No han sido buenos aรฑos para la administraciรณn pรบblica federal. El estilo personal de administrar del presidente Andrรฉs Manuel Lรณpez Obrador ha dejado tras de sรญ un aparato burocrรกtico desmantelado y cada vez menos capaz de atender las necesidades del paรญs. Tras dรฉcadas de limitado interรฉs por adecuar estructuras, procesos y servicios gubernamentales, este sexenio se ha caracterizado por el abierto desprecio presidencial hacia la gestiรณn profesional del gobierno. Asรญ, quien ocupe la presidencia durante 2024-2030 tendrรก como tarea central (re)construir la infraestructura administrativa del gobierno federal y mejorar las formas en que el Estado interactรบa con cada uno de nosotros.
De dรณnde venimos…
El estilo presidencial de administrar se ha caracterizado por disfrazar iniciativas y cambios en una retรณrica populista simplista y engaรฑosa. La โausteridad republicanaโ ha servido para justificar recortes discrecionales, al tiempo que inmensas cantidades de dinero pรบblico se asignan a proyectos sin futuro o clientelas polรญticas. Mientras se postula โmoralizar la vida pรบblicaโ, en el entorno presidencial se normalizan redes de nepotismo, conflictos de interรฉs y sospechas de corrupciรณn, al tiempo que aumentan las adjudicaciones directas y la opacidad gubernamental. Bajo el dogma de โgobernar no tiene cienciaโ se ha minimizado la complejidad de los problemas pรบblicos, introducido polรญticas sin diagnรณsticos adecuados y extendido la politizaciรณn del empleo pรบblico. Decir que el gobierno es un โelefante reumรกticoโ ha sido pretexto ideal para crear estructuras administrativas paralelas, muchas de ellas militarizadas, que no dan mejores servicios o bienes pรบblicos, pero otorgan obediencia y control personalizados. En busca de la โsoberanรญaโ (energรฉtica, alimentaria, cientรญfica), el gobierno federal ha roto vรญnculos (y contratos) con actores sociales y privados, con acadรฉmicos y expertos no gubernamentales, tratando de rescatar una autosuficiencia estatista ya rebasada por la realidad internacional.
Las consecuencias negativas de todo esto han sido tanto gubernamentales como sociales. Por una parte, falta de personal capacitado, mala infraestructura pรบblica, baja calidad de servicios, deficiente coordinaciรณn interorganizacional, polรญticas ineficaces y, en general, principios administrativos (transparencia, rendiciรณn de cuentas, profesionalismo, legalidad) sustituidos por sinsentidos โen el nombre del puebloโ. Por la otra, las masacres y los desaparecidos, la pรฉsima gestiรณn de la pandemia, el desabasto de medicinas, los daรฑos ambientales de los megaproyectos, la falta de becas para educaciรณn superior, el abandono de museos pรบblicos, etc.
En contraste con la retรณrica oficial y los โotros datosโ, han surgido incontables historias, reportajes, estudios y comparaciones internacionales que describen cรณmo los recortes presupuestales, los despidos de personal y la eliminaciรณn de programas han afectado la vida cotidiana de niรฑos, jรณvenes y adultos por igual. Y aunque es claro que muchos de los males pรบblicos del paรญs vienen de dรฉcadas atrรกs, la evidencia muestra cรณmo la indolencia, el desinterรฉs, la discrecionalidad y el doble discurso presidenciales han hecho que la infraestructura administrativa del Estado mexicano se deteriore cada vez mรกs.
…hacia dรณnde deberรญamos avanzar…
Frente a un escenario asรญ, ยฟquรฉ se puede hacer? Desde una perspectiva de administraciรณn y polรญticas pรบblicas, hay por lo menos cinco grandes temas que podrรญan estar en la agenda de quien lidere el gobierno 2024-2030.
Primero, promover un gobierno mรกs empรกtico, sensible e interesado en escuchar y atender las necesidades especรญficas de la gente. Muchos encuentros ciudadanos con el Estado (los trรกmites, las clรญnicas, los ministerios pรบblicos) siguen siendo un reto para las personas, sobre todo las de menos recursos o de ciertos grupos etarios. Requisitos que no se entienden, oficinas en condiciones poco dignas, funcionarios sobrecargados de trabajo, burocracias diseรฑadas para cumplir las instrucciones โde arribaโ y no las preocupaciones โde abajoโ. Y aunque en la retรณrica oficial el โpuebloโ aparece un dรญa sรญ y otro tambiรฉn, en la prรกctica hay mucho por hacer para que los ciudadanos realmente sean el centro de atenciรณn de las organizaciones pรบblicas; que no enfrenten barreras administrativas innecesarias y angustiantes; que reciban asesorรญa clara y amable de parte de los servidores pรบblicos; y que puedan influir en el (re)diseรฑo e implementaciรณn de los servicios que les afectan.
