Entre los documentos entregados por la Agencia Central de Inteligencia (CIA) a los que he estado haciendo referencia, hay uno interesante que se refiere a la “guerra fría” en el manejo de grupos estudiantiles del ámbito universitario mexicano, los de chile ultraderechista, de dulce priista y de manteca izquierdista. El material es abundante y amerita que los estudiosos de los movimientos estudiantiles le dediquen atención. Me limito a ofrecer algunas pistas.
Por ejemplo este documento fechado en diciembre de 1963 por el “Jefe de Estación” de la CIA en México, Willard C. Curtis, que se refiere al proyecto LIHUFF (recuérdese que todos los criptónimos que comienzan con LI se refieren a México), un proyecto de cuya eficiencia duda la CIA porque
- Apoyaría a un grupo conservador derechista en México sin el control operacional adecuado ni sobre los gastos de dinero de KUBARK [criptónimo de la CIA].
- Falta de fondos para operaciones.
- Porque la revista LIHUFF es demasiado conservadora y estrecha de intereses como para merecer apoyo de KUBARK.
- Porque la Oficina Central no ha recibido información suficiente sobre las actividades estudiantiles como para recomendar un subsidio de 8 mil dólares anuales
La Oficina Central propone que se replanté el proyecto con estándares más aceptables. Su apreciación del grupo es correcta y reconoce que un grupo así no sería totalmente controlable, ni el dinero, que sólo sería manejable por medio de la influencia de LIHUFF-1.
[Este señor LIHUFF-1 es Alfonso Rudolph Wichtrich, a quien ya mencioné en otro comentario de esta serie, el dedicado a Manuel Calvillo, a quien Wichtrich “manejaba”. Wichtrich, nacido en México, era un estadounidense ejecutivo de empresa y vicepresidente de la Cámara de Comercio Americana en México que se dedicaba a organizar estudiantes y a difundir propaganda en universidades, por un lado, y a trabajar con empresarios mexicanos anticomunistas.]
Y sin embargo, a pesar de sus reservas, la CIA reconoce que “el grupo LIHUFF no deja de ser provechoso y es muy útil para la Estación”. En opinión de Curtis, las actividades del grupo derechista “han sido mucho más efectivas de lo que da a entender el reporte”, lo que es culpa de Wichtrich, quien a su vez no reporta bien su trabajo. La Oficina Central, escribe Curtis, refiriéndose al grupo
Recomendó que en vez de darle un subsidio neto para gastos básicos, la Estación aporte fondos para actividades específicas, viajes, manifestaciones, etc. Este arreglo es perfectamente aceptable para la Estación México. Esas actividades financiadas por KUBARK [la CIA] serán coordinadas por el equipo local. El grupo [al que llaman IDENTIDAD E] consiste en 200 tropas de choque vigorosamente anticomunistas que emprenden campañas activas contra grupos comunistas y pro-Castristas en la UNAM, la Universidad de Guadalajara y la Universidad de Puebla. Se trata de un excelente medio de acción para la propaganda anticomunista y en favor del mundo libre. Están dispuestos a obedecer directivas de LIHUFF-2, que obedece a LIHUFF-1 [Wichtrich] que, a su vez, está en contacto con el Jefe de Estación en México. El grupo publica un periódico semanal que se anexa aparte [supongo que se refiere a Puño ¡Para golpear con la verdad!]. También se anexa una lista de actividades del grupo en meses recientes.
El documento termina solicitando un presupuesto de 30 mil dólares que se utilizará en operaciones encubiertas por medio del proyecto LIHUFF (6 mil de los cuales servirán para pagar el salario del señor Wichtrich).
Otra versión del mismo documento sí incluye el anexo que, por protocolo, siempre se enviaba aparte para identificar a las identidades a que hacen referencia los comunicados. Bajo la tinta que suele ocultarlas en los documentos que la CIA debe “abrir” al escrutinio público, alcanza a leerse el nombre de la Identidad E:
el Movimiento Universitario de Renovadora Orientación, MURO, creado en 1962. Y ya sin tinta, la relatoría de sus “actividades recientes”:
Acción política militante en campañas contra rectores comunistas en Monterrey, Puebla, Guadalajara y Morelia, en colaboración con otros grupos anticomunistas. En todos estos casos los rectores fueron eventualmente removidos de sus puestos.
[El de Morelia, se recordará, era Elí de Gortari.]
Colocación continua en medios de la capital y nacionales de artículos anticomunistas de interés para líderes estudiantiles y gubernamentales.
Una especialmente eficaz campaña de desprestigio [character assasination] en contra de Max Aub, director marxista de Radio UNAM, ha sido lanzada y sostenida por el MURO.
Llevó a cabo manifestaciones exitosas ante la embajada soviética y durante la visita a México del mariscal Tito (varios miembros del grupo fueron encarcelados).
El grupo ha participado continuamente en acciones políticas en la UNAM –y en México– apoyando a candidatos estudiantiles anticomunistas.
No logré en cambio identificar a LIHUFF-2, de quien otro documento sólo señala que es “un dedicado anticomunista con énfasis en economía, asuntos estudiantiles y propaganda general” que, si bien es independiente, está supervisado por la Estación, recibe dinero de ella para publicar “inumerables panfletos, colocar información en radio y TV y otros medios”, etc. Es tan eficiente que ayuda a organizar grupos estudiantiles anticomunistas en Venezuela y Costa Rica que vienen a México a recibir adiestramiento. LIHUFF-2 además entregó a la CIA copia de su tarjetero con los nombres de 2 mil 233 “comunistas, socialistas y marxistas” activos en México y tiene a sueldo a seis estudiantes en la UNAM para que lo tengan informado. Tendría que ver con la fascista “Asociación Nacionalista de los Estados Unidos Mexicanos” a la que Wichtrich trata de promover ante la CIA, como se puede leer acá, junto con un manifiesto que hasta a la CIA le parece “extremista”. Misterioso personaje, LIHUFF-2 es uno de los pocos casos cuyo criptónimo no está identificado en el amplio registro de material desclasificado por la CIA que se encuentra en línea.
Un documento de 1963 registra que es autor de un escrito de cinco páginas titulado “Inversiones extranjeras en México”. Dos años más tarde, en 1965, un folleto de ocho páginas, con ese mismo título, publicado en 1965, circula en México firmado por Adolfo Christlieb Ibarrola, líder del PAN. Pero no puede ser él, que era franco adversario de la ultraderecha… ¿O sería Agustín Navarro Vázquez, director del Instituto de Investigaciones Sociales y Económicas A.C., especie de think tank de la iniciativa privada? ¿O uno de sus colaboradores?
Una manera de identificar a LIHUFF-2 es por medio de la revista Espejo, pero no la que dirigía Luis Spota en esos mismos años, sino una cuyo subtítulo era “Colección de pensamiento económico moderno”. Se supone que en ella apareció una reseña en contra del libro de José Luis Ceceña, El capital monopolista y la economía de México (1963). La reseña, según el documento, la firma LIHUFF-2 y tuvo que aparecer en algún número de inicios de 1964. Pero, ¿y si lo firma un seudónimo? No tengo manera de saberlo, pero quizás sí la tenga la investigadora María Eugenia Rometo Sotelo, de la Facultad de Economía de la UNAM y autora de Los orígenes del neoliberalismo en México: La escuela austriaca que al parecer tuvo acceso a esas revistas.
Es un escritor, editorialista y académico, especialista en poesía mexicana moderna.