Ella es un poco mรกs grande, mรกs vigorosa que รฉl. Los dos jadean y dan vueltas, no se cansan, son pequeรฑos bultos de energรญa. Sus pelajes apenas se asoman por el borde de la mesa de centro. Aรบn son jรณvenes, Cooper y Audrey, ambos de raza corgi. Siguen dando vueltas, buscan la atenciรณn de su dueรฑa. Audrey ladra, parece inconforme con que se haga la entrevista. Sentada en la alfombra y con la espalda descansando en el sillรณn, Valeria Souza acaricia a sus perros, les habla con dulzura. Hace un momento hemos estado en la terraza, el campus donde ella trabaja visible a la distancia. El resplandor de mediodรญa hace apretar los ojos, nos calienta el cabello. Se oye un ruido constante pero lejano. El barullo de la ciudad parece atrapado casi con pereza para subir a las alturas. Luego un camiรณn suena su claxon como recalcando que esto es Mรฉxico.
โMe gusta mucho caminar a la UNAM, salir con mis perros. Es algo que en verdad disfruto, tambiรฉn cocinar.
Souza tiene maestrรญa en genรฉtica, un doctorado en ecologรญa con especializaciรณn en microbiologรญa y dos posdoctorados en evoluciรณn bajo la tutela del doctor Richard Lenski, el primero por la Universidad de California en Irvine y el segundo por la Universidad Estatal de Michigan. Desde 1993 es investigadora titular en el Laboratorio de Evoluciรณn Molecular y Experimental en el Departamento de Ecologรญa Evolutiva. En 2019 fue reconocida por la Academia Americana de Ciencias y Artes, y se convirtiรณ en la primera cientรญfica mexicana en recibir el tรญtulo de miembro honorario internacional. Sentada en la alfombra se pasa los dedos por uno de los collares. Sus ropas son holgadas y de colores vivos: blusa rojo cereza, falda rosa mexicano. A sus 64 aรฑos, el intelecto y la curiosidad de Valeria Francisca Eugenia Leopoldina de Marรญa de Guadalupe Souza Saldรญvar no conocen lรญmites.
โยฟCuรกl es la historia de tu nombre?
โMi papรก era un esnobย โdice, y sonrรญeโ. Valeria es un nombre que le gustรณ porque fue una de las primeras mรกrtires francesas. Ana solo aparece en mi fe de bautismo en honor a la hermana de mi mamรก, Francisca por san Francisco de Asรญs, Leopoldina por el pastel de chocolate belga y Marรญa de Guadalupe porque todos somos guadalupanos.
Su padre estudiรณ un aรฑo de ingenierรญa, pero su corazรณn estaba en otra parte: la poesรญa. Le interesaba mucho el lenguaje; hablaba inglรฉs, francรฉs, italiano, portuguรฉs y entendรญa el ruso. Tambiรฉn soรฑaba con escribir una novela. Le atraรญa el movimiento surrealista francรฉs y, como Proust, aรฑoraba pintar con el lenguaje. Se fue al Parรญs de la posguerra y trabajรณ en una galerรญa de arte. La madre de Souza, con quien tenรญa un noviazgo desde los quince aรฑos, se casรณ por carta poder en Mรฉxico y emprendiรณ el viaje a Francia para reunirse con su marido.
โยฟEs por eso que hablas francรฉs?
โMi abuela materna tuvo ocho hijos y entonces mi mamรก pasaba tiempo con sus nanas, como era la usanza. Habรญa una francesa y otra mexicana.
Explica que en los aรฑos cuarenta su abuela se divorciรณ de su abuelo, quien era parrandero, pero que la sociedad, para la รฉpoca, aceptรณ su decisiรณn y la apoyรณ. Se fue a vivir sola con sus hijos, continuรณ con su vida.
โMis papรกs se divorciaron cuando yo tenรญa cinco aรฑos y entonces nos fuimos a vivir con mi abuela. Ella era muy estricta pero cariรฑosa. Durante la Revoluciรณn estuvo en un convento en Inglaterra, con educaciรณn victoriana. En casa, mi mamรก y mi abuela me hablaban en francรฉs, la nana en espaรฑol, el colegio en francรฉs, y tambiรฉn fui de las niรฑas scout francesas.
