Señor Director:
Mediante este medio me dirijo a ustedes para expresarles la indignación y pánico que siento al observar la serie de irregularidades y atrocidades de las que somos víctimas. Tengo 18 años de edad y ya me cuestiono, al despertar, si valdrá la pena abrir los ojos y salir a la calle con la idea de que las personas con las que convivimos a diario serán asesinos o algo peor. Me pregunto constantemente si valdrá la pena traer niños a un mundo como el que México representa. En estos momentos, me siento apanicada. Pensar que el gobierno, junto con nosotros, ha permitido que se viva en estas condiciones. Nos vemos en la necesidad de dividir a la sociedad en dos: los pasivos y los psicópatas.
Me decepciona y frustra ver a una sociedad pasiva ante tantas atrocidades. ¿Qué necesitamos para despertar? –