El periodista y disidente cubano Guillermo Fariñas, que a los 48 años se halla en su vigesimocuarta huelga de hambre iniciada el pasado 25 de febrero, fue hospitalizado el miércoles 3 de marzo por causa de un choque hipoglucémico. Tras recibir suero por vía intravenosa, se repuso (dentro de lo que cabe) y volvió a su casa a continuar el ayuno por la muerte de Orlando Zapata Tamayo y por la liberación de los otros presos de conciencia que hay en la isla propiedad del dueto Hermanos Castro Ruz.
En entrevista que publicó el 6 de marzo el periódico colombiano El tiempo, Fariñas declaró: “Aquí no hay instituciones (de salud) privadas, así que seguiremos. Según los médicos, dentro de seis u ocho días debo tener otro shock… Sólo Dios sabe cuánto podré resistir, pero estoy preparado para seguir sin comer ni beber hasta el próximo colapso. Entonces veremos qué hacen las autoridades. El objetivo de la huelga es la liberación de los 26 presos políticos y de conciencia que se encuentran muy mal de salud, diagnosticados por los médicos del Ministerio del Interior. Por un problema de principios pedimos la liberación de los 200 presos de conciencia que hay en Cuba. Si el señor Raúl Castro, general del ejército y presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba, no fue cínico al decir a la prensa extranjera que ‘lamentaba la muerte de un preso político cubano’, entonces esos 26 estarían en la casa.”
¿Ahora también dirá el dueto sin vergüenza ni hombría de los ubúes Castro que este otro disidente en huelga de hambre es un mero preso por delitos comunes?
Es escritor, cinéfilo y periodista. Fue secretario de redacción de la revista Vuelta.