Habรญa una vez un coleccionista de arte que tuvo el lujo de invitar a su casa a Leonora Carrington, pintora de la cual tenรญa un gran acervo. La artista no tardรณ en distinguir, dentro de la colecciรณn, una obra que no reconocรญa, y al acercarse tuvo la seguridad de que se trataba de un plagio. Airada, la surrealista tomรณ un marcador y escribiรณ en el reverso de la obra โeste cuadro es falso. la autora. lcโ. Tiempo despuรฉs, la colecciรณn (cuadro falso incluido) llegรณ a las manos de la Galerรญa de Arte Mexicano, donde su falsedad se hizo canon y la obra se quedรณ ahรญ, empolvรกndose por un cuarto de siglo. Eventualmente llegรณ el artista Gabriel de la Mora y, en aras de su proyecto Originalmentefalso, aรฑadiรณ la obra al acervo del mismo, reintegrรกndola asรญ al mercado como pieza suya. Asรญ llegamos a la creaciรณn de esta ficha: โL. C., 2011. Marcador sobre tela en pintura falsa invertida, 91.5 x 61.6 cm.โ
Quise empezar la reseรฑa de un libro sui gรฉneris con esta anรฉcdota que lo conecta con un proyecto y una estรฉtica singulares, porque lo primero que hace es estimular una serie de preguntas: ยฟcuรกl es el sustento para la legitimidad de una obra de arte?, ยฟpodemos decir, efectivamente, que una pintura es falsa cuando cumple el ser รณleo sobre tela y parecerse, aunque sea mรญnimamente, a un original?, ยฟcรณmo establecerรญamos este tipo de procesos en la escritura literaria, y de quรฉ manera se podrรญa justificar su filiaciรณn al arte? Estas cuestiones han sido exploradas hasta el lugar comรบn por el conceptualismo y posconceptualismo anglosajones y sus derivados latinoamericanos, como Cristina Rivera Garza o Hugo Garcรญa Manrรญquez, con mayores o menores grados de efectividad, y la sola enunciaciรณn de estos temas en el espacio pรบblico indica el momento de irse a dormir. Sin embargo, las tรฉcnicas y los recursos que han surgido de este tipo de preguntas se mantienen vigentes, y han dado lugar a procesos productivos que pueden reintegrarse a discursos menos dependientes del procedimiento conceptual y mรกs โaterrizadosโ. Ejemplo de esto podrรญa encontrarse en Otro dรญa… (poemas sintรฉticos), de Verรณnica Gerber, en las escrituras afiliadas al net.art de Belรฉn Gache, y en el libro que nos ocupa en esta ocasiรณn: Alfabetos desesperados, de Catalina Porzio.
En una entrevista de radio, la autora define su libro como โun conjunto de citas y de ideas en torno al lenguaje frente a la necesidad de comunicaciรณn ante situaciones adversasโ, y Alfabetos desesperados no se percibe exactamente como un libro de crรณnica, ensayo, poesรญa, o incluso como un compendio de textos aislados, sino que toca los linderos de cada gรฉnero en momentos diferentes e integra el miasma de referencias, ideas, historias e imรกgenes que contiene en una serie de conceptos que agrupan cada objeto a la manera de un glosario. Asรญ, nos encontramos con apartados como โmemoriaโ, โenfermedadโ, โparodiaโ, โquebrantoโ y โpeloโ, y este acomodo indeterminado facilita que un momento nos lleve a la reflexiรณn intelectual, para que el siguiente nos conmueva a travรฉs de un texto vuelto รญntimo por medio del despojo de su contexto: si podemos decir que hay alguna lรญrica en este volumen, es una que se desprende del encontrarse con un fragmento de una historia y no saber quรฉ sigue. Porzio, diseรฑadora grรกfica y especialista en ediciรณn por la Universidad Diego Portales, exhibe en esta forma de construir discurso un interรฉs fundamental por el libro como objeto vinculante: en lugar de entender sus apartados como partes temรกticas que buscan cierta unicidad, los textos que contienen estรกn reunidos por un vรญnculo semรกntico a veces escaso (una palabra, una expresiรณn, un episodio de tortura, un gesto de bondad dentro de la catรกstrofe).
Asรญ como otros libros que poseen este formato de compendio, de Robert Burton a Walter Benjamin a Kenneth Goldsmith, Alfabetos desesperados apunta todas sus referencias a un problema fundamental: las formas de comunicaciรณn que encuentra el ser humano cuando el lenguaje se ve socavado por un lรญmite, sea la imposibilidad fรญsica de hablar o la violencia polรญtica de la censura. Para desgranarlo, la autora/compiladora nos ofrece referencias de un amplio cast de personajes histรณricos de muchos caminos de la vida, de sobrevivientes al Holocausto a familiares de desaparecidos por la dictadura de Pinochet, de autores que se mueven en la oscuridad como Giorgio Manganelli a activistas que denuncian de forma clara y precisa como Angela Davis. Nuestra lectura de estos textos, pasados por el ejercicio de recontextualizaciรณn que Porzio ha curado, hace que el encuentro con ellos sea en sรญ un ejercicio intelectual: en lugar de leer, como en un ensayo, lo que una voz autoral nos ofrece sobre estas citas o, como en un poema, ser enfrentados con el poder de la escritura en un contexto estรฉtico, este libro hace de la cita y la relaciรณn intersemiรณtica elementos mรกs bien operรญsticos. En lugar de darnos, simplemente, mensajes, historias o conceptos teรณricos, nos presenta voces que se suman para mostrarnos un friso amplio de lo que es la comunicaciรณn en crisis. El centro del libro es, entonces, la importancia de la gestualidad y de lo fรญsico como posibilidades de vinculaciรณn mรกs allรก de la palabra dicha o escrita.
