En parte motivado por racismo contra el primer presidente afroamericano en Estados Unidos y en un afรกn por aniquilar su mayor legado nacional, Donald Trump se comprometiรณ en la campaรฑa electoral a derogar y reemplazar la Ley de Acceso Asequible a la Salud de 2010 (Obamacare) en cuanto asumiese su cargo. Tambiรฉn prometiรณ un seguro de salud โhermosoโ a todos los estadounidenses y no cortar el Medicaid, el programa federal de asistencia sanitaria para personas sin recursos. Esto venรญa de perlas a los republicanos que habรญan luchado contra el Obamacare por siete aรฑos. A lo largo de seis meses โtrabajando en secreto, sin audienciaโ, un comitรฉ de senadores republicanos, todos hombres blancos, elaborรณ varios proyectos de ley para lograr su meta (solo el 13% de los estadounidenses apoya tales planes). A finales de julio, este engendro del Congreso fue derrotado. Ante eso, el presidente Trump exigiรณ solo la derogaciรณn, lo que significaba, por un lado, que traicionaba aรบn mรกs sus promesas electorales y, por el otro, que ponรญa en confrontaciรณn al Partido Republicano โque estaba dividido entre los radicales que querรญan una revisiรณn completa y los moderados que abogaban por una reforma menos daรฑinaโ. Trump buscaba una โvictoriaโ sin importar sus consecuencias devastadoras para los estadounidenses, particularmente los mรกs vulnerables, y una profunda caรญda del sistema de salud estadounidense a nivel mundial.
Las organizaciones internacionales han colocado el sistema de salud de Estados Unidos muy por debajo del de las economรญas desarrolladas (lugar 37 entre 191 paรญses, segรบn la Organizaciรณn Mundial de la Salud), basados en varios factores claves: 1) extensiรณn de cobertura de la poblaciรณn e inclusiรณn de grupos vulnerables como los pobres, ancianos, discapacitados, mujeres, niรฑos y enfermos crรณnicos (el sistema estadounidense es el รบnico sin cobertura universal dentro del mundo desarrollado); 2) desigualdades en la provisiรณn de servicios que discriminan por condiciรณn de edad, gรฉnero y salud (los ancianos, mujeres y enfermos pagan mรกs que los jรณvenes, hombres y sanos); 3) provisiรณn o regulaciรณn de la atenciรณn de salud por parte del gobierno y equidad en su financiaciรณn (solo el 34% de los estadounidenses estรกn cubiertos por los dos programas pรบblicos, Medicaid y Medicare โel seguro de salud para los mayores de 65 aรฑosโ, pero en el Reino Unido es el 100%); 4) costo de servicios sanitarios en relaciรณn al pib (tienen los costos mรกs altos y causan el 60% de las quiebras en Estados Unidos); 5) tamaรฑo de los gastos de salud privada y pagos del bolsillo de los usuarios (el 56% respecto a un promedio del 25% en los paรญses desarrollados); y 6) indicadores como esperanza de vida y mortalidad infantil (los estadounidenses estรกn por debajo de los paรญses desarrollados).
Basados en los factores anteriores, se puede concluir que las reformas al Obamacare propuestas por la Casa de Representantes y el Senado (en tres versiones) habrรญan hecho retroceder los beneficios logrados y habrรญan agudizado drรกsticamente los problemas del sistema de salud de Estados Unidos en al menos los siguientes aspectos:
Cobertura e inclusiรณn de grupos vulnerables. El Obamacare hizo obligatoria la afiliaciรณn al sistema por dos vรญas: la expansiรณn del Medicaid y la compra de un seguro privado en el mercado. En conjunto, ambas medidas lograron la incorporaciรณn de veinticinco millones de personas que no estaban aseguradas, entre las que se incluรญan ciudadanos de bajos ingresos, niรฑos, mujeres, ancianos, discapacitados y los que tienen condiciones preexistentes. El Medicaid se expandiรณ en 32 estados que optaron por unirse y recibir ayuda federal, cubriendo al 20% de los estadounidenses. Los empleadores deben ofrecer seguro mรฉdico a sus empleados o pagar una multa, sus contribuciones se deducen de los impuestos.
Segรบn la Oficina de Presupuestos del Congreso, el primer anteproyecto del Senado dejarรญa sin seguro a 22 millones de personas en 2026 y solo la derogaciรณn aumentarรญa la cifra a 32 millones. La cobertura del Medicaid en los estados serรญa eliminada en cuatro aรฑos, lo que dejarรญa sin cobertura a 49 millones de personas. El seguro por parte de los empresarios disminuirรญa mucho, pues, al no ser ya obligatorio, se eliminarรญan las multas por incumplimiento.