Desde pequeรฑa sintiรณ que un lazo invisible la jalaba al mundo natural. Sus primos tenรญan un rancho en Mineral del Chico y ella disfrutaba de perderse en la maleza; de cumpleaรฑos pedรญa que le regalaran libros de ciencias naturales. A los diez aรฑos, la curiosidad por la genรฉtica le llegรณ por la vista: una imagen del adn en las pรกginas de la enciclopedia Time Life.
De todos sus proyectos de investigaciรณn, el que le ha dado regocijo, tristeza, triunfos y reveses ha sido el de la preservaciรณn del valle de Cuatro Ciรฉnegas; el ombligo del planeta, como Souza lo llama. Con un endemismo biolรณgico similar al de las islas Galรกpagos, Cuatro Ciรฉnegas es un raro oasis en el desierto de Coahuila. Sus ecosistemas estรกn alimentados por manantiales con un contenido muy bajo de nutrientes (nitrรณgeno y fรณsforo). El valle es una mรกquina del tiempo ecolรณgica. En รฉl se puede encontrar una representaciรณn del Precรกmbrico tardรญo (de hace aproximadamente seiscientos millones de aรฑos), la frontera biolรณgica en la que la vida procariota (cรฉlulas sin nรบcleo diferenciado) cediรณ el dominio a las eucariotas (cรฉlulas con nรบcleo diferenciado mediante una membrana).
Las rocas de Cuatro Ciรฉnegas guardan secretos. Si se les escucha cuentan historias que datan de 3,800 millones de aรฑos, historias de comunidades microbianas complejas donde se ensamblaban todos los metabolismos conocidos y que involucran a los seis elementos bรกsicos: carbono, hidrรณgeno, oxรญgeno, nitrรณgeno, fรณsforo y azufre.
โSon suaves y tienen capas de colores, parecen tapetes. Se les llama tapetes microbianos.
Las capas superiores de esos tapetes estรกn mรกs expuestas a la luz solar y son de color pรบrpura y verde oscuro, un recuerdo de la fotosรญntesis ancestral, mientras que hasta arriba se percibe una capa azul-verde provocada por la presencia de cianobacterias, las cuales realizaron por primera vez la fotosรญntesis. Las capas mรกs profundas, donde no hay oxรญgeno (metabolismo anaerobio), son de un tono marrรณn o incluso negras. Cuatro Ciรฉnegas es uno de los pocos lugares del planeta donde se pueden encontrar esos tapetes microbianos y sus equivalentes calcificados, los estromatolitos, del latรญn que significa roca con rayas. El adn que se puede recuperar de ellos es รบnico y nos permite observar largos segmentos de la historia de la Tierra, miles de millones de aรฑos en un pequeรฑo tapete.
โNo es por nada que a ese lugar tan especial se le llame el mundo perdido.
De forma pausada y precisa, Souza explica cรณmo los mares en un comienzo eran anaranjados, carentes de oxรญgeno y repletos de azufre, cรณmo el hielo cortante de las glaciaciones desprendiรณ de las rocas uno de los elementos cruciales para la vida en nuestro planeta: el fรณsforo. En el transcurso de millones de aรฑos ese mar anaranjado cobrizo fue cambiando al azul que ahora conocemos. La disponibilidad de fรณsforo provocรณ un crecimiento acelerado de algas, las cuales en su proceso de fotosรญntesis redujeron elย CO2 de la atmรณsfera y llenaron el agua de oxรญgeno.
En las arcillas de la Sierra de San Marcos y Pinos, que rodean al humedal de Cuatro Ciรฉnegas, no solo estรกn grabadas las condiciones de los mares ancestrales, aquellos que eran pobres en fรณsforo y oxรญgeno, sino que tambiรฉn quedaron preservados los microbios de ese pasado remoto. ยฟY por quรฉ especรญficamente en Cuatro Ciรฉnegas? โLas bacterias parecen haber sobrevivido gracias a la posible anomalรญa magmรกtica de la sierra, la cual favorece una dinรกmica de flujo, a travรฉs del calor, el vapor y el agua, que conecta la profundidad de la montaรฑa con la superficie. Las que llegan a la superficie y se establecen en la parte superior de los estromatolitos y tapetes microbianos solo cuentan historias de un mundo con oxรญgeno. Las que se establecen en la parte anรณxica de los tapetes, en la profundidad de la montaรฑa, podrรญan guardar los secretos del mundo anaranjado el cual jamรกs hemos logrado observar directamenteโ, escribiรณ Souza en โEl ombligo del planetaโ, publicado en la revista Ocelote.
