Engastado en silencio, terso
como la tersa sutura que sella mi sexo,
como cauterizada herida amalgamado.
Blanco puro –el color de la frugalidad;
erosionado hasta el tuétano:
este pequeño ovoide sin nada que perder;
blanco es el color del dolor padecido.
Si lo dejo caer, lo aceptará.
No tiene arrogancia. El polvo es su elemento.
Las líneas de humo se levantan y delgados rayos de luz lunar
aguijonean mis brazos, mis mejillas, las
plantas vueltas hacia arriba de mis pies.
El guijarro es liso como baya pelada.
Están trayendo a los niños, muertos, de los campos. ~
Versión del inglés de Adriana Díaz Enciso.
(Devon, 1942) es poeta, novelista y libretista. Su poesía ha sido premiada con el Forward Prize, el Premio Griffin y el T. S. Eliot, entre otros