Cuba: Proyecto Varela
Osvaldo Payá Sardiñas es el coordinador nacional del Movimiento Cristiano Liberación, y el autor e impulsor de una iniciativa de ley que convocaría a un referéndum sobre reformas constitucionales encaminadas a establecer un estado de derecho democrático en Cuba. Esta iniciativa, conocida como el Proyecto Varela, tiene el apoyo de la mayor parte de la disidencia y del movimiento de derechos humanos de la isla, así como también de numerosas organizaciones del exilio.
La Unión Europea ha manifestado su apoyo al opositor cubano, y el presidente checo Václav Havel lo propuso oficialmente como candidato al Premio Nobel de la Paz.
En una breve conversación, Payá nos hizo esta caracterización somerísima de su lucha.
¿Cuál es el origen y qué objetivo tiene el Proyecto Varela?
El Proyecto Varela tiene su origen en la búsqueda de un camino que le permita al ciudadano ser el protagonista de los cambios radicales y pacíficos que el país necesita. Entendemos que tiene dos dimensiones: representa la posibilidad de que el ciudadano, libre y conscientemente, llegue a vencer el miedo, deseche la máscara y actúe a favor de sus derechos, y, al mismo tiempo, asuma la solidaridad, buscando el cambio por el bien de su pueblo.
Entre 1996 y 97, redacté el Proyecto Varela, que el Movimiento Cristiano Liberación adoptó como propio. Se basa en un derecho establecido en la Constitución vigente, según el cual los ciudadanos pueden proponer cambios en el orden jurídico, y así se propone que, mediante la consulta popular, el pueblo decida sobre la realización de los cambios y el alcance de los mismos. Este referéndum no es sobre un sistema político, sino sobre algo más primario, los derechos fundamentales, que ni la ley ni la práctica respetan. El pueblo decidiría si la ley debe cambiar para que se garanticen esos derechos.
La intención es lograr el cambio radical, aunque por la vía cívica y pacífica, que no podemos acotar en términos ideológicos, de derecha o izquierda, puesto que sólo se busca alcanzar un estado de derecho que garantice al ciudadano el ejercicio de libertades básicas y universales. En Cuba existe un poder que está por encima del derecho, de la propia ley, y que a través de la fuerza y la arbitrariedad somete a la población.
El Proyecto Varela, por lo tanto, es un proceso liberador y pacífico que persigue restituir la soberanía popular, inseparable y base de la soberanía nacional. Al propio tiempo propicia la participación y la reconciliación necesarias para poder elaborar un proyecto de nación acorde con nuestra cultura e identidad.
¿Podrías referirnos cómo transcurrió la campaña de recolección de firmas y si confrontaron alguna reacción por parte de las autoridades?
En marzo del 2001, el Proyecto Varela fue respaldado por el movimiento Todos Unidos, de la oposición democrática, y comenzó la recolección del número de firmas necesario, según la Constitución, para presentar una iniciativa de ley ante la Asamblea Nacional del Poder Popular. Fue un proceso difícil, bajo las persecuciones, amenazas y despojos sistemáticos de listados de firmantes, que representaron la pérdida de unas diez mil firmas; incluso se dieron casos de secuestros y de graves agresiones físicas contra los activistas, todo esto por parte de la policía política.
No obstante, el pasado 10 de mayo entregamos la propuesta de iniciativa de ley, avalada por 10,020 firmas, a la Asamblea Nacional del Poder Popular. Es muy importante agregar que continúan sumándose ciudadanos al apoyo del Proyecto, incluyendo allegados al gobierno. Hoy podemos decir que se ha convertido en un verdadero movimiento social.
Es importante que el mundo conozca la existencia de este camino que los cubanos hemos empezado a recorrer, no para saltar al capitalismo salvaje, sino para salir del comunismo salvaje, donde el grupo que usurpa el poder y reprime al pueblo, vive en la riqueza y se prepara para ser los capitalistas del futuro.
Como sabemos, Castro reaccionó al Proyecto Varela con una campaña de descalificaciones y convocando a un plebiscito que, supuestamente, consagra el carácter "irrevocable" del régimen totalitario. ¿Qué opinas al respecto?
El pueblo conoce muy bien cómo se ha desatado una campaña represiva para detener el apoyo al Proyecto Varela. Amenazas de despidos laborales, presiones de diverso tipo, en fin, todo el peso del terror oficial ha sido la respuesta a un intento legal, cívico y pacífico de presentar una iniciativa de ley que sólo propone el respeto de los derechos humanos universales.
Las firmas que reunió el régimen en el supuesto plebiscito fueron el resultado de la coacción, de la aplicación del terror, y quienes firmaron lo hicieron sin saber a ciencia cierta lo que apoyaban, porque no se le explicó al pueblo en qué consiste esa reforma constitucional, por lo que muchos cubanos se sienten humillados y ultrajados por haber sido obligados a firmar.
Todo este montaje de hacer "intocable" al régimen despótico comunista son acciones desesperadas del gobierno cubano para contrarrestar la luz de esperanza que ha traído el Proyecto Varela al pueblo de Cuba. ~