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Sus pisadas apenas se oyen. Avanza despacio, sus botas de goma protegiรฉndolo de la superficie irregular de las rocas. Se acuclilla y observa las dunas, el valle que se abre delante de รฉl. Se acaricia los vellos blancos de la barba, luego se vuelve hacia los dos cientรญficos que lo acompaรฑan: Valeria Souza y Luis Eguiarte Fruns. La pareja se muestra un poco escรฉptica, pero el zoรณlogo y doctor en biologรญa Wendell Lee Minckley se mantiene confiado en su hipรณtesis: โSรญ, en apariencia hay poco fรณsforo en este lugar, pero esperen a ver la diversidad que hay en las muestras que llevan en sus cajas de Petri.โ Minckley sostiene que en esa zona, millones de aรฑos antes, se rompiรณ el supercontinente Pangea, el lugar donde habรญa nacido el Atlรกntico. Ese rompimiento definiรณ la geografรญa del mundo actual.
Es el aรฑo de 1999 y el profesor Minckley de la Universidad de Arizona no solo ha convencido a la nasa de la importancia de explorar Cuatro Ciรฉnegas a fondo, sino que con su entusiasmo por el valle consigue despertar la misma llama en Souza y su esposo.
โConocรญ a Luis en la facultad en 1980. Era un chico tรญmido que llevaba un saco punk y andaba en patineta. Era el mรกs listo de la clase. Eso sรญ, rara vez hablaba.
Ambos pasaron dos aรฑos estudiando las montaรฑas y los sistemas hidrolรณgicos para entender la historia natural del lugar, cuya importancia en ese entonces apenas se empezaba a vislumbrar. En el 2000, continuaron explorando y descubrieron el Churince, el sistema hidrolรณgico mรกs importante al oeste de Cuatro Ciรฉnegas. En esa รฉpoca aรบn estaba lleno de agua.
A pesar de que la zona tiene el estatus de protegida desde 1994, las amenazas a sus recursos naturales son latentes. En 2002, se hicieron pozos al sur de Cuatro Ciรฉnegas, en el Hundido, para abrir la frontera agrรญcola de Torreรณn y aumentar las plantaciones de alfalfa para ganado. Tambiรฉn estaba la Saca Salada, un canal que hace cauce en el rรญo Mezquites y que por cincuenta aรฑos ha desviado millones de litros de agua hacia Monclova para aumentar la superficie agrรญcola.
Ya con los resultados que mostraban la relevancia ecolรณgica del valle, Souza se movilizรณ para proteger el humedal. El gobierno asegurรณ que no se ampliarรญan los planes para la extracciรณn de agua con fines agropecuarios. La tregua, sin embargo, fue breve. El gobierno de Vicente Fox no aprobรณ que ese recurso, tan preciado para las industrias, estuviera lejos de su alcance. Felipe Calderรณn prometiรณ salvar Cuatro Ciรฉnegas y el Congreso asignรณ un presupuesto para ese fin. โConagua se robรณ el dinero, setecientos millones de pesos para cambiar la agricultura de Cuatro Ciรฉnegas. Pusieron tubos para sacar el agua al doble de tiempo, ademรกs de los canales que ya habรญa hecho el gobierno en tiempos de Echeverrรญaโ, dijo Souza en entrevista a Gatopardo en 2020.
El ecocidio del Churince, como la cientรญfica lo llama, ocurriรณ delante de los ojos de un gobierno con otros intereses lejos de preservar un sistema ecolรณgico de millones de aรฑos. Era inevitable, Souza lo sabรญa, y aun asรญ luchรณ, se arriesgรณ hasta el รบltimo momento. En el fondo le dolรญa entender tan bien a Mรฉxico: la corrupciรณn lo arrastra todo.
