. 
  • Guillermo Sheridan dedicĆ³ su columna a Nueva York. "Humo, intermedio", titulĆ³ su texto
  • La ediciĆ³n espaƱola de la revista debutĆ³ ese mes. Entre los textos de ese nĆŗmero inaugural, Tsvetan Torodov escribiĆ³ un largo ensayo sobre la identidad.
+ posts


    × Ā 

    Selecciona el paĆ­s o regiĆ³n donde quieres recibir tu revista:

    Ā  Ā  Ā