Muy cariñoso tu comentario, Jesús. Yo traté mucho a Julián Meza en la UNAM. Con Jesús Anaya y otros hicimos una revista proguerrillera de nombre Hora 0. Salieron creo que cuatro números. Lo vi en París un par de veces durante un año sabático mío. Luego le perdí la pista. Hace pocos años, en este milenio, cuando ya había vuelto yo a Guadalajara, me llamó y nos fuimos a cenar a un simpático restorán, por supuesto de cocina francesa. Hablamos largamente de un admirado por él y por mí aunque maldito: Céline. En un texto que entregué a Nexos (“Los ojos de Rocco”), Julián es uno de los estudiantes que “toman” un departamento vacío frente al que compartía con dos de mis hermanos. ~
Sangre de fiesta (o La fiesta en la sangre)
En estos tiempos, proponer una fiesta como la de San Fermín, en Pamplona, sería un escándalo. Su permanencia y éxito muestran las tensiones entre tradición y modernidad.
Esperando la revelación
Después de la Segunda Guerra Mundial se extendió por el mundo una oscura nubosidad de humores negros que fue envolviendo a muchos escritores y pensadores. Tras las horrendas matanzas, el…
Chicas deseosas de sangre a-go-gó
A manera de homenaje, un corto una película estelarizada por Julio Alemán (q.e.p.d.)
ETA todavía
Unidad… ¿para qué? Fernando Savater Que la unidad básica de los principales partidos constitucionalistas (es decir, los que representan a la inmensa mayoría de la ciudadanía…
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