Se acaban de estrenar los primeros capítulos de la cuarta y última temporada de esta serie que tiene como protagonistas a Logan Roy (un magnate de los medios) y a sus cuatro hijos. La dinámica –despiadada- de la serie consiste en el tironeo permanente entre un padre poderoso y cínico y sus cuatro hijos, que ambicionan con heredar su emporio y su fortuna. La suma de los cuatro hijos no rebasa la estatura del padre. En algunos episodios el padre los aplasta y en otros, actuando en conjunto, los hijos tratan de vencerlo. La familia (“nido de alacranes” dictaminó Octavio Paz) en todo su esplendor. Traiciones, envidias, venganzas, alianzas y ambiciones desbocadas se suceden sin tregua. El viejo Logan, cuando parece vencido, resurge y arroja a todos sus hijos por los aires. Es un espectáculo apasionante y nada, pero nada edificante.
Puede verse en HOB Max.
Si Succession, y Billions (ahora en Universal+), muestran la lucha despiadada por el dinero y el poder, Industry también lo hace, de forma quizá más cruel, pero varios pisos más abajo. Un grupo de jóvenes financieros trabajan –esto es: se dan de codazos, se roban información, se traicionan—en un banco de inversión en Londres. Drama creado por Mickey Down y Konrad Kay. Lenguaje afilado con navajas, ironías sangrientas, la ambición como escudo y trampolín en un mundo descarnado. Pelean los jóvenes protagonistas por dinero que no es suyo en espera de un ascenso y de las migajas de las comisiones. Si alguien se atreve a mostrar sus sentimientos los compañeros de piso se arrojan sobre él como tiburones que han olfateado sangre. No hay héroes, ni buenos, todos luchan mezquinamente contra todos para tratar de sobrevivir en un medio feroz.
Puede verse en HBO Max.
El 11 de septiembre de 1985 una avioneta dejó caer varios paquetes de cocaína en un parque de Kentucky porque llevaba sobrepeso. La cocaína la devora un oso. Hasta a aquí los hechos reales. La película desarrolla en tono de comedia negra qué pudo pasar con ese oso. Película grotesca, bizarra, desbordada. Ponerse a divagar sobre el abuso hacia los animales a partir de una película totalmente irreal no tiene sentido. No es una fábula con moraleja, es una película que basa sus efectos cómicos en el exceso y el absurdo. Cine para reír, prescindible y banal, cuyas principales virtudes son que hace reír, que es prescindible y banal. No todo en la vida es trascendente.
Puede verse en cines.
Kounellis (Grecia, 1936-Italia, 2017) fue uno de los pioneros del movimiento art povera (arte pobre) en la Italia de los años sesenta y por primera vez su producción, a modo de retrospectiva, es expuesta en México gracias a la Fundación Jumex. “Todo lo que hago es pintar, incluso si no toco un pincel”, dijo en una oportunidad Kounellis, quien en la búsqueda de la ruptura de la pintura tradicional exploró soportes y formatos como la instalación, la escultura y el performance considerándolos parte del arte pictórico.
Museo Jumex, Ciudad de México. Del 1 de abril al 17 de septiembre.
La obra de Erika Verzutti (Sao Paulo, 1971) es una exploración ingeniosa y desenfadada de formas toscas y sensuales. A lo largo de más de dos décadas, ha creado familias de esculturas que exploran afinidades inesperadas entre lo doméstico, lo orgánico, lo exótico, lo espiritual y lo monstruoso. En su última exposición, la artista utiliza cerámica para crear una secuencia de tabletas que generan un estímulo vibrante similar a un mantra meditativo, evocando los dibujos tántricos de Rajastán, obteniendo así piezas memorables e inspiradoras.
Museo Experimental El Eco, hasta el 16 de abril.
La última serie de Yishai Jusidman (México, 1963) presenta una colección de autorretratos que desafía la convención. Cada retrato realista se complementa con una obra abstracta, concebida posteriormente, y juntas forman una obra indivisible. Los espectadores son invitados a interactuar con las pinturas y formar su propio significado. En un juego visual de sensaciones, emociones y fantasías, Jusidman desafía la psique del espectador y cuestiona la naturaleza de la percepción artística. Los selfies están permitidos después de responder a las preguntas que el artista plantea.
Museo Cabañas, Guadalajara. Hasta el 23 de julio.
La cumbia psicodélica es una fusión cuyo nombre no engaña: sirve para recorrer la pista de baile en un trance alucinógeno o no, y también para animar periodos de intensa actividad mental con sonidos estimulantes. Este estilo es la especialidad de Sonido Gallo Negro, banda consentida de la Ciudad de México formada en 2010, que este viernes se presenta en California Dancing Club. Los acompaña Grupo Kual, sonada banda de cumbia del Estado de México, con quienes grabaron Paganismo, su último disco. Redondean la noche DJ sets de Pahua y Sonidera MX Powercumbiero, entre otras.
California Dancing Club, 31 de marzo, boletos aquí.
Fin de semana de festivales en México. Ceremonia tiene este año un cartel que incluye a Rosalía, Travis Scott, M.I.A., Fred Again, Jamie XX y Julieta Venegas, entre varios más. Desde su primera edición, en 2013, este festival se ha esforzado por tener una oferta diversa y original. El reggaetón convive con el trap, el hip hop, el jazz o el pop electrónico, en un cruce de géneros que define en buena medida la música pop contemporánea y que hace de Ceremonia una de las citas más interesantes del circuito festivalero.
Parque Bicentenario, 1 y 2 de abril, Boletos aquí.
De ser en sus orígenes, allá en 2012, un festival enfocado en bandas mexicanas, el Tecate Pa’l Norte ha ido echando toda la carne al proverbial asador para dotarse de un cartel que convoque a bandas indispensables del rock y el pop. Este año lo encabezan Billie Eilish, The Killers y Blink 182: apuestas que lo convierten en un festival no precisamente vanguardista, pero sin duda divertido.
Parque Fundidora, 31 de marzo, 1 y 2 de abril, boletos aquí.
