Para Yanireth
Todos los problemas de México tienen su origen en que el primer hombre que fue creado por Dios fue Jorge Rivero. Lo anterior consta en un fidedigno documental que se titula El pecado de Adán y Eva que fue filmado en 1967 por el afamado cineasta Miguel Zacarías y que, con motivo de los días santos, se está proyectando en la tele y cuyo resumen puede verse aquí. (Yo tampoco entiendo la relación entre los “días santos” y Adán y Eva, pero así es y punto.)
Bueno, pues viendo este fascinante documental entendí todo: ¿qué clase de destino le espera a un país en el que el primer hombre, Adán, tiene las tetas y las nalgas más grandes que las de la madre Eva? Una Eva que, para acabarla de amolar es gringa y que, desde que Dios la saca de una costilla de Jorge Rivero, ya viene con el pelo tieso de spray, pestañas postizas y carmín en los labios, de lo que se desprende que Jorge Rivero sería el primer hombre, pero adentro traía por lo menos una Farmacia del Ahorro.
De acuerdo con el documental, el paraíso terrenal estuvo históricamente ubicado en “Las Estacas”, un balneario público en el estado de Morelos, a hora y media de la ciudad de México. Esto, claro, fortalece la teoría de la pangea. El paraíso terrenal medía aproximadamente dos hectáreas y contaba con rio de agua cristalina, dos pavorreales, dos borreguitos, dos alambres de luz, dos cacatúas (una de ellas disecada), dos cisnes percudidos, varios árboles de madera, dos árboles de cartoncillo con credencial de la ANDA, así como tres docenas de flores descomunales de papel maché de colores rajaretina clavadas con alambre en el suelo, especies hoy lamentablemente extintas. Si alguna vez se preguntó usted lo que significa la frase A todo color, aquí está su respuesta.
Luego pasa todo lo que ya sabemos que pasa: Adán y Eva se miran con curiosidad y susto encuerados, luego nadan encuerados, luego comen mucha sandía encuerados y luego se van a dormir encuerados, pero no hacen el acto porque, primero, creen en la abstinencia sexual; segundo, porque no pueden desvestirse y, tercero, porque son extraordinariamente imbéciles y no saben cómo se hace el acto.
En resumen: Jorge Rivero es muy bruto, la Gringa es muy vanidosa, la serpiente es una rata y Dios es muy necio… ¿para qué se disfraza de nube y les habla con eco desde el cielo si el par de imbéciles no han aprendido a hablar? (De hecho creo que Jorge Rivero sigue sin lograrlo.)
El final ya se sabe: la Gringa le hace caso a la serpiente, consigue meterle en la boca el fruto prohibido (que es como un bolillo crudo) a Jorge Rivero, por fin aprenden a hacer el acto, les da mucha pena y se hacen taparrabos y brassieres con hojas de plástico, Dios se enoja, caen muchos rayos, del cielo bajan unas espadas de cartón incendiadas que penden de unos hilos que les señalan la salida…
CORTE A: Jorge Rivero y la Gringa llore y llore están ahora llenos de raspones en el pedregal de la zona ecológica de la Ciudad Universitaria.
FIN.
Jorge Rivero es el de la derecha
Es un escritor, editorialista y académico, especialista en poesía mexicana moderna.