Ah, description, of all the arts the least appreciated.
Charles Wright
Su rostro no es nítido aquí. Tampoco
su cuerpo. Hay
una impenetrable borradura sobre sus ojos.
Llevó su mano a la frente
justo en el instante en que la cámara
cortaba una lámina del tiempo.
(Nadie sabrá si la modelo lloraba,
o tenía los ojos blancos de los ciegos
o apretaba los párpados con furia
o miraba lejos, sin sentirse tocada
por la figura de su amante en la penumbra
o los viejos muebles del estudio.)
Algo en ella traicionó la postura.
Apenas un sobresalto, un maremoto,
electrizada quizá
por una forma violenta del recuerdo.
La luz parece arrastrarse por su piel:
no vuela, no planea y cae de pronto: no
hay gaviotas de luz
sobre el mar de espejos de su pecho.
No alcanza a vendar su desnudez el ungüento del arte,
el bálsamo de las formas
que mutan y se elevan hacia los símbolos.
El movimiento la apresa en un capullo de hilos de plata.
La vuelve un pez blanquísimo
cansado de pelear contra la red y la locura.
Los errores, con el tiempo, pueden volverse
firma, invención, hallazgo, estilo.
Pero esto, piensa, es una fuga irrevocable.
Fuera de foco, ida: hermoso y cruel remedo de fantasma.
Más que la foto malgastada,
al fotógrafo le duele que suceda siempre igual.
Tan precario es el equilibro
de las cosas que ella guarda
dentro, en su alma. ~