Segundo, afianzar un gobierno mรกs integrado, tanto bien coordinado interna y externamente como articulado en sus procesos de polรญtica pรบblica. Las respuestas gubernamentales a los grandes problemas pรบblicos (inseguridad, cambio climรกtico, pobreza) siguen siendo parciales, insuficientes, tardรญas. Las fotos celebrando la formalizaciรณn de un nuevo โconvenio de coordinaciรณnโ contrastan con situaciones en las que las oficinas gubernamentales se echan las culpas o los problemas de la gente se atienden solo de manera parcial pues su plena resoluciรณn โdepende de otra instanciaโ. El gobierno federal necesita crear mejores mecanismos internos de intercambio de informaciรณn, rediseรฑar los espacios en que se construyen sus programas multisectoriales y fortalecer los esquemas de colaboraciรณn con otros sectores (sociales, privados, subnacionales). La nueva administraciรณn deberรก corregir sus vacรญos y traslapes interinstitucionales y dar mayor coherencia a sus polรญticas para brindar soluciones integrales a la gente.
Tercero, diseรฑar un gobierno mรกs inteligente, que sepa aprovechar las tecnologรญas y metodologรญas contemporรกneas, asรญ como las mรบltiples fuentes de informaciรณn disponibles para enriquecer y afinar sus decisiones. Muchas respuestas gubernamentales siguen realizรกndose con base en ocurrencias, intuiciones, ideologรญas o inercias, sin lรณgica ni visiรณn de largo plazo, sin sustento en evidencias o experiencias comparadas. Las instituciones federales necesitan aprovechar mรกs y mejor la abundante informaciรณn provista por los sistemas de indicadores y evaluaciรณn (programรกtica, presupuestal, ambiental, regulatoria) existentes. Tambiรฉn deben construir nuevos puentes con comunidades de expertos para conocer las innovaciones cientรญficas y las tรฉcnicas de vanguardia que les ayuden a formular polรญticas sustentables. Quien encabece prรณximamente el ejecutivo federal tendrรก que liderar, asimismo, los esfuerzos para incorporar las aportaciones de las ciencias conductuales, los โgrandes datosโ y la inteligencia artificial (entre otros) en el diseรฑo, provisiรณn y regulaciรณn de servicios pรบblicos.
Cuarto, consolidar un gobierno mรกs resiliente, que sepa responder ante las crisis y pueda conducir los posteriores procesos de recuperaciรณn. Las experiencias recientes del huracรกn Otis en Acapulco y, particularmente, de la pandemia de la covid-19 han desnudado las limitaciones del gobierno federal para afrontar los efectos econรณmicos, sociales, educativos, sanitarios y de infraestructura causados por dichos eventos. Serรก indispensable mejorar los protocolos de actuaciรณn y los mecanismos de comunicaciรณn (con otros gobiernos, con la ciudadanรญa) para atender situaciones similares; revisar y reacondicionar estructuras organizacionales e infraestructura pรบblica (escuelas, hospitales, puertos, caminos), pensando en futuras transformaciones climรกticas y epidemiolรณgicas; y aprender de los errores cometidos en crisis previas, asรญ como de las respuestas exitosas de otros gobiernos.
Finalmente, construir un gobierno mรกs capaz, que valore la experiencia y los conocimientos especializados, y asegure las condiciones institucionales requeridas para operar profesionalmente el Estado. La honradez es esencial en el servicio pรบblico pero no basta para gestionar las complejas actividades gubernamentales. La lealtad polรญtica sirve como mecanismo de control pero no sustituye las habilidades requeridas para negociar, diseรฑar, coordinar o evaluar polรญticas. El compromiso personal es valioso pero insuficiente para brindar servicios pรบblicos de calidad si los funcionarios no tienen insumos bรกsicos, recursos tecnolรณgicos o instalaciones fรญsicas adecuados. El nuevo gobierno deberรก retomar los procesos de profesionalizaciรณn meritocrรกtica y construcciรณn de capacidades (analรญticas, directivas) de su personal, asรญ como invertir en mejorar espacios organizacionales pรบblicos.
…aunque el camino sea complejo
(Re)construir la infraestructura administrativa del Estado mexicano no serรก fรกcil. Requerirรก de tiempo, dinero y esfuerzo, asรญ como de acuerdos polรญticos, cambios jurรญdicos, ajustes institucionales y reasignaciones presupuestales. Pero, si la prรณxima presidenta no se ocupa de estos temas, su gobierno serรก incapaz de responder a las cuestiones pรบblicas que nos preocupan como sociedad y que de diversas formas afectan la vida cotidiana de todos. ~
es doctor en ciencia polรญtica por The London School of Economics and Political Science y profesor investigador en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, sede Mรฉxico.