ElFaro.net se anuncia como el primer diario en lรญnea de Latinoamรฉrica. Fundado en 1998, su sede estรก en El Salvador. Hoy en dรญa muchas iniciativas, tanto particulares como colectivas, se proclaman como algo “alternativo”, o les gustarรญa que asรญ se les considerara; como parte de una “vanguardia” que muestra el camino hacia adelante. Sin embargo, en ElFaro.net es en verdad ambas cosas. Ciertamente ofrece una alternativa a la clase de noticias que dan los diarios salvadoreรฑos, en complicidad con los cรญrculos polรญticos, econรณmicos y que, a lo mรกs, son de una mediocridad absoluta. Lo mismo puede decirse de los periรณdicos y demรกs medios de comunicaciรณn que estรกn aliados con el cรญrculo de poder en toda Amรฉrica Latina. El vanguardismo de ElFaro.net consiste en su excelencia en todos sentidos. Esto lo ha colocado como una guรญa para los jรณvenes periodistas latinoamericanos de lo que es posible, de lo que hay que ambicionar, de lo que es verdaderamente revolucionario.
A la pregunta de cรณmo es posible que el Bloomsbury del periodismo latinoamericano haya surgido en el diminuto paรญs que es El Salvador, y no en la ciudad de Mรฉxico o en Buenos Aires, la respuesta es: ¿y por quรฉ no? Otra respuesta es que, de hecho, tiene todo el sentido del mundo y, aรบn mรกs, ¿no es esto justamente lo que promete la era digital? No mรกs periferia; el centro estรก en todas partes. Pero se requiere de un equipo editorial con visiรณn, periodistas que escriban como escritores y que sean excepcionalmente valientes y talentosos, para llevar a cabo una conjetura tan idealizada y tan deseosa.
ElFaro.net surgiรณ seis aรฑos despuรฉs de terminada la guerra civil de El Salvador. Lo fundaron dos jรณvenes salvadoreรฑos educados en el extranjero, hijos de exiliados polรญticos. Cuando volvieron a su paรญs lo encontraron devastado por la guerra –lleno de violencia (incluso mรกs que antes), saturado por el crimen organizado y las bandas de delincuentes, con la infame y sรกdica presencia de la mara que aterrorizaba por igual pueblos y vecindarios empobrecidos de la ciudad–, y decidieron que era posible hacer un periodismo de avanzada que debรญa y podรญa marcar una diferencia. ¿Quรฉ es el periodismo de avanzada? Aquel que se atreve a escribir sobre aquello de lo que nadie se atreve a escribir, al menos no de manera concienzuda y minuciosa; el que se acerca lo mรกs posible a los temas y a los individuos, tomando el tiempo que sea necesario para lograrlo y luego, de alguna forma, sabiendo cรณmo aprovechar al mรกximo aquello que se descubriรณ: capturar la forma en que hablan los mareros, su jerga, sus gestos, como si el escritor mismo desde siempre hubiera pertenecido a la mara. Descifrar sus cรณdigos. Indagar la historia de sus vidas, sus secretos, sus historias mรกs cruentas y aterradoras, sus extraรฑas vulnerabilidades. Conocer la disposiciรณn y los matices de los sitios que suelen frecuentar, y hacer lo mismo con sus rivales, sus vรญctimas, con la policรญa y los fiscales que los persiguen, para luego darle forma a ese material y lograr una narraciรณn convincente que cautive al lector y que emita significados mucho mรกs amplios e inquietantes de los que suelen encontrarse en los comunicados de prensa. Yo no habรญa leรญdo historias como las que aparecen en ElFaro.net en ninguna otra parte. Una labor de semejante calidad y un trabajo de tal importancia no pasa inadvertido. Quienes escriben en ElFaro.net han obtenido algunos de los premios de mayor prestigio en el mundo del periodismo: Carlos Dada, cofundador y actual editor de este periรณdico digital, obtuvo el Premio Marรญa Moors Cabot, y Carlos Martรญnez D’Abuisson ganรณ el Premio Ortega y Gasset.
“Huyo porque tengo miedo que me maten –dice Auner cabizbajo.”
–No, nunca –sigue con los ojos clavados en la tierra.
Huye de una muerte sin rostro. Allรก atrรกs, en su mundo, solo queda un agujero repleto de miedo.
“Aquรญ vamos. Ya no nos queda de otra. Nos subimos al tren.”
“¡Dรณnde estรกn? ¿Cรณmo estรกn?”
Martรญnez y el fotรณgrafo Toni Arnau viajan por la ruta de La Arrocera:
–La vi cuando se iba para abajo, con los ojos bien abiertos –recuerda.
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