Poco después de las seis de la tarde del domingo 3 de julio, se dieron a conocer las primeras encuestas sobre la elección para gobernador en el Estado de México. Tanto el Gabinete de Comunicación Estratégica, como Mendoza Blanco y Asociados, publicaron resultados sin sorpresas. Con Eruviel a la cabeza, se mantenían las tendencias que varias casas encuestadoras habían dado semanas atrás.
El círculo cercano a Alejandro Encinas discute la hora y el contenido de la conferencia de prensa que dará el candidato de la coalición "Unidos podemos más", conformada por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), el Partido del Trabajo (PT) y Convergencia. Deciden salir a la misma hora que Eruviel Ávila (poco después de las ocho), virtual gobernador de la contienda. Habla Camacho Solís. Tampoco aquí hay sorpresas: denuncia una elección de Estado.
A Alejandro Encinas lo escoltan Oscar González, diputado del PT; el presidente Nacional del PRD, Jesús Zambrano y el coordinador del PRD en San Lázaro, Armando Ríos Piter. Nadie se atrevió a lucir el atuendo ganador (camiseta y gorra con la leyenda de “Encinas gobernador”); aunque las playeras triunfalistas se transparentan por debajo de las camisas de algunos asesores que, sudorosos, botaron el saco y empezaron a reflexionar acerca de los ajustes de cuentas, los reacomodos y las cabezas que rodarán.
Alejandro Encinas habla ante los medios. Dice que no abandonará al Estado de México aunque realizará tareas de “carácter nacional”, lo que indica que seguramente regresará a San Lázaro, igual que Acosta Naranjo. Benditas licencias de San Lázaro. Uno puede salir, competir por la elección, perderla y regresar a su curul con $150,139 al mes.
Durante la conferencia de prensa Encinas argumenta la parcialidad del Instituto Electoral del Estado de México. Encinas impugnará, pero la cabeza de muchos ya está en la Cámara de Diputados, en la pelea por la coordinación del grupo parlamentario, el cobro de facturas y la posible desaparición del PRD en Coahuila. Para la media noche, el PREP del estado de Coahuila indicaba que el PRD tenía menos del 2% de los votos. La ley electoral del estado exige el 3%, para mantener el registro.
A las diez de la noche Encinas comienza a desfilar ante las televisoras. Dice que las decisiones fueron las correctas, que no hubo errores en la campaña y que las marrullerías del oponente fueron la variable determinante para perder por más de treinta puntos. El candor de Encinas se suma a la ingenuidad de las redes sociales que se preguntan: ¿Cómo es que perdió el candidato que ganó los debates?
Las primeras planas del lunes son predecibles: Arrasa el PRI, comienza el 2012.
