La noche del 26 de marzo, Bob Dylan sorprendió al mundo con “Murder Most Foul”, su primera canción original desde 2012. Dylan anunció el lanzamiento en un tuit: “Saludos con gratitud a todos mis fans y seguidores por su apoyo y lealtad a través de los años. Esta es una canción inédita que grabamos hace tiempo, que tal vez les parezca interesante.”
Mientras el coronavirus arrasa con vidas, sistemas de salud y la economía mundial, Dylan pensó que tal vez nos podría interesar una canción de 17 minutos –la más larga de su carrera– sobre el asesinato de John F. Kennedy. Y tenía razón: es la primera canción interpretada por él que llega al primer lugar en una lista de Billboard. La pregunta, por supuesto, es, ¿por qué?
La música de “Murder Most Foul” es lenta y repetitiva. Los instrumentos más notorios son un contrabajo, oscuro e inamovible, y un piano arpegiado que baila por encima de él. En el primer verso, Dylan describe la escena del asesinato de Kennedy y hace alusión a las teorías de que fue una conspiración. Canta en el estilo tembloroso y rasposo, entre hablado y cantado, que lo ha caracterizado en la última década. La melodía no es particularmente memorable, pero las imágenes que nos pinta Dylan son vívidas y perturbadoras:
‘Twas a dark day in Dallas, November ’63
A day that will live on in infamy
President Kennedy was a-ridin’ high
Good day to be livin’ and a good day to die
Being led to the slaughter like a sacrificial lamb
He said, “Wait a minute, boys, you know who I am?”
“Of course we do, we know who you are”
Then they blew off his head while he was still in the car
((Una traducción aproximada es:
Era un día oscuro en Dallas, noviembre ‘63
Un día que vivirá en la infamia
El presidente Kennedy estaba en la cima
Un buen día para estar vivo y un buen día para morir
Lo llevaban al matadero como el cordero del sacrificio
Dijo, “Esperen un minuto, chicos, ¿Saben quién soy?”
“Por supuesto que lo sabemos, sabemos quién es”
Después le volaron la cabeza mientras seguía en el coche
))
Conforme avanza la canción, Dylan entrelaza la muerte de Kennedy con referencias a eventos y canciones de la época. Habla del festival de Woodstock de 1969 –el apogeo de la cultura hippie de amor y paz– y del de Altamont de ese mismo año, donde fue asesinada una mujer y murieron tres personas más en accidentes.
En el tercer verso, después de seis minutos y medio, Dylan describe la autopsia del presidente y nos revela de qué se trata en realidad la canción:
They mutilated his body and took out his brain
What more could they do, they piled on the pain
But his soul was not there where it was supposed to be at
For the last fifty years they’ve been searching for that
((Mutilaron su cuerpo y le sacaron el cerebro
Qué más podían hacer, se sumaron al dolor
Pero su alma no estaba dónde tendría que haber estado
Por los últimos cincuenta años la hemos estado buscando
))
Cuando Dylan habla del alma de Kennedy se refiere, por supuesto, al alma de Estados Unidos. Kennedy ganó la elección presidencial en 1960, cuando el país empezaba una nueva década como potencia mundial, con enorme confianza en sus líderes y sus instituciones. Kennedy, un presidente joven y carismático que prometía acabar con la discriminación racial y llevar al hombre a la luna, representaba la esperanza de un futuro mejor para todos, y el potencial sin límites de Estados Unidos y su gente. Su asesinato dejó al país desorientado y tambaleante. Dylan parece sugerir que la sociedad norteamericana aún no se ha recuperado. La búsqueda de su alma continúa hasta el día de hoy.
En el cuarto verso, Dylan le pide a Wolfman Jack, un famoso disc jockey y presentador de televisión de la época, que toque una larguísima lista de canciones. Le pide música de los grandes del jazz, como Charlie Parker, Thelonious Monk, y Etta James, y de íconos del pop y el rock, como Billy Joel, Glenn Frey, y Stevie Nicks. Dylan no se limita a la música del siglo 20: también quiere escuchar “Claro de Luna” de Beethoven y “Dumbarton’s Drums,” una canción escocesa que era popular durante la guerra de secesión norteamericana. Finalmente, como bien explica Kevin Dettmar en su reseña para The New Yorker, “La canción cierra insertándose a sí misma en el cancionero norteamericano, a través del cual se forja y preserva la historia del país”:
Play Marchin’ Through Georgia and Dumbarton’s drum
Play Darkness and death will come when it comes
Play Love Me or Leave Me by the great Bud Powell
Play the Blood Stained Banner – play Murder Most Foul
Según Timothy Hampton, profesor de literatura en U.C. Berkley, la segunda mitad de la canción explora la pregunta de qué pasó con el alma de Estados Unidos. “La radio nos ofrece mensajes fantasmagóricos, nos trae la voz del otro, del pasado, los ecos de recuerdos que te vienen cuando menos lo esperas”, escribe Hampton en el MIT Press Reader. “La música se convierte tanto en testigo de la decadencia norteamericana como en la única cosa que puede mantener vivo el espíritu de JFK. Nuestro arte está manchado, pero es lo único que tenemos.”
Pasamos ahora por otra crisis de gran magnitud. No sabemos cómo será el mundo cuando salgamos de esta. Podrán pasar meses, hasta décadas de oscuridad y descamino. Con “Murder Most Foul”, Dylan nos recuerda que no somos los primeros en sentirnos perdidos, y nos señala dónde podemos encontrar destellos de nuestra alma.
***
Tres semanas después del lanzamiento de “Murder Most Foul”, Dylan sorprendió a sus fans con otra nueva canción, “I Contain Multitudes”. El título viene de “Song of Myself”, el emblemático poema de Walt Whitman. (Por cierto, “Murder Most Foul” es una frase que dice el fantasma del rey asesinado en Hamlet.)
Si “Murder Most Foul” trata sobre el alma perdida de una sociedad, “I Contain Multitudes” es sobre el alma del hombre en sus momentos más trascendentes, cuando los límites del individuo se funden con la totalidad que lo rodea. Somos polifacéticos, cambiantes, llenos de contradicciones. Whitman argumenta que estas contradicciones son algo positivo, evidencia de nuestra riqueza interior:
Do I contradict myself?
Very well then I contradict myself,
(I am large, I contain multitudes.)
En “I Contain Multitudes”, Dylan explora las contradicciones que componen su propia identidad, y hace referencia a las influencias filosóficas, literarias, y musicales que lo han formado, desde Heráclito, William Blake, y Chopin, hasta Carl Perkins, David Bowie, y los Rolling Stones. La melodía recuerda a una balada de jazz de principios del siglo 20, y el acompañamiento de guitarra acústica y pedal steel guitar crea un ambiente íntimo y nostálgico. Dylan, un artista que revela muy poco sobre su vida personal, y quien se ha caracterizado por sus constantes transformaciones a lo largo de su carrera, nos regala un vistazo de quién hay debajo de la superficie:
Got a tell-tale heart like Mr. Poe
Got skeletons in the walls of people you know
I’ll drink to the truth and the things we said
I’ll drink to the man that shares your bed
I paint landscapes, and I paint nudes
I contain multitudes
((Tengo un corazón delator como el señor Poe
Tengo esqueletos dentro de las paredes de personas que conoces
Brindaré por la verdad y las cosas que dijimos
Brindaré por el hombre que comparte tu cama
Pinto paisajes, y pinto desnudos
Contengo multitudes
))
Pocos en la historia han pintado paisajes y desnudos tan asombrosos como los que pinta Dylan.
(Nueva York, 1988) es periodista y ejecutivo de medios.