Desigualdades. El Obamacare creรณ un sistema de compensaciรณn de riesgos a fin de que los jรณvenes y las personas saludables pagasen proporcionalmente mรกs que los ancianos y los enfermos. Los anteproyectos del Congreso permitirรญan a las aseguradoras cargar a los afiliados ancianos hasta cinco veces de lo que cobran a los jรณvenes. El mรกs evidente ejemplo de inequidad es que Trump y todos los congresistas disfrutan de un seguro de salud privilegiado y poco costoso mientras que ellos cortarรญan de manera drรกstica la protecciรณn bรกsica a las personas vulnerables.
Prestaciones garantizadas. El Obamacare garantiza diez prestaciones claves de salud, entre ellas, la atenciรณn preventiva y de maternidad, el tratamiento a las enfermedades mentales y la drogadicciรณn, y los medicamentos. El Congreso virtualmente terminarรญa con este beneficio pues autoriza que los estados renuncien a รฉl, ademรกs de cortar la ayuda financiera a Medicaid y permitir a las compaรฑรญas de seguros que excluyan de cobertura a las personas mรกs vulnerables. El programa de planificaciรณn familiar que proporciona anticonceptivos quedarรญa sin fondos, provocando asรญ mรกs embarazos no deseados. En 2016, alrededor de 59,000 estadounidenses murieron de sobredosis, el รญndice mรกs alto en la historia y la primera causa de muerte entre los menores de cincuenta aรฑos, principalmente debido a la actual epidemia de opiรกceos. Las enfermedades mentales afectan a 43 millones de adultos y a un 20% de niรฑos; el suicidio mata mรกs adolescentes que cualquier otra enfermedad. Con una poblaciรณn envejecida y una esperanza de vida mรกs alta, tambiรฉn crecen exponencialmente el Alzheimer, la demencia y la discapacidad. Para aplacar a algunos republicanos, otra versiรณn del anteproyecto del Senado asignรณ a los estados dos mil millones de dรณlares para trastornos mentales y adicciรณn, solo por un aรฑo, lo que resulta insuficiente. Trump prometiรณ reducir el alto precio de los medicamentos, pero el Congreso no contemplรณ eso en su anteproyecto.
Financiamiento equitativo. El Obamacare otorga subvenciones a ciudadanos pobres y de bajo ingreso para que puedan pagar su prima. Las compaรฑรญas de seguros no pueden negar la cobertura ni elevar las primas por condiciones preexistentes. Los estados que optaron por una extensiรณn de Medicaid reciben fondos federales sin lรญmite. Estas prestaciones son financiadas por un impuesto a los ricos, a las aseguradoras de salud y a los superplanes de seguro privado. El Senado derogarรญa estos impuestos o los pospondrรญa, beneficiando, por tanto, a los ricos y perjudicando a los pobres y los que tienen ingresos bajos e incluso a la clase media. Ademรกs, se impondrรญa a los estados una suma tope por cada afiliado que se ajustarรญa a una tasa de inflaciรณn mรกs baja que la real. A los que tuviesen condiciones preexistentes no se les podrรญa negar cobertura ni aumentar las primas, pero las subvenciones serรญan inferiores, por lo que se mermarรญa el acceso. Ademรกs, el asegurado pagarรญa copagos y deducibles mรกs altos, causando mayores gastos en su bolsillo.
Costos. Los republicanos argumentan que el Obamacare es insostenible en tรฉrminos financieros y crea el caos en los mercados de salud. En 2017, muchas aseguradoras se salieron del mercado y las que permanecieron aumentaron sustancialmente sus primas. Esto se debiรณ en gran parte a la incertidumbre creada por el Congreso con el espectro de derogaciรณn del seguro obligatorio y el recorte de las subvenciones a individuos y estados. La โsoluciรณnโ del Congreso es conceder miles de millones a las aseguradoras para que se mantengan en el mercado. El Senado reducirรญa el dรฉficit por 700,000 millones de dรณlares, pero al precio de tener un menor acceso y calidad del servicio. Mรฉdicos, clรญnicas y hospitales se enfrentarรญan a un nรบmero creciente de pacientes sin seguro mรฉdico, incapaces de pagar sus facturas mรฉdicas. Todo esto dispararรญa las muertes (ยฟrecuerdan las acusaciones falsas de los โpaneles de la muerteโ en el Obamacare?).
La reacciรณn de Trump a la derrota ha sido โdejemos que el Obamacare fracaseโ (con un certero sabotaje de su parte). En vez de promover polรญticas que mejoren el sistema de salud, Trump dejarรญa sin protecciรณn a 32 millones de estadounidenses, incluidos muchos que votaron por รฉl. Como dice con frecuencia en sus discursos: โยกNauseabundo!โ ~
Una versiรณn de este artรญculo apareciรณ originalmente en inglรฉs en la revista Transition.
es catedrรกtico distinguido emรฉrito de economรญa y estudios latinoamericanos en la Universidad de Pittsburgh y especialista en seguridad social. En 2007 recibiรณ el Premio de la OIT al Trabajo Decente (compartido con Nelson Mandela) por su labor en pro de la protecciรณn social en el mundo.