Hoy por la noche los candidatos presidenciales en Estados Unidos debatirán por última vez antes de las elecciones. Parece que de un tiempo para acá, la campaña ha dado un giro hacia lo violento. Por ahora, sólo ha sido violencia verbal: frases gritadas en mítines, palabras garabateadas en internet.
Lo que preocupa a algunos es la posible escalada, la transformación del grito en acto. Quizá las aprehensiones estén fundadas en la historia no demasiado lejana de John y Robert Kennedy, o en el acceso a las armas. O tal vez en el papel que el racismo sigue desempeñando en el acomodo social estadounidense; esos estereotipos que van más allá de lo políticamente incorrecto.
– La redacción