Ahora, las nuevas realidades del siglo xxi, el internet, Facebook, Twitter…, presentan síntomas de un mal inmarcesible que no se aceptaba sino como “de las fronteras geográficas”. La ruptura de toda gramática y sintaxis en pos de una falsa escritura que imita el habla coloquial. Una escritura bajo el signo de la cultura “light” que adormece nuestra acentuación y, alejándose de toda escritura fonética, hace evidente la pérdida de nuestro centro. ~