Mencionados, entonces, el linaje formal y las curiosidades conceptuales que aportan interรฉs a este libro, valdrรญa la pena regresar a la historia de la pintura falsa. Uno podrรญa preguntarse si, al tener โL. C.โ unos cuantos trazos que fueron, en efecto, ejecutados por Leonora Carrington (aun al ser para censurar la pintura), esto convertirรญa a la pieza de De la Mora en una especie de doble plagio: una obra falsa que, al ser tocada por la artista, se convierte en la original, y, al ser recontextualizada, termina como un original de un artista diferente. El ejercicio de Porzio, tomar de manera prolija palabras de mรบltiples fuentes y ordenarlas para generar un efecto personal, aรบn manteniendo la cita, ยฟno podrรญa abrirse a este mismo problema? ยฟEn dรณnde reside, entonces, el poder de Alfabetos desesperados: en la escritura misma de los autores citados, en la convivencia entre los textos, o en el acto editorial que la autora ha realizado para ordenarlos, posicionarlos unos junto a otros, y darle un nombre a cada secciรณn?
Me gusta pensar que, frente a libros como este y otros ejemplos que ya he mencionado en esta reseรฑa, no nos encontramos (como hubieran querido Rivera Garza en Los muertos indรณciles o Goldsmith en Escritura no-creativa) con una nueva nociรณn del autor y la escritura, pasadas por el mundo hiperconectado en el que vivimos, sino que, por el contrario, observamos el punto de caducidad de las nociones modernas de autor y autorรญa. Este libro, tanto en propรณsito como en forma, es mรกs cercano a textos medievales o isabelinos en los cuales la escritura se veรญa mรกs como una posibilidad de abarcar conjuntamente una realidad por medio de percepciones individuales (y por lo tanto, imperfectas), que a la bรบsqueda de un discurso unificante en el que se llegue a una conclusiรณn estable por medio de retรณrica. Aun con pocos momentos donde la autora asoma su propia voz, generalmente para narrar historias que ha leรญdo/escuchado en alguna parte y tampoco le pertenecen, este libro se percibe de mayor contundencia que, por ejemplo, Sendero de suicidas (FCE, 2021), poemario escrito por Rubรฉn Rivera que ganรณ el Premio Aguascalientes este aรฑo y depende tanto como el texto que nos ocupa de la presencia de otros autores, aunque de una manera completamente distinta.
Valga la comparaciรณn: donde Porzio utiliza mรบltiples referencias para construir un discurso en el que se pronuncian y mezclan momentos, articulaciones de sentido y gestos autorales especรญficos, con el propรณsito de llevarnos hacia un lugar distinto, Rubรฉn Rivera utiliza una enunciaciรณn cรณmodamente poรฉtica, los mรฉtodos formales y conceptuales que son arsenal bรกsico para cualquier poeta mexicano post-รmnibus, para mostrarnos una serie de monรณlogos dramรกticos que retratan by numbers a escritores que acabaron con sus propias vidas. Estos retratos, sin embargo, no tienen personalidad alguna, no nos muestran nada de los autores que hablan, y cosifican directamente a los autores que retratan al buscar conectarse con ellos por medio de comparaciones burdas y simplonas: cosa que Catalina Porzio, incluso utilizando las palabras exactas de los autores con quienes trata, no hace. Pero, en fin, esta no es una reseรฑa de Sendero de suicidas, y aconsejo a quien quiera saber mรกs de ese libro remitirse al texto de Zel Cabrera en el blog de la editorial โLibros del Perroโ (loslibrosdelperro.com/blog/).
Dicho todo esto, y celebrando como celebro la existencia de un libro que se acerca a formas de escritura usadas de manera prolรญfica por autores como Maggie Nelson, Anne Carson o Marรญa Negroni, pero logra distinguirse completamente de ellas al limitar la voz autoral, la opiniรณn y la persona literaria en pos de una enunciaciรณn apenas visible (posibilitada sin duda por la especialidad en ediciรณn de la escritora), queda decir que Alfabetos desesperados serรก un libro atractivo para una fracciรณn sumamente especรญfica del mundo interesado en la literatura. Es un libro que reta y descoloca, que problematiza el concepto de gรฉnero literario y llega hacia otro sitio al cual muchas veces se intenta aspirar por medio de la teorรญa, aunque esta siempre termina ahogรกndose en su propio reverbere. Sin embargo, no dejo de preguntarme quรฉ pensarรก el lector que entre a este libro sin pensar en las complejidades que enuncia desde su materialidad y desde su forma, mรกs allรก de lo que presenta como escritura en sรญ. En este montรณn de citas ordenadas de manera extraรฑa, sacadas de contexto, reutilizadas para convertirse en una contemplaciรณn de la posibilidad limรญtrofe de comunicarse frente al estado de crisis, se alcanza a ver la posibilidad de llegar a un arte donde el artista es, mรกs que la figura definitiva y preponderante de la obra, un juego semiรณtico mรกs, un gesto que nos lleva hacia un lugar diferente, algo original que surge en una galerรญa llena de imitaciones. ~
(Naucalpan, 1994) escribe poemas y ensayos. Su primer libro, Fracciรณn continua, fue publicado por el FOEM en 2022.