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2020 y 2021 fueron aรฑos de contrastes. Un periodo tanto de triunfos como de desesperanza. Souza explica que el 19 octubre de 2020, junto con el documentalista David Jaramillo y Mauricio de la Maza, entonces director de Pronatura Noreste, fue testigo de las obras para cerrar el canal de Saca Salada.
โEstaba casi todo seco, quedaba solo el 5%. Si no lo cerrรกbamos, Cuatro Ciรฉnegas se morรญa con certeza en tres aรฑos.
Entre octubre de 2020 y la primavera de 2021, gracias a las acciones de Souza y toda la gente que apoyรณ la causa, el rรญo Mezquites volviรณ a crecer. โEngordรณ, incluso se podรญa ver desde Google Earth. Habรญa vuelto a ser una corriente de agua real y no un chorritoโ, escribiรณ en su columna en Gatopardo.
El 28 de marzo de 2021, el presidente Andrรฉs Manuel Lรณpez Obrador visitรณ Cuatro Ciรฉnegas y ante la gente congregada celebrรณ la recuperaciรณn del humedal. Iba acompaรฑado por el gobernador de Coahuila, la secretaria de Medio Ambiente, el comisionado de รreas Naturales Protegidas y la antigua directora de la Conagua Blanca Jimรฉnez.
โAl menos en la superficie parecรญa que les importaba โseรฑala Souzaโ. Se fueron a parar el cuello, pero para mรญ lo importante era otra cosa: saber que no se iba a destruir todo lo que habรญamos logrado. Parecรญa que despuรฉs de todo el esfuerzo brotaba algo nuevo, algo importante. El renacer de la conciencia en la gente.
El alivio y la sensaciรณn de triunfo fueron efรญmeros. El 7 de mayo Souza recibiรณ una llamada que la entristeciรณ. Era su amigo Hรฉctor Arocha, quien desde Coahuila le indicaba que habรญa malas noticias: un grupo de personas habรญa entrado al ejido Cuatro Ciรฉnegas con machetes, palas y malas intenciones. Dos dรญas antes, miembros del ejido 8 de Enero (cerca de Monclova) habรญan llegado en tres camiones para destruir el trabajo de preservaciรณn de mรกs de veinte aรฑos. Los esfuerzos por mantener con vida el rรญo Mezquites y su intrincado ecosistema se habรญan derrumbado. El rรญo se estaba muriendo.
โLas autoridades locales del pan no hicieron nada, tampoco la Guardia Nacional. ยฟAlguna reacciรณn de parte de los funcionarios del รrea de Protecciรณn de Flora y Fauna de Cuatro Ciรฉnegas, la cual es una dependencia federal? Ninguna. Tampoco hizo nada el gobernador priista de Coahuila. No se sabe quรฉ pensar. ยฟAcaso eran cรณmplices?
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Un colibrรญ de madera, cojines bordados con figuras de leopardos, flores y un perro salchicha, pequeรฑas piezas de barro en repisas, una maceta y un muรฑeco de Obรฉlix. Un frutero y una botella de mezcal, la colecciรณn entera de la revista Vuelta donde su padre alguna vez publicรณ poesรญa. Un pรณster de futurismo italiano, pinturas de amigos y familiares. Una foto en Cuatro Ciรฉnegas con Wendell Lee Minckley, Luis en otra. Sus hijos. Por los ventanales entra la luz que ilumina la sala, el comedor, los libreros. Por un pasillo se llega a la cocina donde abre libros con recetas del mundo y disfruta experimentar con distintos sabores. En este apartamento se ha sentado a leer algunas tesis de sus alumnos de doctorado, ha reรญdo con sus hijos, ha recibido a biรณlogos e investigadores, tambiรฉn artistas.
โPara mรญ el arte es un vehรญculo esencial en todo lo que hago. Siempre ha tenido un lugar fundamental en mi vida.
โยฟY para Luis?
