De pronto, cuando vuelvo la mirada solo hacia mรญ mismo,
estallan mis ojos, y mis miembros ven
mi corazรณn caรญdo, como un espejo en la piedra,
estruendosamente roto, hecho pedazos.
Cierto, no todos los fragmentos se liberaron
para ser testigos de mis รบltimos pasos,
pero no me pisotees aรบn, Tiempo, juez mรญo,
antes de recobrar mis pedazos dispersos.
Los escogerรฉ y ajustarรฉ, uno por uno,
los completarรฉ con mis dedos heridos y sangrantes
y aun asรญ, por mรกs que mi artificio los reรบna,
en ellos verรฉ siempre mi quebrada imagen.
Abatido, por fin, hallo el sentido,
el ardiente dolor del vidrio roto,
el anhelo de verme en el espejo, entero,
en esos fragmentos, dispersos por los siete mares. ~
Versiรณn del รญdish de Enrique Krauze.