โTambiรฉn, de hecho me conquistรณ en una Semana Santa en la que empezamos a ir a museos. รl sabรญa mรกs de arte y eso que yo nacรญ en una galerรญa. En esa รฉpoca Luis pintaba, habรญa explorado el arte de forma profunda.
Como investigadora de la UNAM, Souza debe siempre estar al tanto de los avances en biologรญa y ciencias evolutivas, en microbiologรญa y bioquรญmica. Al mismo tiempo, para ella es crucial salirse por momentos del entorno para concebir nuevas ideas.
โMe aburre seguir los caminos pre-trazados. Los sabรกticos me han servido mucho para un dรญa a la semana hacer arte. Me han permitido tambiรฉn hacer esos brincos conceptuales a otras disciplinas.
En su primer sabรกtico, en el 2000, fue que se sumergiรณ de lleno en la exploraciรณn de Cuatro Ciรฉnegas. En el segundo estudiรณ los ciclos biogeoquรญmicos del lugar, a ensamblar, por asรญ decirlo, el reloj de la vida. El tercero le sirviรณ para demostrar que habรญa un lazo de uniรณn entre la evoluciรณn y la ecologรญa. โEn otras palabras, lo que vincula a los dos es el mutualismo. No la competencia sino la cooperaciรณnโ, afirma la investigadora.
Para Souza, la cooperaciรณn es un concepto clave para la humanidad y contempla el inculcar valores sociales y ecolรณgicos a las nuevas generaciones. Desde 2004, ella y su equipo han trabajado con los jรณvenes del Centro de Bachillerato Tecnolรณgico Agropecuario (cbta 22). Siete aรฑos mรกs tarde y con mucho esfuerzo, se instalรณ un laboratorio de biologรญa molecular en el cual los jรณvenes han podido profundizar sus conocimientos y tomado responsabilidad por el destino del lugar. Han desarrollado probiรณticos para mejorar la agricultura, han cultivado bacterias que limpien el suelo y el agua, otras que roban el fรณsforo y que podrรญan ayudar en el tratamiento del cรกncer.
โHay que empoderar a las nuevas generaciones. La defensa de los recursos naturales no es prioridad para muchos de nuestros gobernantes y desafortunadamente los intereses econรณmicos de pocos amenazan el futuro de todos.
Un tema al que Souza regresa con frecuencia es el Protocolo de Nagoya, que entrรณ en vigor en 2014 y que Estados Unidos decidiรณ no firmar. El tratado tiene como uno de sus objetivos principales el regularizar la forma en que los paรญses del โGran Norteโ hacen uso de los recursos genรฉticos del โGran Surโ, y enfatiza que los dueรฑos de las tierras de donde se obtienen los recursos genรฉticos puedan participar de las ganancias de su comercializaciรณn. โLa tensiรณn estriba en que el sur no reconoce del todo que las farmacรฉuticas gastan muchรญsimo dinero en el desarrollo y pruebas del producto en cuestiรณn, mientras el norte se hace de la vista gorda ante el valor intangible de siglos de conocimiento y domesticaciรณnโ, escribiรณ Souza.
Por su destacada trayectoria en las ciencias, ha sido invitada a dar charlas en diversos foros, entre ellos Under the Volcano, una residencia literaria que desde 2003 reรบne a novelistas, poetas y periodistas de todo el mundo en Tepoztlรกn, Morelos, mismo lugar donde Souza encuentra sosiego desde hace una dรฉcada.
En los ventanales de su casa se estrella un abejorro, nos hace percibir otros colores en el muro; la luz estรก cambiando. Ya casi es hora de salir a caminar con los perros.
โยฟCrees que hay esperanza para tu ideal?
โSigo creyendo en la fuerza que tenemos todos y todas las que amamos a la naturaleza. Tambiรฉn en los jรณvenes que han luchado junto conmigo por la defensa y protecciรณn de Cuatro Ciรฉnegas. Por ellos darรญa la vida. ~
es periodista y narrador. Ha vivido en Bรฉlgica, Estados Unidos y Noruega. Es autor de las colecciones de cuento Y sin querer te olvido (Felou, 2014) y Silencios al sur (Felou, 2017). Parte de su obra ha sido traducida al francรฉs y al neerlandรฉs.